Por primera vez, desde su llegada a España, Winamax ha convertido uno de sus festivales en una experiencia de póker que requiere varios de los salones de juego del Casino Gran Madrid de Torrelodones durante más de una semana.
El Winamax Poker Tour solo ha conocido un campeon en su corta y azarosa trayectoria, pero ha mutado ya en todo un señor festival, de pies a cabeza. La cita más esperada es la Gran Final de 500 € de entrada, destino y reflejo de todas las experiencias vividas y las ilusiones vertidas por el camino por miles de jugadores de la sala que han participado en los clasificatorios gratuitos, pasando por las Pasarelas, los freerolls, y, finalmente a punto de pisar la tierra prometida de la Gran Final donde espera dueño la espada que acabará ciñendo el ganador del festival.
Las fichas que barajan los participantes en el Battle Royale son las únicas que, por ahora, rompen el silencio entre el mar de mesas dispuestas en el escenario principal del torneo, Pero el dragón dormido amenaza ya con despertar. En menos de 24 horas desperezará sus alas y comenzará una batalla perdida contra la horda que asalta su fortaleza.
La fortaleza solitaria cobrará vida de manera repentina con la mesa televisada, los Deglingos, el Team Winamax, la Winaneta y toda la impedimenta que acompaña a los caballeros que buscan arrancarle el corazón, y que tras seis días de desigual batalla, acabarán por conseguirlo.
Nuestros fieles conocen la esgrima que requieren las mesas de seis jugadores, novedad en esta edición, y presentarán el pecho codo con codo con Adrián Mateos y Leo Margets sabiendo que el desenlace exige que todos vayan hincando la rodilla, sin excepción, clasificados online o campeones de las WSOP, hasta que el último en pie reclame el trofeo.
Esas gestas merecen ser cantadas, y para eso estaremos aquí. ¡Bienvenidos a la Gran Final del Winamax Poker Tour!