[Blog] WSOP 2021: mi Top 5
Por Torneos Live
dentroVolatile ha despegado, ¡por fin! Después de meses y meses de confinamiento, privado de viajes, de torneos en vivo, por fin pude ponerme mi mejor disfraz de jugador en vivo para tocar cartas de verdad, en Las Vegas para las Series Mundiales de Póker. ¿Había un lugar mejor para hacerlo? No lo creo.
En esta ocasión, te propongo que me sigas y revivas conmigo mi corta quincena allí. De hecho, a diferencia de muchos de mis colegas del equipo, que se fueron a Canadá o a México antes de las WSOP durante quince días, yo decidí aprovechar mi nueva vida como padre para quedarme en casa el mayor tiempo posible. Pero perderse el Main Event, cuando las fronteras se abrían de nuevo para el Día 1... ¡Imposible!
Los mismos ojos de niño
Llevo casi una década yendo al desierto de Nevada al menos una vez al año, pero volver a verlo después de dos años de ausencia es especial. Con los ojos bien abiertos, aterrizo en la Ciudad del Pecado con las mismas ganas que la primera vez. Aquí todo es igual... ¡excepto el tiempo! Habrá que acostumbrarse, pero el calor sofocante del verano no lo encuentro por ninguna parte. Por la noche, incluso, me doy cuenta de que el chaleco que guardé cuidadosamente en la maleta me será muy útil.
El Casino Río tampoco ha cambiado, está tan viejo como siempre... o incluso más que antes. El anuncio de que las WSOP se trasladarán el próximo verano al casino París, en el Strip, puede no ser algo malo. En los episodios de ESPN del Evento Principal, el Río siempre parecía brillar con fuerza, pero en realidad, no es ni de lejos tan bonito. ¡Qué importa! ¡Ya estoy aquí y empiezo a flipar! Todas esas mesas, todos estos jugadores a los que vencer, todos esos brazaletes que ganar. Siempre es emocionante cuando llegas aquí, pero este año queda prohibido quedarse con la boca abierta: las máscarillas son obligatorias en todo el casino.
Un Big One demasiado corto
No hay tiempo para postergarlo: estoy aquí para jugar el Evento Principal de las WSOP y convertirme en el nuevo Campeón Mundial de Póker. Parece un plan bastante fácil. Llego al inicio del Día 2 con 75 ciegas por delante. La partida merece la pena, sobre todo porque me encuentro en la mesa de Joe Hachem, campeón del mundo de 2005... al que no reconocí enseguida, lo reconozco. El enorme cartel de su victoria estaba delante de mis narices. Otra cosa que no vi venir fue que un oponente venciera a mi pareja de Jotas en un flop con 8 alto. Me equivoqué, tenía los papeles en regla y una enorme pareja de Reyes en la mano. Como cada vez que desapareces de este torneo, es difícil de aceptar. No seré campeón del mundo este año.
El resto de mis Vegas parecen una travesía por el desierto, típico de cualquier jugador de MTT. Pero, a diferencia de muchos, sé que nunca me rindo. A raíz de un minicaja en el CRAZY EIGHTS, puedo sentirlo con fuerza: la gran performance está a punto de llegar...
Romain muestra el camino
Antes de hacerme rico en otro torneo, tengo la oportunidad de asistir a la consagración de un amigo, el único e inigualable Romain Lewis. Verle ganar este evento es como si una parte de mí también levantara el brazalete. Y en un evento de 10.000 $, además, rodeado de algunos de los mejores jugadores del mundo. Me digo que un día estaré en ese podio de las WSOP, con la mano en el corazón, cantando a viva voz la Marsellesa. Las cosas buenas les llegan a los que saben esperar, y por ahora, me encanta disfrutar con él este momento. Es comunicativo y eso me servirá para los próximos días. Mañana, por ejemplo, sé que hay un gran torneo en el Wynn. Es mi turno para brillar.
¿Una win en el Wynn?
Este torneo en el Wynn es un poco especial. Es un Mistery Bounty de 1.600 $ de entrada. ¿Qué es un Mistery Bounty? Muy sencillo. Por eliminar a un jugador en el Día 1 no cobras nada, excepto, por supuesto, las fichas de ese jugador. En el Día 2, sin embargo, cada jugador eliminado te permite ganar una recompensa. Tienes que levantarte de la mesa y sacar un sobre de una gran caja transparente. La mayoría de los premios están valorados en 500 $, pero hay algunas sorpresas. Un poco como un Expresso de Winamax, en donde puedes conseguir jugosos jackpots: ¡1.000 $, 5.000 $, 25.000 $, 50.000 $ e incluso 100.000 $ en premios! Más de 2.500 jugadores participaron. En casi todas las mesas reconozco a algún jugador francés. El nivel es alto, pero sé que soy igual de bueno y que puedo lograrlo. Si no vamos a la guerra con un fusil al hombro, seremos nosotros los perseguidos.
Crédito de la foto: PokerNews
Me clasifico para el Día 2 en compañía de 200-300 jugadores y finalmente cobro mi primer bounty por el camino. Me encuentro con Romain Lewis y Mustapha Kanit en el casino, que venían a ver mi torneo, y decido ir a por la prima misteriosa. En la euforia del momento -imagínate poder ganar 100.000 dólares de una sola vez solo sacando un sobre- decido dejar que el talento de Muss hable. Este jugador está bendecido por los dioses del póker, ¿verdad? Saca un sobre, lo abro... ¡50.000 $! El torneo está lejos de terminar, ¡y tengo ya tanta pasta como el que termina sexto!
El sexto puesto no es exactamente lo que busco, sobre todo cuando llego a la mesa final con más del doble del stack que mi primer perseguidor. Pierdo un primer all-in (As-5 contra pareja de Jotas del que va segundo en fichas), luego un segundo, un tercero, un cuarto, un quinto... y eliminado. ¿Qué ha pasado? Es difícil aceptar la caída, podía verme ganando los 300.000 $. Pero aún así estoy feliz de recibir cien mil dólares más o menos. Misión casi cumplida.
Winamax España en la cima del mundo
Mi último gran recuerdo de esta visita a Las Vegas es la coronación de dos compañeros, Adrián Mateos y Leo Margets. Los dos españoles del equipo protagonizaron el espectáculo final de las WSOP al llevarse a casa un brazalete cada uno, ¡qué orgullo! Adrián demostró a todos que sigue siendo uno de los grandes al ganar el torneo más caro de las series, el Super High Roller de 250.000 $, para conseguir su cuarto brazalete. En cuanto a Leo, es la única mujer (fuera del Ladie's Event) que ha ganado un brazalete este año, en el Closer de 1.500 $. Su determinación y abnegación son impresionantes. Ya estuvo allí hace 12 años, terminando en el puesto 27 en el Evento Principal, cuando yo aún estaba lejos de tener derecho legal a sentarme en una mesa de las WSOP.
Romain nos ha mostrado el camino a seguir, ahora estoy preparado para ser el siguiente, y por tanto el primero, en hacer sonar la Marsellesa en el casino París.
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