La demencia nocturna
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Nuestro particular "Saber y ganar" pone los dientes largos hasta al inmortal Jordi Hurtado.
No solo es fiesta, Guinness, música y póker en el Winamax Poker Open. También hay hueco para la cultura (¿general?) en mayor o menor medida. Ejemplo de ello es el Gran Quiz. Es el momento de poner a trabajar la materia gris de cada uno y concentrarse al máximo para ser lo listillos de la clase, ya que se juega en equipos. Treinta fueron los que se apuntaron en esta edición a un concurso que mezcla materias diversas. Hay que saber de geografía, pero también de ciencia. Hay que saber de cine independiente, pero también de cine X. Hay que saber de actualidad, pero también beber. Temas candentes y otros menos conocidos protagonizan una sesión cuyo maestro de ceremonia tiene un micrófono y grita mucho (para no perder la tónica dominante del festival). Muchos se apuntan sin ninguna intención de competir…. ¡durante los primeros cinco minutos! Una vez pasado ese tiempo, los ánimos se caldean y cada participante pone a disposición de su equipo toda su sapiencia. No faltan Pros, miembros del staff Winamax, youtubers y jugadores de distinto pelaje deseosos de levantar la pizarra blanca con la respuesta correcta (o no).
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El campeón belga cumplió 40 primaveras en pleno Día 1 C del festival.
Es uno de los veteranos del Team Winamax. Ayer, hacia el término del Día 1 C del Main Event, los ojos se desviaron de los tapetes por unos instantes, la luz se volvió tenue y la gente empezó a rodear al Davidi “KitBul” Kitai para cantar “happy birthday”. La ocasión lo merecía. El belga cumplía 40 primaveras en pleno festival. No se lo esperaba, pero aguantó el tipo. Rodeado de familiares, amigos y admiradores, “Dav” sopló las velas con la ayuda de su retoño. Natural de Bruselas, Kitai se unió a la W Roja en 2008 tras hacerse un nombre en la esfera del póker en línea. “Ganar para Bélgica el primer brazalete de las World Series of Poker sería un auténtico orgullo para mí”, confesó nada más unirse al Team Winamax. Dicho y hecho. Semanas después su nombre copaba los titulares de medios generalistas y especializados tras conquistar el 2.000$ Pot-Limit Hold’em de las Series Mundiales, convirtiéndose así en el primer embajador de la casa en llevarse un título de campeón del mundo. Un palmarés que no paró de crecer con el tiempo a base de conquistas de seis y cinco dígitos en las mejores plazas del circuito. Sin embargo, ganar, lejos de ser una obsesión, es una excusa para mejorar. Un acicate. Un ideal con el que progresar. “Con el paso de los años he aprendido a relativizar las eliminaciones. Son momentos para reflexionar, aprender de mis errores para volver más fuerte y, como objetivo final, terminar ganándolo un día. Porque, siendo honestos, esto se acerca más a un sueño que a un objetivo”, apuntaba en su blog. Desde un punto de vista técnico está entre los mejores. Se le considera un estudioso del naipe. Controla a la perfección sus emociones y no hace las cosas a la ligera. «Me gusta inscribirme tarde porque eso me hace ganar tiempo y que las sesiones sean más cortas. He leído por ahí que es una decisión rentable a largo plazo: cuanto más cerca estemos de ITM, mejor será», aconsejaba con respecto a las Winamax Series. La temporada pasada la definió como "épica": 15 puestos premiados, 7 mesas finales, 2 victorias y 1.368.000 € de ganancias brutas. Terminó 45º en el GPI, 35º «Player of the year» y 3º de la clasificación Livepoker.La familia Kitai al completo desembarca en Las Vegas.C’est parti direction Las Vegas !!!
— Kitai Davidi (@KitBul) June 28, 2019
Très chaud d’action pour ces WSOP,
Après une période de repos et de préparation, je me sens dans les meilleures conditions pour deeprun le Main Event #onetime @Winamax pic.twitter.com/mCxXPKpXO8
Aunque eso era lo de menos ayer noche. No se reconocía al Davidi de las mesas de póker (para eso ya están los ránquines), sino al Davidi de fuera de estas. Un tipo cercano, de apariencia tímida y, sobre todo, humilde. No es raro verle paseándose en chándal por los pasillos del City Hall vapeando y haciéndose fotos con quien se las pide. Como tampoco es raro verle en las citas más importantes con su esposa Caroline y sus dos pequeños. Y es que el Pro es un tipo familiar en todos los sentidos del término que, como el buen vino, gana enteros con los años.
Feliz cumpleaños, genio.
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Los fundadores de la Winamax, Alex y Christophe, dijeron adiós al torneo en el ecuador de este.
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El campeonato de Beer-Pong, Evento Principal para algunos, ha sacado el freak que muchos llevaban dentro
Para muchos, la verdadera cita importante dentro de la agenda de actividades del Winamax Poker Open de Dublín estaba fijada para hoy jueves a partir de las 19.00 h. En la sala de actividades de este City West se celebraba a partir de ese momento el archiconocido campeonato de Beer-Pong, reuniendo como ya es habitual una afluencia masiva ansiosa de beber cerveza barata y dar rienda suelta a sus instintos más primarios. A la postre, el resultado no hay decepcionado.
Hasta 101 parejas de jugadores se han dado cita en esta actividad más destinada al divertimento que a la competición per se, si bien es cierto que muchos se tomaron la cita con claras ansias de victoria, aunque a tenor por las imágenes, el participante medio buscaba más echar unas risas que aspirar a un triunfo que ni sabemos decir quién se ha llevado.
Ahí va una selección de imágenes de este Beer-Pong Challenge.
Si visto lo visto todavía no os habéis planteado que el año que viene el WPO de Dublín sea una cita ineludible en vuestro calendario, yo ya no sé...