LuckyKitten, un árbitro reconvertido en top reg

Por dentro

Gerard Rubiralta, natural de Badalona y con tan solo 26 años, cambió un buen día el silbato por las cartas y así hasta hoy. Su primer premio de 42.991 € en el Marathon Championship de las Winamax Series no hace sino confirmar su gran estado de forma.

LuckyKitten, un árbitro reconvertido en top reg
Gerard Rubiralta contesta a la llamada de Winamax con la voz entrecortada. Son los nervios. Apenas han pasado 24 horas desde el pinchazo más gordo de su vida y aún lo está digiriendo: "No había llegado a las cinco cifras nunca. Es la primera vez que supero los 10.000 €, que ya es muchísimo", anuncia, todavía en shock. En su cajero hay ahora 43.000 € más de los que había antes gracias a su victoria en la jornada inaugural de las Winamax Series, cuando coronó el Evento 8 - Marathon Championship de 250 € de buy-in ante 935 jugadores.

No es el primer premio que LuckyKitten gana en nuestras mesas. Antes ya vinieron un Battle Royale y un Summer Shots, entre otras cosas, pero Rubiralta sabe que este ha sido el punto de inflexión. La condición sine qua non por la que dejó el arbitraje y no decidió buscar trabajo una vez terminó la carrera de Administración y Dirección de Empresas el año pasado. El póker. El juego de cartas al que lleva dedicando "un par de años en serio" pero al que sabe jugar desde los 18. Ahora, con 26 primaveras, el catalán ha cumplido una de las metas que se puso en 2020 una vez acabó sus estudios: profesionalizar el naipe.

LuckyKittenAunque confiesa que siempre le han gustado "los juegos de cartas", no siempre fue el de la baraja francesa su roba tiempos. Antes, Rubiralta ocupaba sus horas en un conglomerado de actividades, entre las que estaba el arbitrar partidos de fútbol, estudiar para la carrera, el póker los fines de semana y un videojuego, el Top Eleven. Este último es una versión mejorada y online del conocido Championship Manager, ese simulador que causó furor allá por los 2000 en el que uno se podía poner en la piel del entrenador de su equipo de fútbol favorito y triunfar o degradar al club hasta la 3ª División Regional. "Un día dije, 'joder, es que estudiando un poco de póker estoy ganando más que en este juego, que no gano nada'", y lo mandó al cajón.

Si bien la idea de "profesionalizar el póker", como él dice, le atraía sobremanera, también sabía que este es un camino largo y tedioso en el que no gana el que llega antes, sino el que anda más, mejor y más derecho. "Hace un año y medio lo que quería era solo dedicarme a esto, sin ningún objetivo de 'quiero ser el mejor' o 'quiero jugar en lo más alto'", explica. Con la tranquilidad del que sabe que va lento pero seguro, Rubiralta pasó por varias escuelas (BePoker, Secondbarrel, Pokerevolution...), extrajo el máximo conocimiento de cada una de ellas y hoy se ha convertido en el campeón de uno de los eventos más gordos que ha celebrado Winamax últimamente. Al César lo que es del César.

"Cuando lo tienes todo de cara es cuando ganas"

Rubiralta cuenta que estos últimos meses había estado teniendo "varios deepruns gordos, quedándome a falta de 20 o de 30 jugadores o haciendo alguna mesa final con 30.000 o 40.000 € on top". Reconoce que fue en este torneo cuando le salió todo, y por todo hablamos de ganar los flips, colar los faroles y "que te paguen las value bets". Entró con un buen stack en la mesa final que fue deshaciéndose conforme pasaba el tiempo, pero entonces llegó uno de los "botes clave" del torneo, que no es otro que el auténtico 4 % al river: un 5 milagroso (mano 70/195) que saltó por los aires las dobles parejas de nomn0mnom. Eso ocurrió cuando aún quedaban 7 jugadores, pero le permitió volver a las 33 ciegas y coger un poco de aire para lo que venía.

Después, el catalán habla con calma sobre un call que, sin duda, fue el call del torneo. "Cuando quedábamos 4 me la tuve que jugar con KJ. Es bastante border", reconoce. La situación es la siguiente: un jugador a su derecha presiona a los shortstacks empujando todas al centro y LuckyKitten, último en fichas, tiene una decisión. Pagar o no pagar Rey-Jota (mano 187/195). Finalmente paga para ver cómo va dominando a su rival (que lleva K10) y ganarle en última instancia. "En la siguiente mano me doblo con AQ y en 7 manos ya se acaba el torneo", explica. Y es cierto: el Evento 8 pasó de tener 4 jugadores compitiendo por un premio de 42.991 € a solo uno en un puñado de manos. "Cuando lo tienes todo de cara son los torneos que ganas", sentencia Rubiralta.

El gran premio al trabajo bien hecho ha tardado un par de años en llegar, y LuckyKitten no puede estar más orgulloso. "Mi objetivo siempre fue prolongar el póker en el tiempo y dedicarme a algo que me encanta", continúa. Solo así, enamorándote de algo, uno es capaz de dar el 100 % de sí mismo. Rubiralta lo hace cada vez que se sienta frente al ordenador, de igual forma que cuando se sienta en una mesa de póker en un casino. "Algún día me gustaría poder jugar torneos en vivo de los más altos, algún Main Event, jugar en las WSOP… Ganar algo así sería lo mejor", continúa. Más fan del live que del online, de momento asegura su presencia en el CEP de Barcelona (del 17 al 26 de septiembre) y no cierra la puerta a ir a Rozvadov en el marco del SPF en febrero.

La mejor inversión es uno mismo

LuckyKitten CNP

Gerard Rubiralta (centro) analiza a Omar del Pino durante el Highroller del CNP de Madrid en julio.

Consciente de lo que acaba de conseguir, LuckyKitten se muestra tajante acerca de lo que hará con el dinero: "Quiero pensar bien cómo invertirlo, pero no voy a gastar por gastar", dice. Reconoce que la mayoría se quedará en el cajero, aunque quizá amplíe horizontes pokerísticos fuera de la habitación: "El único capricho que me dé será el de pagarme algún torneo en vivo que no jugaría de normal. Si me tengo que dar algún homenaje será algo así. Intento no cambiar nada de lo que hago por haber tenido un resultado positivo, es importante eso", continúa el de Badalona.

Para terminar, y solo para que conste en acta, LuckyKitten se deshace en elogios hacia Winamax, de la que asegura haberse convertido en su "sala principal". Preguntado acerca de la oferta de torneos con la que contamos, Rubiralta desvela que intenta "jugar todo lo que puedo ahí, ya que el lobby es muy completo, con buenas estructuras en los torneos de buy-in alto". Y también tiene palabras de agradecimiento para nuestro servicio de atención al cliente, del que asegura que "cuidan a los jugadores muy bien". Hoy por ti, mañana por mí. ¡A seguir la senda victoriosa, Gerard!

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David S.

Pensaba que lo mío era el periodismo y no el póker. Pero al final elegí el póker y terminé haciendo las dos cosas.

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