El Strip de Las Vegas durante la celebración del Día de la Independencia, el 4 de julio
Las Vegas, baby. Las World Series of Poker 2022 ya han terminado y en el ambiente flota una sensación como de ausencia: es normal, sobre todo, porque es difícil reemplazar el vacío que dejan los 88 Eventos celebrados desde el 31 de mayo hasta el 17 de julio en las grandes salas del Ballys-Paris. Las WSOP mudaban este año de sede y cambiaban los neones rojos y azules del Rio por la sobriedad del edificio del Ballys, más parecido a un gran rascacielos que a un casino. Al menos por fuera. En el Paris, en cambio, la vista exterior seduce al visitante desde el minuto 1, con una Torre Eiffel a pequeña escala acompañada de un Arco del Triunfo también en tamaño de bolsillo. Siempre nos quedará París, ya saben...
A los españoles nos habría encantado cerrar estas WSOP 2022 con un brazalete. Es cierto: el listón estaba alto comparado con la edición invernal del año pasado, donde Adrián Mateos y Leo Margets (ambos miembros del Team Winamax, por cierto) consiguieron atarse la esclava de oro y brillantes a la muñeca. Este verano no ha sido así, y aunque el madrileño estuvo cerca, lo cierto es que no pudo pasar del 4º puesto en el 250k$ Super High Roller. No se puede ganar siempre, así que dejaremos que Alex Foxen reclame lo que es suyo, al menos en 2022. En lo que respecta a Leo, digamos que no ha tenido el run soñado...
El Paris, con la Torre Eiffel delante
Nuestra performance
No ha sido una cosa de Leo y nada más: los españoles nos vamos de Las Vegas con la sensación de que los dioses del póker este año no nos han tenido tanto en cuenta como en ediciones pasadas. Volvemos a repetir: estaba difícil superar lo del año pasado, pero entre los 62 nombres propios que de una manera u otra se han sentado en las mesas del Ballys-Paris en esta edición, esperábamos sacar algo en claro. Lamentablemente, ese "algo" no ha sido un brazalete pero sí unos cuantos fajos de billetes que, estamos seguros, ayudarán a paliar la depresión post-Vegas.
Como decimos, en nuestra base de datos constan 62 jugadores españoles con cajas en las WSOP 2022. Muchos de ellos han repetido varias veces y Adrián Mateos es un buen ejemplo de ello: hasta 8 paseos suma hacia los mostradores de cobro, donde destaca su 4ª posición en el ya mencionado Evento #50 por 1.367.206 $. Poco más para el de San Martín de la Vega, al que no la ha cuadrado ni la suerte ni el resto de torneos que ha jugado este verano en Sin City. Si algo no le falta a nuestro chico es sed de títulos y victorias, por lo que nadie duda que el año que viene volverá a intentarlo en busca de su quinto brazalete.
Uno que no se queda atrás es Lander Lijó, que con sus siete cajas firma su mejor año en las WSOP tras un puñado de ellos asistiendo asiduamente y no llevándose nada en claro, más que algún minicash. El donostiarra nos permitió soñar despiertos hasta los últimos compases del Main Event, donde cayó en 64º posición con un premio de 121.500 $. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar, ya que apenas dos días después, Lijó se quedó a un paso del brazalete en el Evento #83, llevándose 855.631 $ y firmando un runner-up contra Joao Vieira, del que hablaremos más abajo.
Hagamos una pequeña recopilación de cómo lo han hecho los nuestros...
- Número total de españoles ITM: 62
- Número total de cajas de jugadores españoles: 263
- Total de premios ganados por los jugadores españoles: 3.867.339 $
- Mayor número de premios: Adrián Mateos - 8 cajas por 1.441.499 $ en total
- Mayor premio: Adrián Mateos (Evento #50) - 1.367.206 $
- Menor premio: Yossi Obadía (Evento #51) - 700 $
Al margen de resultados en las WSOP, también es de recibo mencionar el 10k$ que se repartió Sergi Reixach con Alex Foxen en el Aria, que a pesar de que solo tuvo 23 entradas, terminó con final feliz para nuestros intereses: 82.082 $ para el srxakgirona que le dieron alas para encarar el resto del verano en Las Vegas.
