Cartas marcadas

Por dentro

Cartas marcadas

La comunidad del póker no escapa a la difícil situación que se vive hoy en día globalmente.

La tormenta perfecta

Es indudable, por su naturaleza, que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es uno de los colectivos que durante toda esta situación está mostrándose en primera línea de fuego, velando por la seguridad y bienestar de la sociedad española y ayudando en otras muchas labores como el montaje de hospitales de campaña, el reparto de alimentos a los más dependientes y preocupándose, cómo no podía ser de otra forma, de que permanezcamos en casa hasta nueva orden. Uno de esos FCSE es, lógicamente, la Guardia Civil, cuerpo al que pertenece este primer protagonista: Sergio Sánchez.

Sergio y Arantxa  Este Cabo 1º de la Guardia Civil vecino de Valdemoro (Madrid) y aficionado en sus ratos libres a la baraja, ha tenido que atravesar una situación desgarradora durante las últimas semanas. Su particular pesadilla empezó a principio de febrero, cuando su esposa Arantxa (en la foto) se empezó a encontrar muy mal.

"Tuvimos que hacer varias visitas al hospital para que mi mujer se sometiera a ciertas pruebas que, dada la sintomatología, pudiera descartar la existencia de esclerosis múltiple en su organismo. Tres semanas más tarde, la mejoría fue latente y nos llegaron los resultados de esos tests que descartaban la esclerosis múltiple".

Sin embargo, no había tiempo para la celebración. Casi solapando una buena noticia, llegaba una terrible. Sergio empezó a notar unos fuertes dolores en la zona pélvica. Una analítica y una ecografía después le confirmaban un tumor maligno que debía ser operado de urgencia. Su vida corría peligro.

Días de pruebas y preoperatorio para que llegara el 10 de marzo, fecha en la que se sometió a la intervención para poder subsanar esa terrible situación. Pero como sabemos, por aquellas fechas el 'tema' había ya estallado con fuerza en la Comunidad de Madrid, provocando rápidamente la saturación de la mayoría de centros hospitalarios.

"Tuve un post-operatorio de 24 horas, tras las cuales Pedro Sánchez decretara el Estado de Alarma. Si no me hubiera operado esa semana, no quiero pensar qué hubiera sido de mí. El mes de marzo ha sido una auténtica pesadilla”. 

¿Alguien se puede imaginar lo que debe ser enfrentarse a la recuperación de un cáncer terminal sin las atenciones médicas necesarias? En muchos casos, combatir un tumor es sinónimo de quimioterapia, y el de Sergio no iba a ser una excepción. Pero su esposa (por rizar el rizo) es enfermera, y ya empezaba a estar muy informada sobre cómo tratar distintos casos de afectados. A oídos de Sergio llegó la siguiente información: los inmunodeprimidos por quimioterapia que contraían el virus, fallecían. Así que tocó esperar, tocó renunciar a un proceso que, aunque duro y desagradable como son ese tipo de ciclos, era necesario para superar una enfermedad, sin embargo, la prudencia no acabó de dar el resultado esperado. El 28 de marzo Sergio se empezó a encontrar mal, sufriendo una fiebre severa que le duró 5 días en bajar. Su post-operatorio cobraba una nueva dimensión. Superar un tumor desde el aislamiento total, solo compartiendo habitación unos pocos minutos al día para que su esposa le realizara las curas pertinentes, sin quimioterapia, sometiéndose solo a controles en cortos espacios de tiempo y asegurarse así que el cáncer no vuelve a despertarse. 

Estamos llorando un montón en casa, pero cuando tocas fondo, ya solo queda subir y recomponerte. Aun y así, me siento culpable por no poder estar con mis compañeros ayudando en estos momentos tan difíciles”.

La buena noticia, en todo esto, es que Sergio ha superado la cuarentena y los síntomas del “bicho” han desaparecido, si bien hay cosas (como seguro ocurrirá a muchos afectados) que no acaban de comprender. Arantxa mostró síntomas siendo la única persona que le pudo contraer el virus, sin embargo, las pruebas de diagnóstico a las que se sometió en el hospital donde trabaja dieron negativas, algo no del todo concluyente, pues se están dando casos de negativos fallidos, por lo que la cautela sigue siendo la nota predominante en casa. 

