El polaco se lleva la friolera de 692.252 € y es el campeón
Glowny se clasificó al torneo gracias a un satélite a través de Internet
Main Event Día Final; Nivel 35: 200k/400k-400k

Dicen que la Historia siempre se repite, para bien o para mal, y en esta ocasión, desde luego que la expresión cobra todo el significado. Como ya ocurriera en el EPT Barcelona en 2018, tres años después, también un polaco clasificado a través de Internet ha vuelto a llevarse el Main Event. En la ciudad condal fue Piotr Nurzynski, de 28 años, a quien le tocó llevar el sanbenito de "El nuevo Moneymaker" y en Praga, será Grzegorz Glowny quien coja el testigo de su compatriota. Comparten la nacionalidad, la edad e incluso la forma de clasificarse al torneo: un ticket online. Así las cosas, Glowny se lleva hoy de aquí la pica y 692.252 €, un tremendo premio que, si no hubiera sido por un pacto a 4 firmado a media tarde, ahora estaríamos escribiendo otra cifra.

En la mesa final más dispar que hemos visto últimamente, sin la presencia de ningún top-reg de renombre, el jugador de 28 años ha vuelto a poner a Polonia sobre el mapa en lo que a póker se refiere, un país que cuenta con sobrados jugadores de talla mundial como Dzmitry Urbanovich, Wiktor Malinowski o Dominik Panka, solo por poner unos cuantos ejemplos. Pues bien, la historia de Glowny se escribirá con letras doradas, como el trofeo que acaba de ganar y al que ya soba, besa, muerde y mira con unos ojos que más de uno (y de una) quisiera para su pareja.

Y es que su camino hasta aquí no fue fácil: el Día 2, Glowny terminó con 25.400 puntos, por debajo del stack inicial. Pero fue solo un momento: el Día 3 fue el de la auténtica remada, acabando con más de medio millón de puntos y una sensaciones increíbles. Supo conservar sus fichas la jornada siguiente, bajando ligeramente pero llegando al Día 5 con 2.2 millones de puntos y un sueño: colarse en la mesa final. Lo consiguió, y a pesar de entrar hoy en último lugar, jugó un póker muy interesante, con rangos de cold-call amplios a las aperturas de sus rivales y sin nada de miedo. Escudriñando a sus rivales a la perfección, estudiándolos, analizándolos para tomar, en cada momento, la mejor línea a seguir. Bien es cierto que la paciencia es la madre de la ciencia, al menos en este juego, y de eso, Glowny estuvo sobrado.

Fue el mejor. Fue el más paciente. Fue el que mejor jugó. Y eso, a veces (otras no), los dioses del póker lo recompensan. Tras un Heads-Up que duró cerca de 2 horas, en el que tanto Cortellazzi como Glowny estuvieron prácticamente empatados durante todo el tiempo, tan solo un puñado de manos a la vuelta del killer-break (como popularme se le ha apodado a este descanso) decantó una pequeña diferencia para Glowny. En ese impass, el italiano recibió A9 en la ciega grande y ante el limp de Glowny con QQ en la pequeña, decidió meterlas todas. Ese movimiento le había salido bien durante más o menos toda la tarde, el de shovear cantidades ingentes de ciegas, haciendo incluso que en más de una ocasión Glowny tuviera que abandonar buenas manos. Pero en el Heads-Up todo es distinto: el polaco no tardó ni medio segundo en pagar. El board fue benevolente: 5J5J10 y Glowny lo celebró pegando un grito.

La siguiente mano fue el final del Main Event. Cortellazzi, con 10 ciegas, se movió All-In con 84, una muestra de la desesperación del italiano porque acabase todo. Y así fue, porque Glowny descubrió KQ y, tirando una ficha al aire y dejando que cayera graciosamente sobre el tapete, pagó. Un turn K cerró las opciones del italiano, que se va a casa con 579.420 € y la sensación, seguramente, de que podría haber ganado el Main Event si su pasividad en muchos momentos (más de los permitidos) no le hubiera lastrado. "No me lo esperaba para nada, es la primera vez que vengo a un EPT", acertaba a decir Glowny minutos después de ganar. "Estoy con mis amigos, han venido para apoyarme y no les he defraudado: ¡esto es alucinante!", continuaba el ganador de este Main Event, que concluyó diciendo "si no es hoy, ¿cuándo voy a celebrar algo?". Pues claro que sí, ¡te lo mereces!