Espen Jordstad, rey nórdico del Main Event
Se esperaba un Main Event de las WSOP multitudinario. Tras el fiasco de la edición invernal (COVID y restricciones para el viaje mediantes, por supuesto), la organización manejaba cifras. Muchas. Y altas. Altísimas: tanto fue así que se creo un hype inesperado porque quizá estábamos ante el Main Event con más entradas de la Historia... Que al final no lo fue tanto. La sensación de estar ante un evento de récord mundial duró hasta que Jack Effel cogió el micrófono, el 9 de julio por la tarde, y lo anunció: 8.663 entradas. Casi. Pero no: nos habíamos quedado a tan solo 110 jugadores de romper la marca de 2006, cuando Jamie Gold ganó ante 8.773 almas, llevándose 12.000.000 $ en el proceso. Estábamos ante el segundo mayor Main Event de la Historia y nosotros, los españoles, veíamos cómo 9 de los nuestros se presentaban en el Día 5 dispuestos a soñar por todo lo alto. Esto sí era un récord y no el casi Mega Main Event...
Pero los cantos de sirena vovieron a oirse tan pronto como el Staff cerró las cifras de participación, encomiándonos a todos al año próximo y a que esta vez sí, se romperá el récord. Ya lo veremos, porque es el mismo runrun que suena siempre después de cada Main Event... Sin embargo, si algo queda claro es que la COVID-19 destrozó la tendencia ascendente que vivía el Main Event hasta 2019 y que en 2020 se quedó vacante por no haberse celebrado WSOP algunas. No tomaremos de forma muy referencial la edición 2021, por lo que con los datos de 2022 en la mano, sí hay lugar para la esperanza el año que viene. ¿Será el más claro ejemplo de que, "cuando el río suena, agua lleva"? Habrá que verlo.
El que sí que lleva algo (y no es agua, precisamente) es el campeón Espen Jorstad. Este noruego que pasa ya la treintena fue el mejor de 8.663 jugadores en el Main Event de las WSOP. ¿El resultado? Un brazalete y un premio de 10.000.000 $ que, según decía tras la victoria, le servirán para introducirse poco a poco en el mundo de los High Stakes, "invertir en criptodivisas" y comprarse una casa. Poco más podemos contar de él que no hayamos contado ya, salvo que llegó chiplíder al último y definitivo día en el que solo 3 jugadores estaban llamados a hacer Historia: Michael Duek, Adrian Attenborough y él, claro está.
En el caso de Duek, que se fue primero, tuvo que "conformarse" con un premio de 4.000.000 $ y una tercera posición en una modalidad que no es la suya, ya que a él le gustan las cuatro cartas, o lo que es lo mismo, el Pot Limit Omaha. Sin embargo, acaba de firmar en No Limit Hold'Em el mejor premio de su vida y, probablemente, el pacto consigo mismo que le guíe por los caminos de esta variante en el futuro, por lo que le deseamos mucha suerte.
El australiano Adrian Attenborough, en uno de esos largos momentos de tankeo
Mención aparte merece Adrian Attenborough, runner-up del Main Event y fan number one de una mano, J4 off suit. Recordará el último día de su torneo durante muchos años, ya que tuvo un par de decisiones que probablemente, a día de hoy cambiaría. La primera fue un tankeo absurdo durante más de 20 minutos en un board sin mucha historia en el que terminó foldeando (y bien hecho). La segunda fue la que le condenó al 2º puesto, cuando tras una guerra de subidas y resubidas en flop, en una mano que venía previamente limpeada por Jorstad en el Botón, el australiano se leveleó como ya lo hubiera hecho minutos antes para, esta vez sí, pagar. Y comprobar de primera mano que cuando Jorstad apostaba, las llevaba. GG y 6.000.000 $ para su body.
