[Blog] Vista en la tele
Por Torneos Live
dentroSentándome bajo los proyectores, perdí totalmente el foco de mi juego, y me importaba casi más lo que se veía de mí que jugar bien. Ya sé que parece estúpido, y si invertimos los papeles y estuviera otro en mi lugar, le aconsejaría ignorar lo que los demás opinan. Muy fácil decirlo. Supongo que no tener el perfil típico de jugador de póker y estar en el Team Pro me hacía sentir fuera de lugar. Me entraron complejos e inseguridades que no suelo tener.
problema técnico
Empecé niteándome demasiado, bloqueada, no conseguía jugar las manos como debía, me daba vergüenza. Ya imaginaba los comentarios que podrían hacer sobre la roca que soy. Y me enteré de que llevábamos una hora ahí, pero con un problema técnico, y no se había empezado a emitir. No sabía si reír o llorar, ¡con lo mal que lo estaba pasando! Bueno, en realidad, estaba aliviada de que no se hubiera visto lo que foldeé. Era una segunda oportunidad.
En la mesa estaba Tom Bedell, el veterano noruego residente en España que suele dar mucho juego. Por el resto no se puede decir que fuera muy animada. Pobres comentaristas, no debía ser fácil encontrar chispa donde no la había. Justo cuando empezaba a relajarme un poco, llegó una mano 3beteada. Pagué en el flop con top pair y buen kicker, y me pushearon en el turn. Sabía que perdía, no había bluffs, iba a foldear, pero pagué diciendo que perdía. No sé por qué pagué, o sí, lo hice porque me había prometido no nitearme demasiado. Mi cabeza cortocircuitó. Estoy segura de que habría sido un fold fácil si no estuviera en la mesa televisada, pero querer quitarme esa imagen de roca me costó la mano, y encima verían una buena fishada mía.
La mano en sí no importa, no recuerdo exactamente la secuencia, pero sé que me la van a preguntar. Yo tenía AQ, me 3betearon preflop, el board era A-T-J-T, y el KQ del rival flopeó escalera. A pesar de eso, no estaba eliminada y remé hasta llegar al dinero y al Día 2. Sin embargo, no conseguía perdonarme ese fallo y, sobre todo, que me influyese lo que piensen los demás de mí.
Unos días más tarde, Stéphane Matheu, el coach del Team Winamax, me preguntó cómo estaba. Obviamente, la experiencia que estoy viviendo es alucinante y satisfactoria. Le conté lo que había pasado en la mesa de TV de Torrelodones. Sentía que había jugado fatal debido a eso. Ofreció trabajar juntos mi confianza. Me ayudó a abrir los ojos sobre algunos puntos y me tranquilizó acerca de mi lugar en el equipo. Estuve muy contenta de contarle esta dificultad y trabajarla con él.
Orgullo, intimidad y vulnerabilidad
En el seminario, comenté a varios compañeros la barcada que había hecho por estar bajo los focos. Adrián Mateos me dijo que era muy típico que los jugadores paguen fantas en la mesa televisada. Muchos prefieren pagar mal en vez de que les faroleen. Supongo que es por orgullo, no nos gusta que nos tomen el pelo y que los demás lo vean. Eso no sólo me hizo entender más lo que me pasó, sino que también me hizo pensar que en el futuro podría aprovecharlo a mi favor.En el Sismix de Marrakech, pasé el día entero compartiendo mesa con mi compañero Romain Lewis, así que no fue ninguna sorpresa cuando nos dijeron que íbamos a la mesa televisada. Al principio pensé que llevaría bien esta mesa. Además, era muy bonita, en gran parte al aire libre justo al lado de una piscina, pero no estaba cómoda.
Estábamos cerca de la burbuja, para mí era importante entrar en premios. En la pausa me preguntaron sobre una jugada y me di cuenta que en el stream había un error, apareciendo más stack del que tenía en realidad. Una de las dificultades que encuentro al estar delante de las cámaras es la falta de privacidad. Saber que cada mirada, cada gesto y cada palabra están siendo capturadas, estar tan expuesta me hace sentirme más vulnerable y añade peso adicional a mis elecciones en el juego. Y otra vez hice una tontería en la que tuve suerte y no salió mal, pero tocó mi moral y es más difícil ocultar las emociones en una mesa televisada.
