[Blog] La más colectiva de las actividades individuales
En mi nueva entrada quiero hablar de la importancia del entorno en la carrera de un jugador de póker. Más concretamente: del factor humano. Supongo que no hace falta que te diga que quedarse sentado en un rincón no es la mejor manera conseguir cosas. Al mismo tiempo, tampoco podemos obviar que el póker de élite es ante todo una práctica individualista, algo que ha seducido y sigue seduciendo a miles de almas autodidactas, pues un jugador es por naturaleza su propio jefe. Libre, independiente, juega donde quiere, cuando quiere, toma sus decisiones solo y asume las consecuencias solo. Hoy en día, este arquetipo ya no es del todo cierto. Poco a poco, los profesionales han comprendido los beneficios del colectivo y del trabajo en grupo. Con todo, muchos se encuentran solos, sin un grupo cercano en el que apoyarse. Y estoy convencido de que esto tendrá un impacto negativo en sus resultados, e incluso en su estado mental.
Yo, por suerte, he estado bien acompañado desde el día que me lancé seriamente a los tapetes hace casi diez años. Es una de las razones (si no LA razón) por la que he podido alcanzar algunos de mis objetivos. Mi experiencia a través de diferentes grupos sucesivos, y cómo estos grupos me enriquecieron, es lo que compartiré en este artículo.
Descubrí las cartas de la misma manera que muchos: con amigos, durante una fiesta. Algunos de ellos ya soñaban con convertirse en profesionales. Apenas me estaba familiarizando con el juego, pero dar mis primeros pasos en compañía de jugadores experimentados me permitió progresar mucho más rápido que si hubiera aprendido solo. Sobre todo, porque en aquella época había mucho menos contenido técnico interesante en Internet y la mayoría de los... Seguir leyendo