Team Winamax: excelencia a manos de Joao Vieira
Otro año más, el Team Winamax no se ha ido de vacío de Las Vegas. Si en noviembre eran Romain Lewis, Leo Margets y Adrián Mateos los que se cerraban el brazalete en la muñeca, este verano ha sido Joao Vieira quien ha probado las mieles del éxito. Una maravillosa actuación en uno de los eventos más caros de las WSOP, el 50.000 $ High Roller NLHE, le reportó su segunda esclava de oro y brillantes ante uno "de los nuestros", Lander Lijó, que a punto estuvo de liarla. El Heads-Up fue duro, con subidas, bajadas, idas y venidas; pero ni el numeroso raíl español que se encontraba dándole fuerzas al vasco consiguió lo imposible. "Estoy muy contento. Me siento realmente feliz por este resultado. Es el premio a mucho esfuerzo. El pasado otoño me fui de aquí un poco triste, cansado, agotado. Muchas semanas jugando y los resultados no acompañaron. Esta edición de las WSOP parecía ir en la misma dirección, pero afortunadamente, el resultado que iba buscando acabó llegando...", decía el bueno de Joao tras ganar. ¡Vamos, campeón!
Lo cierto es que el resto del Team Pro ha tenido actuaciones más o menos discretas, salvando, como siempre, a Don Adrián Mateos, que como ya comentamos al principio del artículo consiguió un 4º puesto en el 100k$. Otro que se va de Las Vegas con una sonrisa es François Pirault "On_The_Road", que volvió a alcanzar una nueva mesa final aunque sin culminar como es debido: un 6º puesto para él en el 5k$ Freezout que le reportó 115.122 $ y unas tremendas sensaciones, como mínimo, para volver el año que viene a por todas. Y a por todos los brazaletes. Recordemos, también, que tanto Romain Lewis como Gaëlle Baumann fueron los dos únicos Team Winamax que llegaron a los premios en el Main Event, el primero quedándose en el puesto 542º y la segunda, en el 302º.
El 'famoseo' pokeril tampoco se queda atrás en Las Vegas
Terminamos con un rápido repaso de la escena internacional, siempre tan buscada por los focos en cualquier WSOP que se precie: Dan Cates se vistió de "Macho Man" en el Póker Players Championship y terminó llevándose lo gordo (1.449.103 $) gracias al espíritu de Randy Savage, un mítico luchador de wrestling estadounidense al que Cates quiso imitar y le salió bien. Su Heads-Up contra el brasileño Yuri Dzivielevski costó (unas 7 horas, más o menos), pero finalmente, el carioca terminó mordiendo el polvo. Cates, días más tarde, intentaría repetir ritual disfrazándose de dragón para el Main Event, pero el fuego se le apagó pronto...
Otro Dan, pero esta vez apellidado Smith también tiene motivos para celebrar. El brag de los High Stakes se hizo con su primer brazalete de las WSOP en el 25k$ Heads-Up. Y si hablamos de cosas Super High Roller, cómo no mencionar a Alex Foxen. El gigante americano ya lo había ganado (casi) todo, no tenía (casi) nada que demostrar y, al igual que Dan Smith, él también fue a por el brazalete que le faltaba en el torneo más caro para conseguir una victoria limpia, directa y colosal de 4.563.700 $. Boom.
El sensual Jake Schindler, el silencioso David Peters, las leyendas de los juegos mixtos Brian Hastings y Adam Friedman, pero también Scott Seiver (cuyo cuarto brazalete será recordado como el de las 43 balas en el Flip & Go) también tienen su lugar en el balcón de los protagonistas de estas World Series of Poker. El año que viene, volveremos con mucho más.
Gracias a todos y a todas por haber estado ahí, por haberos pegado al chat de Discord, por haber vibrado con las manos que ganaban los nuestros y que narraba Alex Hernando en rigurosísimo directo, por habernos leído, compartido e incluso sintonizado en alguno de los (pocos) directos en Instagram que hicimos. Gracias al staff de las WSOP por haber hecho de esta primera edición en el Ballys-Paris algo diferente pero a la vez, cotidiano con respecto a lo de los años anteriores. A cada uno de los crupieres que tiraron cartas, a los limpiadores, a las limpiadoras, a los técnicos de sonido, de imagen y a un sinfin de personas que, si no estuvieran ahí, no habrían hecho de estas WSOP 2022 lo que han sido: las segundas mayores de toda la Historia. ¡Gracias!
David S.