Conté en mi blog anterior mi experiencia en Las Vegas, pero vuelvo a mencionarlo porque pasé más de un día entero en la mesa televisada del torneo con más repercusión del mundo.
Jugar bien, y nada más
Antes de empezar el Día 5, me reuní con Stéphane para planificar una estrategia y le dije: “Estoy tranquila mientras no tenga que ir a la mesa TV”. No dejó pasar este comentario y estudiamos la posibilidad. ¡Bingo! Me tocó jugar bajo los focos. La experiencia previa y el trabajo con Stéphane me ayudaron mucho. Tenía claro que no me importaba lo que pudieran pensar de mí. Lo único que importaba era jugar bien debido a la importancia del torneo. Me molestaban más las distracciones en las mesas, como las cámaras, los micrófonos, las luces y el personal de producción, que hacían que requiriera una mayor concentración para mantener el enfoque en el juego, que el hecho de que me vieran. También el juego en estas mesas es más lento porque cada mano es comunicada por el crupier a producción. Generalmente corta el ambiente en la mesa. La gente puede que no se atreva tanto a hablar, aunque esto no fue tanto el caso ya que había un streamer famoso a mi izquierda que daba animación.Por experiencia propia, sabía que estar en mesa TV puede cambiar el estilo de juego. Algunos podrían ajustar sus estrategias para que se vea más atractivo a la televisión. Fue claramente el caso del streamer a mi lado. Jugó para dar espectáculo y aproveché esto para rascarle algunas fichas. Cada vez veía más ventajas de estar en la mesa televisada. Conseguía que no me afectara la presión de la audiencia y seguramente afectaba a otros jugadores. Tener gente cercana a mí viendo en directo ya fue algo muy positivo. João Veira me dio consejos muy útiles para que no dejara escapar tells míos y sobre estrategia de mi juego según la percepción que podrían tener los otros jugadores sobre mí. Otro amigo pudo darme consejos sobre los demás jugadores de la mesa, viendo como jugaban cada uno. ¡Ya empieza a molar estar en la televisión!
Casi me acostumbro
He necesitado días para asimilar mi experiencia en este torneo y lo positivo que había sido toda la experiencia: terminar última mujer de las WSOP y encima hacerlo delante de las cámaras.
Pensé que ya no me importaba estar en una mesa televisada e incluso podía sacarle ventajas, pero los humanos, o por lo menos yo, no somos siempre totalmente racionales. Fui a Bratislava después de un golpe muy duro de la vida. Me parecía importante hacer todo por recuperar el ánimo, y no hay mejor manera que estar en un festival de póker para desconectar. Me alegró ver a la gente que quiero y conocer gente nueva. También disfrutaba en las mesas, pero no conseguía mantener la atención durante mucho tiempo. No me apetecía el cambio a una mesa televisada por lo que hablamos antes, la falta de intimidad, la luz deslumbrante. Encima representando a la sala me sentí obligada a mostrarme de mejor humor de lo que realmente estaba. Perdí la paciencia unos segundos y...Busto.
Ahora pienso que ha sido una suerte increíble haber estado en la mesa televisada de las WSOP y ser vista por una audiencia enorme. La visibilidad como jugadora de póker puede aportarme reconocimiento y oportunidades. Encima tener un perfil diferente me parece una buena promoción para el póker. Varios jugadores me dijeron que sus mujeres habían mirado póker con ellos porque estaba yo en mesa televisada. Este comentario me hizo muy feliz.
Además, es una experiencia única. La emoción de jugar en una mesa televisada es inolvidable. Estar bajo tanta presión es un excelente entrenamiento y un buen desafío personal. Para mí, superarlo ha sido una fuente de satisfacción.
Hasta pronto en las mesas... ¡televisadas o no!