[Blog] ¿Resultadista?

Por dentro GeneralLIFE STYLE hace más de 3 años.

A menudo oímos que el póker es una escuela de vida. Estoy completamente de acuerdo con esta idea. Para muchos el naipe es un pasatiempo, un entretenimiento; para otros es simplemente un coñazo. No obstante, el simple hecho de preguntarse por qué no gusta puede conducir a un crecimiento personal. Eso sí, no estoy diciendo que a todo el mundo le tendría que apasionar el póker. No todos somos competitivos, no todos queremos utilizar el dinero como herramienta, no todos nos sentimos cómodos ocultando nuestras emociones y no todos estamos dispuestos a dejar que la suerte condicione nuestro estado de ánimo. La inestabilidad (no sólo de las emociones, sino también de las ganancias y las pérdidas) puede ser molesta. Tiene sentido. Y es interesante, creo, analizar las razones.

Sí, el póker es una escuela de vida, pero si uno busca sacar siempre matrícula de honor, puede darse de bruces con los sueños. Solo. La incertidumbre reina. Es muy difícil estar seguro de que las decisiones que se toman son las correctas. Mi interés por el juego se disparó en cuanto me di cuenta de que me hacía crecer, de que me convertía en la persona que quería ser. Las cosas que tenía que afrontar internamente mientras jugaba me hacían naturalmente más tranquilo, más paciente, más en sintonía conmigo mismo y menos orientado a los resultados. Bueno, vale, todavía tengo muchos defectos que las cartas no han corregido, si no sería demasiado fácil, ¡pero prefiero centrarme en lo positivo! 

Además, pretendo ser menos resultadista. Ahora bien, cuando lo pienso seriamente me doy cuenta de que sigo valorando mis éxitos conforme a los objetivos preestablecidos en muchas esferas. De todos modos, es difícil no serlo en el día a día, pero ya es tranquilizador serlo un poco... Seguir leyendo