Main Event EPT Praga 5.300 €
1.190 jugadores - Prizepool: 5.771.500 €

* Indica pacto en la mesa final

Por nuestra parte ponemos punto y final a la cobertura desde el Kings Casino de Praga. El primer EPT postpandemia ha estado a la altura de las expectativas y tanto la organización, como el staff, los crupieres y el resto de gente que ha hecho posible este evento estamos seguros de que lo han disfrutado tanto o más que nosotros. Esperamos haberos hecho pasar un buen rato leyendo nuestras actualizaciones y antes de irnos, simplemente nos gustaría recordaros que nos volveremos a ver de aquí a no mucho tiempo si el COVID-19 y la situación mundial lo permite. ¡Do konce roku! (Hasta la vista en checo... o eso dice el traductor).

Adrián acaba cayendo en quinta posición con un premio de 162.190 €
Día 3 €10k High Roller (4/271 jugadores)

Unos días atrás, Adrián llegaba a la mesa final del €50k High Roller con una cómoda ventaja respecto a sus rivales, lo que invitaba a pensar que el madrileño pudiera conseguir en Praga un nuevo e importante resultado para sus intereses particulares. En lugar de eso, y repetimos, llegando primero a falta de cinco jugadores, Adrián acabó cayendo en 5ª posición. Hoy, llegando líder tras el descanso de la cena a falta de cinco jugadores, ¿alguien se imagina en qué posición ha acabado cayendo? Efectivamente: el quinto.

Un dejà vu en toda regla, pero así ha sido. Básicamente, a la vuelta del descanso de la cena, una cena que compartimos con Adrián, tranquila, sosegada, en la que incluso a Adrián le dio tiempo a subir a la habitación y echarse una cabezadita, todo salió al revés. Y se veía venir después de los encontronazos que Adrián y Andriy Lyubovetskiy tuvieron nada más tomar posiciones.

El reguero de fichas de Adrián fue un desangre continuo hasta quedarse con un millón e incluso menos, que sumado al cambio de nivel y su consecuente subida de ciegas, relegaba a Adrián a 8 o 9 ciegas, que la primera vez que le llegó una mano limpia a la ciega grande, las mandó para dentro, con la mala pata de encontrar a Conor Beresford en la grande con una mano suficientemente buena como para pagar, y de hecho, la peor que Adrián se podía encontrar, pisado por completo. 

Q4 para Adrián y A4 para el inglés. Tiraban un flop que daba alguna esperanza de split y poder seguir intentando la remontada: 653 pero ahí se acabó la cosa. El K fue el último turn que Adrián vio en este EPT Praga y el 8 el último river. Chimpun. Colorín colorado, este cuento se ha acabado, con una 5ª posición por valor de 162.190 €. 

Un deep-run en el €50k Super High Roller, un deep-run en el Main Event y un deep-run en el €10k High Roller. ¿Balance? Positivo, se supone, ¿no? "Ahora mismo, estoy caliente... Siempre quiero ganar, y cuando vas líder a falta de cinco, no quieres caer quinto, así que ahora mismo tal vez no sea muy objetivo, pero está claro que ha sido un viaje positivo y que debo estar contento. Pero eso no hace que me vaya de este torneo pensando que podría haber quedado mejor, vista la mesa. Pero bueno, al mismo tiempo pienso que hubiera jugado todas las manos igual, y hubiera hecho los mismos folds que he hecho, así que pocos reproches en ese sentido". 

La agenda de Adrián, ahora, vuelve de nuevo al póker online antes de preparar su viaje a Montecarlo con motivo de un nuevo EPT, antes de que Madrid y el Winamax Poker Open centren su atención. Nos vemos entonces, ¿pronto? Seguro que sí... 

