[Blog] Los placeres de la mesa

Por dentro GeneralTorneos Live hace más de 3 años.

Ciao!

¡Espero que todo vaya bien! Los últimos meses que me he tirado dándole, sobre todo, al naipe virtualmente me han recordado cuánto echo de menos los eventos en vivo. Siempre he formado parte de este grupo de jugadores que encadenan dos o tres meses de grinding para luego cambiar de chip e ir de torneo en torneo. Tan pronto como me sentía harto de jugar en línea, me echaba en los brazos de las citas en vivo, y viceversa. Pero, al final, siempre llegaba a la misma conclusión: ¡como el póker en vivo no hay nada! Daría lo que fuera por volver a las andadas... Las sensaciones, el tintineo de las fichas, la adrenalina, los reencuentros con los jugadores y con los profesionales del circuito, etc. Cada uno aporta algo a su manera, pero con una misma pasión común. 

Musta KanitLa mesa de póker es un sitio verdaderamente especial en el que las barreras sociales no existen. Todo el mundo tiene por objetivo robarle fichas al prójimo, sin importar de dónde provenga o su vestimenta. Solo hay una obsesión: ¡arrebatarle el plástico de sus manos!

Tenemos que estar orgullosos de la atmósfera que reina durante estos eventos y debemos estar agradecidos del esfuerzo de los organizadores por hacerlos posible. Organizadores que, por desgracia, no están viviendo sus mejores días. Lo sé de buena tinta, pues muchos de ellos son amigos míos. Tanto por ellos como por nosotros espero que todo vuelva a la normalidad en poco tiempo. 

musta blogMis rutinas se han visto impactadas. El periodo que he pasado encerrado lo he dedicado al póker, ya que siempre me ha servido también como vía de escape en momentos complicados. Aunque no queda otra: la confianza es fundamental para ganar en este juego. Por otro lado, aconsejo centrarse en algo que se controle y para lo... Seguir leyendo

[Blog] Desde Camboya con amor

Por dentro GeneralTorneos Live hace más de 4 años.

A veces, la vida nos reserva muchas sorpresas, pero tenemos que estar preparados para aprovecharlas. Si alguien me hubiera dicho tiempo atrás que pasaría casi diez años de mi juventud en la gélida Canadá con temperaturas propias del Polo Norte (jamás olvidaré esos -30ºC) nunca lo hubiera creído. De hecho, ¡me hubiera echado a reír! De la misma forma que si me hubieran asegurado que me instalaría en Camboya para ganarme la vida jugando al póker…

Pero volvamos al principio. Año 2016. Mientras reúno el coraje para dimitir de mi curro reflexiono concienzudamente sobre qué destino me permitiría escapar del frío, la nieve y las tiritonas. Para ello, hago una lista de países que aúnan buenas condiciones climatológicas (sol, rayos de sol y bonitas puestas de sol) y regulatorias (óptimo acceso a internet, marco legislativo favorable, coste de vida asumible…). El maridaje idóneo para dedicarse al naipe de manera profesional lo podía encontrar en Brasil, Malta, Marruecos, Tailandia y Camboya. Recuerdo que lo primero que hice fue ponerme en contacto con un colega de la infancia del barrio para informarme sobre este último. Sus padres se habían visto obligados a huir del régimen de los jemeres rojos de Pol Pot a finales de los años setenta y en las afueras de Lyon fue el sitio escogido para comenzar un nueva vida. Mientras escribo esto se me viene a la memoria nuestras míticas partidas de petanca en el parque de la urbanización. Buenos tiempos aquellos. Huelga decir que por aquel entonces la flaqueza de mi bankroll no me permitía dar el salto a cotas más altas en lo que al póker se refiere, aunque el sueño nunca se desvaneció.

Vuelta a la escuadra

Aladin Reskallah
Finales de 2018. Tras haber conseguido un colchón financiero más o menos... Seguir leyendo