Ilusión y entusiasmo son las notas dominantes si hablamos de la figura de Francisco Jiménez
Son muchos los jugadores acostumbrados a participar en torneos de poker, algunos a lo largo y ancho de la geografía mundial, los que estos días se han desplazado hasta Lloret de Mar para tomar partido en esta primera edición del SISMIX en suelo español. El Team Winamax al completo con Adrián Mateos y Leo Margets como abanderados, nombres como los de Sonny Franco o Aku Joentausta, son algunos de los regulares que se han dejado ver por este gran festival con el sello de calidad de Winmax. Sin embargo, para otros, el SISMIX es una buena forma de hacer sus primeros "pinitos" en la escena del poker presencial.
Es el caso de Francisco Jiménez, posiblemente un anónimo para la mayoría de la audiencia, pero que trae consigo una historia que reúne ilusión y entusiasmo a partes iguales.
Este joven malagueño de 25 años de edad, oficial maquinista de profesión y aficionado al poker, llega a Lloret de Mar clasificado a través de Winamax en un Expresso de 6€. Cuando el sorteo de aquel Expresso se paró y constató que una entrada para el SISMIX estaba en juego, la adrenalina se apoderó de él:
"No me lo podía creer. Fue una pasada ganar aquel Expresso. Yo soy un trabajador, padre, un hombre de mi familia. No me podría permitir pagar la inscripción a un torneo como este. He jugado alguna vez muy de esporádicamente en Torrequebrada, su torneo semanal de 70€, pero ni por asomo podía imaginar que jugaría un torneo de 500€ en un sitio como este. Estoy alucinando".
Francisco ha cruzado la península acompañado por su esposa Gema, quien espera tener que pasar muchas horas a pie de rail animando a su marido en la distancia. Eso significará que su experiencia se alarga lo más posible.
"He empezado mal, perdí un bote grande nada más empezar y bajé de 50.000 a 25.000 en los primeros minutos. Luego me doblé con 77, que es mi número de la suerte. Mi hija nació un día 7 y decidí que si me tenía que ir, sería con esa mano".
Gema y Francisco tienen una hija de 2 años y medio, la cual han tenido que dejar a cargo de sus familiares en su Churriana natal, la población malagueña donde viven.
"Me gustaría no irme de aquí sin hacerme una foto con Adrián (Mateos). Es mi ídolo y otro motivo por el que quería venir aquí. No creo que vuelva a tener una oportunidad de coincidir en el mismo torneo que él, así que en cuanto le vea, le pediré hacernos una foto que guardaré con un buen recuerdo".
Por ahora, Francisco se limita a vivir la experiencia, pero con las ganas de cualquier novel de hacer un buen papel. Empezaba dubitativo, pero su situación ha mejorado después de cruzar estas palabras. Ya maneja un stack que dobla al inicial, por lo que esperemos su tiempo en las mesas se prolongué lo máximo posible. ¡Enhorabuena y suerte!