El duelo entre Andriy Lyubovetskiy y Adrián está llamado a acabar en drama
Día 3 €10k High Roller (5/271 jugadores); Nivel 27: 30k/60k - 60k

La vuelta de la cena no ha sido todo lo plácida que nos hubiera gustado para los intereses de Adrián Mateos, quien parece tener entre ceja y ceja a Andriy Lyubovetskiy, sentado justo a su derecha. Ucrraniano y madrileño se han visto las caras en el tapete ya en múltiples ocasiones, desde botón contra ciega pequeña, en guerra de ciegas, desde UTG contra ciega grande... Duelos de casi todos los colores, de los que, por ahora, Andriy Lyubovetskiy se lleva la voz cantante. 

De hecho, en la última mano hemos visto a Adrián en ese típico semblante en el que nada le cuadra y se muere de ganas de pagar, pero al final, acabó no haciéndolo. 

Una mano abierta por el ucraniano en el botón y 3beteada por Adrián preflop en la ciega pequeña. En un flop QJ9 Adrián apostaba 450.000 y el ucraniano pagaba para ver cómo saltaba un 8 en el turn en el que Adrián esta vez decidía pasar. Lyubovetskiy era esta vez quien apostaba, el mismo tamaño que hizo Adrián en el flop, es decir, 450.000 y Adrián que pagaba para ver un 5 en el river. De nuevo, check de Adrián y el ucraniano que se paraba varios minutos, gastando un par de extensiones de tiempo, antes de anunciar "all-in".

Adrián pedía la cuenta y algo no le cuadraba. Hacía varios gestos, con las manos, con la cabeza, con la frente... Se moría de ganas por pagar, pero finalmente, acabó mandando sus cartas al mazo, quedándose con 2.550.000 puntos por detrás, mientras el ucraniano es ahora quien lidera con más de 4 millones de puntos en su haber. 

El siguiente asalto entre estos dos, no tardará en llegar, sino al tiempo. 

El polaco lidera 2 a 1 el cara a cara final frente al italiano
Main Event Día Final; Nivel 35: 200k/400k-400k (2/1.190 jugadores)

Son dos. Y son los últimos. Andrea Cortellazzi y Grzegorg Glowny grabará su firma en la pica dorada insertada en el trofeo que se llevará el gran ganador de este Main Event del EPT Praga. Un pacto a media tarde ha dejado vistos para sentencia los premios de cada uno, así que ambos jugadores ahora mismo compiten por 110.796 € más el ya mencionado galardón. El polaco se encuentra liderando, con un stack aproximado de 50.000.000 mientras que su rival, Cortellazi, tiene 25.000.000. Las ciegas son 200k/400k con BB/ante de 400k. O lo que es lo mismo: las 125 ciegas de Glowny por las 62 del italiano. La suerte está echada... ¿Quién será el próximo ganador de este Main Event?

El jugador griego queda 3º y cosecha el mejor resultado de su carrera con un premio de 497.278 €
Main Event Día Final; Nivel 35: 200k/400k-400k

Solo era cuestión de tiempo que, tras el pacto producido a media tarde entre los cuatro jugadores, estos empezaran a levantarse de las sillas para cambiar la tarjetita correspondiente a su puesto por los billetes. Así perdimos a Gab Yong Kim, otrora líder de la mesa final y el mejor parado tras el deal; y hace escasos minutos ha sido Alexandridis el último en abandonar. Lo cierto es que él era el stack del medio, una posición que a veces es cómoda pero otras veces no, y la varianza quiso que esta vez fuera de las primeras.

Primero perdió contra el polaco Glowny un AQ vs. AK en un board que vino calentito: Q610JA. Bajó hasta los 10.000.000 cuando antes había estado liderando como un rey y después, quizá un tanto hastiado por la mano anterior y la duración de la mesa final, decidió que su A9 era bueno para pagar el shove de Glowny desde el botón con A8. Alexandridis estaba en lo cierto, iba por delante, pero no fue el flop sino el turn lo que le llevó a los infiernos: un 8 que le dejó seguramente con bastante mal sabor de boca y... bueno, medio millón de euros en el bolsillo.