Cuando redactamos estas líneas, Sergio sigue con su post-operatorio, sano y con la convicción de superarlo en el menor tiempo posible. 

Ángeles con mascarilla

Si las FCSE es uno de los colectivos que más se está exponiendo a potenciales contagios, qué se puede decir del personal médico y sanitario que día tras día se deja el alma por minimizar en la medida de lo posible el número de decesos, contagios y en definitiva, afectados por este dudoso invitado que ya se ha instalado en nuestras vidas. Las 20:00 h de la tarde se ha convertido en un (breve) momento de recuerdo para todos esos ángeles con mascarilla que están dando la mejor versión del ser humano. 

Nuestra protagonista en este aspecto es Esperanza Fernández, más conocida en las redes y en las mesas como Espe1980. En circunstancias normales, esta madrileña se deja ver a menudo por algunos torneos, por iniciativas con el sello de King Kong Poker y en definitiva, por casi todo lo que se mueve en la Comunidad de Madrid. Hoy en día, sin embargo, la baraja ha pasado a un segundo plano. Es hora de arrimar el hombro y ayudar desde su rol de enfermera.

Habitualmente trabajo como enfermera en un centro de atención primaria. Sin embargo, cuando se planteó la posibilidad de abrir IFEMA como centro hospitalario, pidieron voluntarios para trabajar allí y no lo dudé. El primer grupo de trabajadores que lo arrancamos fue bastante numeroso, y la situación que nos encontramos fue tremenda. ¿Por qué? Porque cuando IFEMA abrió, no llegaban allí pacientes leves o moderados, sino más bien moderados tirando a graves o muy graves, lamentando pronto los primeros fallecimientos en IFEMA”. 

Según nos cuenta Espe, su desempeño estuvo desde el principio focalizado en el Pabellón #5, un pabellón donde el goteo de pacientes fue incesante, sufriendo una sobrecapacidad notoria. Camas prácticamente pegadas unas con otras, tal vez con metro y medio de separación, sin biombos lo que limitaba hasta la inexistencia toda intimidad entre pacientes, algo que según Espe comportaba una importante carga psicológica para los enfermos: “podían estar presenciando curas o intervenciones sencillas, hasta el fallecimiento del paciente que tenían al lado. Terrible”. 

Espe ha sido, hasta hoy, uno de esos muchos ángeles con mascarilla que han acudido diariamente a IFEMA desde que el recinto ferial madrileño se convirtiera en un improvisado centro hospitalario por donde han pasado tantos y tantos casos, y donde se puso el foco de atención desde el primer momento, lo cual a su vez creó cierta sensación de indefensión a los centros sanitarios que ya atendían pacientes hasta el momento. 

Todos los que estamos en IFEMA desde el principio hemos tenido que ir aprendiendo sobre la marcha sobre cómo se comporta este virus y cuáles son sus protocolos de atención, protocolos muy cambiantes y muy dinámicos. Cada día llegan nuevas informaciones sobre cómo debemos actuar y trabajar”. 

Sin embargo, Espe nos cuenta que la intención de los estamentos gubernamentales es poder cerrar IFEMA en el menor plazo de tiempo posible, por lo que su labor allí ya ha terminado cuando escribimos estas líneas:

Según se va superando la sobresaturación de los hospitales, se van cerrando pabellones y se van cerrando etapas. Confiamos en que no vuelva a producirse un repunte, lo cual significaría otra vez una tensión importante en el sistema sanitario. El personal sanitario cada vez estamos más cansados y más contagiados. De hecho, somos el colectivo más contagiado si nos comparamos con otros países”.

¿Y cómo se afronta situaciones de esta magnitud y carga emocional? ¿Cómo puede ir uno a trabajar día tras día sabiendo el cuadro dantesco al que nos vamos a enfrentar? Muchos (entre los que me incluyo) se hacen esta pregunta en un intento por valorar y enfatizar la labor de todo el personal sanitario que en estos días (y siempre, en realidad) se están dejando la piel para llevar a cabo su labor.

