¡Buenas! Ya tenía ganas de ponerme de nuevo a escribir en el blog. Tengo por costumbre de compartir con los que me siguen mi día a día durante los viajes con el Team Winamax. Sin embargo, es de sobra conocido que este año hay poco que contar en ese sentido y mi vida londinense no es lo suficientemente interesante como para rellenar una página, así que he decidido hablar de las Winamax Series y, más concretamente, de mis mejores recuerdos del festival. ¡Seguro que también pueden servir para conseguir el ansiado logo WS! No abordare únicamente mis pinchazos más destacados, aunque alguno trataré, sino que repasaré momentos significativos. ¡Allá vamos!

5. Primera toma de contacto

8 de septiembre de 2013

Los primeros garantizados añejos del festival demuestran que mucho ha llovido.

Tras un año sabático viajando por Australia y el Sudeste Asiático decido volver a casa coincidiendo con el verano de 2013, completamente sin blanca pero con una maleta cargada de buenos recuerdos. Es hora de retomar los estudios. Con esto en mente, me inscribo en la carrera de empresariales, pero sin mucho convencimiento. Hace dos años que intento ganarme la vida como jugador profesional, aunque una gestión del bankroll catastrófica me lo impide. Con todo, no abandono mi sueño y sigo intentándolo desde lo más bajo. Empezando por las Winamax Series, a las que me apunto para jugar algunos torneos de 5 y 10 €, así como un satélite por un evento de 100 € que acabo llevándome. Ironías del destino, caigo eliminado en todos los torneos menos en el del satélite. Somos 100 supervivientes y hay 32.000 € de primer premio. Mi corazón también lo sabe y sufre con cada bote. Estoy a escasos puestos de colarme en mi primera mesa final del festival… No obstante, me despido cuando tan solo quedan 60 jugadores en liza. Me llevo algunas cajas. La decepción es enorme. Es tarde y me voy a la cama con una sensación agridulce.

4. Baby Top Shark finalista

11 de enero de 2014

Meses después me da por intentar clasificarme para la Top Shark Academy. Y lo consigo. Llevo un tiempo jugando en línea regularmente, mi bankroll no para de subir y el tiempo que antes invertía en estudiar ahora lo paso en las mesas. El hecho de pensar en formar parte del Team Winamax y viajar por el mundo participando en las citas más importantes del circuito me pone a mil. Las dos primeras semanas en el seno de Academia se suceden sin pena ni gloria.

La llegada de las Winamax Series de enero coincide con los heads-up contra los w rojas, que están programados para el fin de semana. La primera noche opto por no jugar ningún evento y centrarme únicamente en los duelos. Termino en cabeza e invicto, algo que hace descender la presión. Durante la segunda jornada me atrevo a jugar también algunos eventos, incluido uno de 300 € en 6-max, en el que acabo quinto y gano 6.000 €. ¡Rumbo a la final con la motivación por las nubes!

3. Mano a mano con Kool Shen

16 de enero de 2017

Mientras me resguardo del frío invierno con Romain Lewis y Kool Shen en el WSOP-Circuit de Marrakech, se me ocurre volver a probar suerte en el festival y me apunto en la primera edición del Colossus de 30 €, que reunió a más de 20.000 inscritos. Y allí estamos Bruno y un servidor en pleno Día 3 de este increíble evento. Quedan 30 jugadores en liza y la primera plaza garantiza un cheque de 60.000 €. ¡No se puede pedir más!

Desgraciadamente, Bruno cae nada más comenzar y se une a Romain al rail improvisado organizado en mi habitación del hotel Es-Saadi. Logro meter cabeza en la mesa final con un stack pequeño, aunque cierro la sesión sexto tras caer eliminado en la primera mano diputada. Balance: 12.000 €, es decir, ¡el equivalente a 400 buy-ins!

2. Un título en las Bahamas

12 de enero de 2019

¡De nuevo un pinchazo durante el transcurso de un torneo en vivo! Me encuentro en las Bahamas con motivo de la PCA, pero, sobre todo, por el PSCP de 25.000 $ y su millonario prizepool. Estoy en modo freeroll gracias a haber ganado mi package al mismo tiempo que mi título en el EPT National de Montecarlo. Vamos, el sueño de cualquier jugador de póker. Por desgracia, las cosas no salen como esperaba y caigo en el Main Event y en el PSPC sin mucha historia. Poca cosa que llevarse a la boca.

Al no tener ningún otro compromiso en vivo, se me ocurre echarme una sesión la tarde-noche del sábado, la primera de las Series de aquel entonces. ¡Y bum! Ese mismo día gano el Semiturbo de 250 € por 16.000 € y, como el que no quiere la cosa, termino tercero del 250 € KO por 6.000 €. Todo un chute de buenos resultados que me permite recobrar sensaciones y hacerme con mi segundo título en el festival más famoso del póker en línea.

1. Un HighRoller a 10.000 metros de altitud

10 de abril de 2017

Sin duda el mejor recuerdo de mi carrera en el póker, tanto por el fondo como por la forma. A sabiendas de sus dos días de duración y de que a la mañana siguiente tenía que coger un vuelo tras diez jornadas jugando en vivo, me da por apuntarme en el HighRoller de Winamax en la cama del hotel que comparto con Romain Lewis en Macao.

Paso el corte con otros 49 jugadores más y me encuentro en pleno Día 2 con bastantes fichas y un dilema: ¿pierdo el vuelo y juego en tierra o intento la machada a 10.000 metros de altitud? Me informo y leo que la compañía cuenta con wi-fi a bordo. Toca rezar para que la conexión sea estable.

A la mañana siguiente tan pronto como embarco pruebo la señal y constato que es estable. Olé yo. El torneo comienza dos horas después del despegue, así que aprovecho para ponerme cómodo y preparar un Día 2 nada corriente. Lo que viene es completamente de locos: me encuentro en la mesa final con un stack aceptable, pero con la batería en mínimos. Tengo que pasarme al Ipad si quiero seguir jugando. Me pierdo algunas manos pero consigo reconectarme con mi tableta. La final se sucede como en un sueño y acabo llevándome el torneo por más de 70.000 € tras ocho horas de vuelo. ¡Mi pinchazo online más gordo y mi primer título en las Winamax Series! Incluso me tomo mi tiempo para inmortalizar la hazaña con un vídeo. Ni que decir tiene que el resto del trayecto se me pasó volando. Incapaz de dormir y con la sonrisa de oreja a oreja. Todavía me acuerdo de las sensaciones. Y seguro que quedarán grabadas en mi memoria durante mucho tiempo. ¡Ahora toca añadir nuevas!

Guillaume "Volatile38" Diaz