La placentera mesa final que llevó en volandas a Yuliyan Kolev hasta hecerse con el título del Evento #37 1.500$ MILLIONAIRE MAKER no tuvo nada que ver con el infierno que tuvo que pasar en la víspera, después de perder un flip contra Raúl Martínez y quedarse con una sola ficha. La debacle del 5k$ en mesa corta nos deja sin muchos más argumentos con los que animar esta nueva jornada de competición en Las Vegas, a la espera de que Amadi empiece su defensa del torneo de 250.000$.
La madre que me parió! HA GANADO EL MILLON! https://t.co/gYVJ3cZBM3
— Álex Hernando @ WSOP (@hernando_alex) June 23, 2022
La carambola que llevó a Yuliyan Kolev a ganar el MILLIONAIRE MAKER después de quedarse con una ficha lleva un día entero haciendo salivar a los cuentacuentos que recopilamos anécdotas del festival en nuestras hemerotecas. La fábula de la ficha y la silla de Jack Strauss pocas veces ha sido emulada con tanto rigor, y menos veces aún ha quedado la puerta abierta así, de par en par, para rememorarla.
Corría el año 1982. Jack Strauss estaba jugando el Main Event de las WSOP, y en una fase aún temprana del torneo, empujó todas sus fichas al centro. El bote se le concedió a su rival, así que Strauss desdobló sus intimidantes dos metros de altura y se dispuso a irse, recogiendo sus enseres de la mesa. La versión más repetida de la historia cuenta que Strauss se encontró una ficha extraviada debajo de una servilleta. Ya que nadie había declarado de manera explícita un all-in, se el permitió sentarse de nuevo y reanudar la partida. Probablemente no estaríamos rememorando este momento si no fuera porque le dieron un walk en la siguiente mano, y desde ahí siguió ganando fichas hasta ponerse entre los mejores stacks del día 2 para, posteriormente, liderar el torneo desde el final del día 3 hasta su conclusión.
A raíz de aquella anécdota, surgió el dicho "all you need is a chip and a chair", transcripción de un supuesto comentario que Strauss le hizo a su buen amigo Doyle Brunson cuando recibía las felicitaciones tras su victoria. Viene a decir que todo lo que se necesita para ganar un torneo es una ficha y mantener tu sitio en la mesa. Si te rindes, no podrás ganar nunca.
Crédito fotográfico: Alec Rome/WSOP.
Pues esta es, ni más ni menos, que la versión clásica de la crónica de la victoria de Kolev, calcada, más allá de que, en vez de liderar la mesa final, el búlgaro era segundo en fichas. Da igual, eso tuvo rápida solución. Kolev nunca volvió a tener todo su stack en peligro en toda la partida.
Evento #37: 1.500 $ NLHE 6-Handed
7.961 entradas (reentradas incluidas) - Prizepool: 10.627.935$
| Puesto | Jugador | Premio |
|---|---|---|
| 1 | Yuliyan Kolev | 1.125.141 $ |
| 2 | Oren Rosen | 695.390 $ |
| 3 | Tyler Gaston | 522.705 $ |
| 4 | Yita Choong | 395.545 $ |
| 5 | Dominic Brazier | 301.346 $ |
| 6 | Stanley Weng | 231.145 $ |
| 7 | Alen Tenorio | 178.515 $ |
| 8 | Bastien Joly | 138.821 $ |
| 9 | Nick Marchington | 108.704 $ |
| 10 | Raúl Martínez | 85.718 $ |
El tuit del día: Los papis, los cowboys...
The second best hand in poker… pic.twitter.com/NvCAU0hvKP
— Uncle Ron (@UncleRonAA) June 23, 2022
Jueves, 23 de junio: ¿El programa? Amadi es el programa
HOy el Paris se va a volver a rebosar de experiencia con el día 1B de los Seniors (607 clasificados de la víspera), y en el Bally's se mezclarán hasta cuatro torneos, apurando sus jornadas finales en el caso del Evento #44 10.000 $ H.O.R.S.E. Championship (5 left) y del Evento #45: 1.500 $ Pot-Limit Omaha 8-Handed (10 left), pero...
¿A quién le importan las visicitudes del populacho, cuando se abren las puertas del Paris a los Super High Rollers? Es una ocasión muy especial para el Team Winamax porque su capitán español, Adrián Mateos, inicia la defensa del título en el Evento #50: 250,000 $ Super High Roller No-Limit Hold'em.
Nos vamos a apostar a su vera y no le dejaremos ni a sol ni a sombra, hasta que volvamos a repetir la foto con el brazalete, o perezcamos en el intento.
Y para quien no tenga la banca para intentar derrocar a Adri, dará comienzo el Evento #49: 2.000 $ No-Limit Holdem, que esperemos esté plagado de españoles.
