¡Hola de nuevo!

¿Qué tal? ¿Cómo habéis pasado el verano? Espero que lo hayáis disfrutado y hayáis tenido tiempo para desconectar de las rutinas, que al fin y al cabo, para eso está pensado el verano, aunque para muchos sea la época del año más fuerte de trabajo.

Escribo estas líneas después de haber pasado unos días en la Feria de Málaga, destino “Top” y 100 % recomendado, todavía más si te llevan de la mano y te enseñan los mejores rincones de la ciudad y de la Feria de la mano de amigos locales como a mí me ha sucedido. Lo he pasado muy bien, y he tenido oportunidad de pensar y reflexionar sobre el tema que hoy quería tratar en esta nueva entrada del blog. Quisiera echar un poco la mirada al futuro, y contaros cómo veo yo mi planificación de cara al final de este año 2023. Os cuento…

¿Qué festival elegir?

No sé si llegó a vuestros oídos o no, pero coincidiendo con la mesa final del último Main Event, las World Series of Poker anunciaron que a final de año, entre el 3 y el 14 de diciembre, celebrarán una serie de torneos en las Bahamas, con muchos torneos High Roller y entregando un montón de brazaletes. El nuevo festival tendrá lugar en el Atlantis Resort, un resort que la verdad pensaba que ya no volveríamos a pisar, pero que ahora se me plantea un dilema sobre si debería o no incluir este nuevo festival en mi calendario. 

La noticia no es menor, y a mi modo de ver, tiene diferentes enfoques, tanto desde el punto de vista de la industria, como de los jugadores. Por un lado, y como yo lo veo, es un ataque frontal por parte del binomio WSOP/GG Poker hacia sus competidores, y, por otro lado, plantea un dilema a los jugadores, entre los que me encuentro, pues la oferta de festivales atractivos en esa época de año, estaba ya saturada, y ahora se suma un tercer factor a la ecuación. Me explico.

Antes de este anuncio, el público americano principalmente, ya tenía programado en su calendario un evento muy importante: el WPT World Championship del Wynn el cual el año pasado tuvo una gran participación y consiguió consolidarse en el calendario. El World Poker Tour es competidor directo de las World Series of Poker, sobre todo en lo que se refiere al público americano, por lo que contraprogramar un festival de torneos solapándose en fechas con este del Wynn, es a mi modo de ver un ataque directo a su competidor. 

Pero no contentos con eso, no hay que olvidar que el final de año en Europa, es sinónimo de mirar al este, concretamente a Praga, donde cada invierno se celebra allí el festival de torneos más importante de la recta final de año. ¿Y quién organiza el EPT? PokerStars. ¿Y quién le va a quitar jugadores organizando un montón de satélites online para clasificar jugadores a la nueva serie de torneos de WSOP? GG Poker. Pues eso, otra forma de dar un codazo a la competencia. 

¿Una competencia sana?

Pero ojo, no me malinterpretéis. No veo mal que haya competencia en el sector, para nada, al fin y al cabo, eso es bueno para que los operadores se pongan las pilas, sean más creativos y tengan más ideas para seducir a su público potencial. Esto lo veo como algo completamente normal y dentro de lo que debe ser la sana competencia por gustar a una mayor cuota de mercado, ya no sólo en la industria del póker, sino en cualquier otra industria. Dicho esto, también hay que admitir que sería bueno que hubiera un poco más de entendimiento entre las partes, para que los jugadores no se vean afectados. 

A mí, por ejemplo, se me plantea un dilema sobre cómo organizar la agenda. Hasta que las WSOP realizaron su anuncio de este nuevo festival, tenía prácticamente descartado acudir al EPT Praga a final de año para participar en el WPT World Championship del Wynn, ya que el año pasado los fields fueron gigantes, y la acción en los High Roller alrededor de ese Main Event, fue muy importante. Sin embargo, ahora me da la sensación que tendré que reorganizar la agenda, y buscar billetes de avión a Bahamas cuando no estaba en mis planes inicialmente. 

Es indudable que la fuerza de la marca WSOP en Estados Unidos es muy grande, por lo que me da la sensación que, gracias en parte a su asociación con GG Poker, conseguirán llevar un montón de jugadores a Bahamas. El aliciente de ganar un brazalete es siempre atractivo, lo cual sumado a unos garantizados que ya han sido anunciados, hará que pasarse por Bahamas se convierta casi en cita obligada. De ahí, la idea será dar el salto a Las Vegas para el WPT lo cual, como decía, prácticamente descarta mi presencia en el EPT Praga. ¿Qué hará el resto del público potencial de estos festivales? No lo sé, pero sí sé que más de uno tendrá el mismo dilema que tengo yo. 

Conclusión: competencia entre “actores” de la industria: bien. ¿Que se agradecería un poco de voluntad para que los jugadores no se vieran afectados? Pues también…

Ya os acabaré contando lo que acabo haciendo, pero pinta que a final de año, habrá que sacar la camisa caribeña a pasear. Mientras Bahamas se siga portando igual de bien que hasta ahora, no me quejaré…

¡Un saludo!