No es fácil. Son situaciones muy límites, situaciones en las que tienes que tomar decisiones fuertes que sabes que van a repercutir en la vida de una persona y en sus familias. Estar al lado de personas que están a punto de fallecer, tener que aplicar tratamientos paliativos para que estén más cómodos en esos últimos momentos de sus vidas, ver cómo algunos pacientes llaman a sus familiares para explicar la gravedad de su situación y para despedirse... Estos días he visto el miedo en el rostro de los pacientes”. 

¿Y las condiciones de trabajo? ¿La exposición al riesgo por parte del personal médico? ¿Cuál fue tu experiencia en este sentido?

En IFEMA, los primeros 3 o 4 días eran protecciones bastante integrales la verdad, estaban muy bien, no puedo decir lo contrario. Me sentía mucho más protegida de lo que pudiera sentirme en cualquier centro de salud convencional. De hecho, hay mucho personal sanitario que se está teniendo que proteger con bolsas de basura. Una pena. 

Lo que se ve por la tele, como tantas veces ocurre, dista mucho de la realidad. Es cierto que se han visto imágenes en IFEMA de pacientes bailando o dando muestras de alegría, lo cual está muy bien para proyectar una imagen de optimismo, pero no es menos cierto que esos pacientes eran pacientes 'altables', que pronto recibirían el alta médica. En los pabellones donde estaban los más malitos, no veía yo a nadie saltando ni bailando”. 

Es indudable que el personal sanitario de nuestro país está siendo el colectivo que más está haciendo en la lucha de esta terrible situación:

Las marcas en la piel son molestas, pero desaparecen. Las marcas psicológicas son mucho más duras y difíciles de gestionar. Yo tengo pesadillas a diario y no sé cuánto tiempo llevo sin dormir con normalidad [...]. Lo que está claro es que toda esta situación que estamos viviendo, nos marcará por siempre. 

Y nosotros, como no podía ser de otra manera, muy orgullosos de todo el colectivo sanitario de nuestro país. Gracias Espe por compartir tu experiencia con nosotros, y gracias a todo el colectivo sanitario de nuestro país. 

Aires de cambio

La experiencia y los torneos presenciales, nos han permitido siempre coincidir cerca de una mesa de póker con personajes y caracteres verdaderamente singulares. Un ejemplo de ello es la figura de Paco Blanco, un piloto de avión que trabajar para una importante aerolínea, a quien seguir en Twitter puede aportar una visión muy distinta de las cosas, muchas de ellas desde el aire, aunque de un tiempo a esta parte, y según evoluciona toda esta situación, Paco se está mostrando más con los pies en el suelo que nunca. 

Paco Blanco

Paco, durante las WSOP 2019

El pasado verano ya pudimos coincidir con él con motivo de las WSOP, lo cual nos permitió charlar un poco con él y conocer su experiencia, una experiencia que nos ha vuelto a parecer de mucho valor, pues su punto de vista puede ayudarnos a esclarecer cómo pueden ser las comunicaciones de ahora en adelante: 

Yo lo vi venir hace bastante tiempo, no solo yo, sino también otros como yo, por un motivo muy concreto, y es que estamos conectados con todo el mundo. Tengo amigos que vuelan en China, amigos que llevan muchos años instalados en Hong Kong, y desde el primer momento me comentaron lo que estaba sucediendo, mucho antes de que las noticias llegaran a Europa. Me empezó a llegar información de que a algunos amigos no les dejaban volar a determinadas zonas de China, que algunos estaban teniéndose que coger vacaciones forzadas y les han terminado despidiendo de sus compañías chinas porque no hay trabajo... Más o menos fueron estas señales las que me hicieron ver lo que estaba por llegar, máxime cuando empecé a ver que las aerolíneas se quedaban en el suelo. Lufthansa, fue la primera aerolínea a nivel europeo que empezó a dejar sus aviones en el suelo provocando un efecto dominó como el que estamos viendo ahora, por lo que si tienes una visión mínimamente global de lo que sucede a tu alrededor, es fácil de ver la gravedad del tema. Además, yo que invierto algo de dinero y sigo dichas inversiones de cerca, pronto empecé a ver la tendencia de los mercados”.

¿Cómo cambiará a partir de ahora nuestras vidas? ¿Volveremos a tener una vida 'normal”? ¿Recobraremos nuestras rutinas, nuestros rituales y nuestra forma de relacionarnos con la sociedad? Sobre esto también nos ha interesado conocer el punto de vista de Paco. 

