Después del pacto, el irlandés se conforma con la segunda posición (52.386€)
Evento Principal 550€ (día 3)

¡Se acabó! Entre gritos y muestras de júbilo, el Evento Principal del Winamax Poker Open ha llegado a su fin cuando en Dublín rondaban las 00:40h de la madrugada del domingo al lunes 24 de septiembre. Esa ha sido la hora en la que se ha tirado el último river, la última carta de la baraja con la que se ponía final a una semana de emoción, diversión y mucho poker desde el City West Hotel de la capital irlandesa.

Solo dos jugadores permanecían en la pelea después de que ellos y otros dos sellaran un pacto de caballeros con un apretón de manos primero y una rúbrica después. Andrew Dooley y Karol Wojciechowski garantizaban que el torneo se quedaría en Dublín, superando la amplia horda de tropas francesas desplazadas hasta esta capital europea. ¿Pero quién de los dos se llevaría el trofeo? Eso fue algo que costó aproximadamente dos horas de derimir.

Karol era el jugador que partía con ventaja, pero Andrew Dooley no estaba dispuesto a vender tan fácilmente su cabellera, máxime teniendo en cuenta que no solo había un título y un trofeo en juego, sino 20.000€ muy apetecibles.

Aunque las primeras escaramuzas sirvieron para que Wojciechowski cobrara ventaja, Dooley llegó no solo a remontar sino a gozar de cierto margen respecto al jugador de origen polaco que por algunos momentos pareció desinflarse, pero no fue así. Gracias a dos botes importantes en los que Wojciechowski conectó color de diamantes con su J10 primero y un ‘full house’ con 5d5h en un board T5104A después, el jugador de origen polaco se ponía con una ventaja que ya Dooley no sería capaz de remontar.

Llegó un momento que Dooley se quedó con 8 ciegas. Momento de doblar o morir. Lo intentó y aspiró a seguir con vida si el ‘flip’ decisivo hubiera caído de su lado, pero no fue así. El A8 de Dooley no encontró mejora en las comunitarias contra los 66 de Wojciechowski. Con un board 52J77 el torneo llegó a su fin.

Magnífico torneo para Andrew Dooley que no mostró objeción en ningún momento pese a no poder hacerse con el título: “Le debo mucho al EV. Para llegar hasta aquí he ‘runneado’ en modo Dios durante muchos momentos, por lo que no puedo sino estar contento con el resultado. ¿Hubiera querido ganar? Sí, claro, pero me voy satisfecho con el poker que he desplegado”.