No hay mal que cien años dure, dice el dicho, y sí creo que volveremos a vivir otra vida, pero sí creo que van a cambiar las cosas para siempre. El 11S, cuando cayeron las Torres Gemelas en NY, cambió la aviación en concreto en cuanto a la seguridad (líquidos, protocolos de seguridad, etc). Bueno, pues esto será más o menos lo mismo pero multiplicado por diez. Deduzco que durante dos o tres años la distancia social se tendrá que mantener, y medidas de este tipo se tendrán que ir ajustando a las circunstancias. Por ejemplo, mi percepción es que el próximo mes de septiembre, por decir un mes en concreto, no estaremos todos en el parque jugando y riendo. Nos cambiará la forma que compramos en el supermercado, la forma que hacemos la cola en el médico, la forma cómo pagamos en el banco... Si ya hacíamos prácticamente todo por Internet, ahora mucho más. Y si quieres volar, al final, vas a tener que hacerte un test. Ya hay una compañía que lo está haciendo, Emirates concretamente. Ya está empezando a hacer tests rápidos de sangre con una lanceta, como si de una medición de azúcar se tratase, y esto creo que habrá que dejarlo plasmado en una cartilla de vacunación como las que son obligatorias presentar cuando viajamos a países tropicales donde es obligatorio estar vacunado de dengue o fiebre amarilla. Esto también creo que será necesario cuando haya vacuna”. 

Pero ¿cómo impacta toda esta situación para alguien cuyo modus vivendi está claramente relacionado con las comunicaciones y la aviación como es el caso de Paco Blanco?

Nosotros no somos inmunes a todo esto que está sucediendo. A día de hoy, prácticamente no se vuela. Volamos si hay que hacer repatriaciones. Si por ejemplo se ha quedado un grupo de ingleses en Nueva Zelanda, eso sí es un motivo de volar, pero no son muchos los motivos por los que un país te deje aterrizar, que es el principal problema. España, sin ir más lejos, ya no permite vuelos de pasajeros así que, bueno, soy consciente que voy a volar menos de lo que estaba acostumbrado. 

Por mi parte, como digo, me siento muy afortunado. Mi compañía me sigue haciendo volar, algo que no pueden decir compañeros que trabajan para otras aerolíneas. La recuperación de esto será muy lenta y progresiva. Cuando los contagios se controlen, llegará la fase de la recesión económica, que será realmente dura y pasará como ocurre en todas las grandes crisis: los más preparados saldrán reforzados mientras otros vivirán auténticos dramas”. 

Hoy en día, Paco intenta buscar el equilibrio entre la alegría que puede sentir cualquier persona que mantiene su empleo y sigue haciendo lo que le gusta como en su caso es volar, pero también tomando y extremando las precauciones para volver sano y salvo a casa.

Autonomía poco autónoma

Jose Granada  Se avecina un drama que sufrirán los autónomos y pequeños empresarios, muchos de los cuales se las tendrán que arreglar para poder mantener a flote sus negocios y plantillas si las hay. Cómo no, también nos ha parecido digno de valorar un testimonio en esta línea. Para ello hemos hablado con José Mª Martínez-Abarca, “Petete” para los amigos, y responsable de la producción de la mayoría de vídeos que recientemente se han producido para el canal de Winamax España.

Como productor audiovisual que soy, muchos de los proyectos que tenía en danza se han cancelado, algo que bien sabéis porque uno de esos proyectos que estaban presupuestados y aceptados era el que me iba a llevar a trabajar durante la Gran Final del WiPT. No sé si esos proyectos se retomarán en el futuro, ojalá así sea, pero la verdad es que a día de hoy, no tengo ninguna noticia al respecto. En mi caso, son cinco proyectos los que se me han caído, lo cual significa un futuro totalmente incierto sin saber con qué me voy a ganar el pan y cómo voy a dar de comer a mis hijos”. 

El caso de Jose será el de tantos y tantos otros a lo largo y ancho de la geografía española: trabajadores externos que han encontrado una cierta vinculación a un sector, cuya actividad principal ha sido frenada en seco a causa de esta situación que azota nuestra sociedad. Sin embargo, donde unos ven un problema, otros ven una oportunidad de crecer y mejorar, y Jose se ha decidido a tomarlo desde ese ángulo:

Jose trabajoIntento no ponerme alarmista, por mucho que la situación invite a ello, y le he intentado dar la vuelta a todo esto. Estoy intentando renovarme, cambiar el estilo de mi trabajo, haciendo vídeos editados por mí pero sacando los recursos de stock, es decir, de bancos de imágenes que existen en Internet... Adaptándome, al fin y al cabo, a la nueva situación que al parecer nos va a tocar vivir”. 

Si algo bueno saco en claro en estos momentos es que podré dedicar un tiempo que últimamente no teína a mi mujer y mis hijos, lo cual está muy bien, poder estar con ellos y pasar esto juntos. Y también estoy usando ese tiempo para formarme y hacer ese curso online que nunca has tenido tiempo para hacer, pues hacerlo. En mi caso, concretamente, un curso de AfterFX que siempre había querido hacer

Como Petete, tantos y tantos autónomos de nuestro país que deberán hacer bueno el refrán de “renovarse o morir”. Seguro que en el caso de este alicantino, lo conseguirá. 

Naipes caídos

No podemos finalizar este relato sin acordarnos de una de las figuras más importantes en cualquier torneo de póker que se precie, y que sin duda sufrirá las consecuencias de esta nueva crisis de forma galopante. Los crupieres, esa rol fundamental para la normal celebración de cualquier partida, que ante la repentina cancelación de todos los torneos y eventos en vivo a la vista, ver cómo se dibuja en el horizonte una difícil situación que no mejorará en un futuro inmediato.

Crupis Lloret

Por norma general, son muchos los crupieres de nuestro país inscritos en distintas bolsas de trabajo, de manera que los organizadores tienen una fuente sencilla a la que acudir cuando se necesita personal de estas características. Edgar Seguí es uno de ellos, quien ha estado presente en distintas citas con el sello Winamax. 

Estaba, junto a otros españoles, trabajando en Reino Unido cuando se decretó el estado de alarma. Un poco por falta de información y por el miedo a quedarnos allí atrapados sin poder volver a España, compramos billetes de avión nuevos y volvimos en seguida. A partir de ahí, fue todo una locura.

Las semanas anteriores a este trabajo en Reino Unido había viajado bastante, incluso tuve que hacer una escala larga en Milán, por lo que cuando llegué a España y teniendo en cuenta que mis padres pueden ser considerados de riesgo, me tuve que buscar otro sitio dónde quedarme por cuestiones de seguridad”. 

Evidentemente, y como cabía especular, el impacto de esta situación tanto para Edgar como para tantos otros con un perfil profesional similar, es tremendo. 

¿Cómo nos afecta? Pues terriblemente. Hay que pensar que tanto yo como tantos compañeros, somos freelance, es decir, no tenemos un sueldo fijo y nos ganamos la vida en función de lo que trabajamos. Desde ese último torneo en el que estuve en Nottingham, se empezó a cancelar todo y nos hemos quedado a cero, de trabajo. [...] Conozco otros muchos casos, el de mi novia sin ir más lejos, donde los ingresos han frenado en seco y no se ve el momento que puedan volver”. 

El caso de Edgar es, sin ánimo de restarle importancia, un caso que todavía no roza el drama, dado que en su caso todavía mantiene algunas mínimas vías de ingresos, sin embargo, otros colegas de profesión no pueden decir lo mismo:

Algunos compañeros están en situaciones muy distintas a la mía. Conozco casos de colegas que ya han tenido que empezar a pedir ayuda a sus padres. Otros se están buscando la vida con trabajos online que no dan mucho dinero, pero sí te permiten sobrevivir como buenamente se puede, y más vale, porque los contactos que tengo en el mundillo del póker, todos me dicen que las previsiones no son demasiado esperanzadoras para lo que queda de 2020. A partir de 2021, veremos...”. 

Cartas marcadas, marcadas por una situación inédita que jamás pensábamos que nuestra generación podría vivir, y que sin embargo ahora ya podemos afirmar categóricamente que cambiará nuestras vidas para siempre. 

Alex Hernando


Alex

Escribo sobre personas que juegan a cartas, aunque a veces parecen las cartas las que juegan con las personas.

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