2020 está siendo mi mejor año. Un año marcado, como no podía ser de otra manera, por el coronavirus y el confinamiento, dos acontecimientos exógenos y aterradores que han cambiado completamente nuestras vidas. 2020 está siendo también un año especial desde un punto de vista personal, ya que pronto haré un año de novios con mi pareja Delphine. Me aporta mucho. Creo de verdad que me hace mejor persona y, por extensión, un mejor jugador de póker.

Podríamos decir que por primera vez en mi vida siento que los planetas se han alineado para que pueda desplegar todo mi potencial dentro y fuera de las mesas. A menudo recuerdo aquella conversación con Tony Milles sobre lo difícil que resulta alcanzar la mejor versión de uno mismo. También pienso en cuando volví de la PCA con Steph tras mi deep-run fallido en las Bahamas. Rememoro mi cuarta plaza en las WSOP 2019, mi segunda plaza en el 3M Event de las Winamax Series, mis victorias en el Xtrem, los HighRollers, aquel pinchazo festivalero de casi 50.000 €... Es por ello que he decidido dedicar el nuevo blog a los cambios que han contribuido a que este año esté siendo tan fructífero. 

1) ¡Corre, Forrest, corre! 

El cardio contemplando un atardecer en la playa entra mejor...

Hasta hace poco, mis rutinas deportivas giraban en torno a la musculación. Sin embargo, el cierre de los gimnasios me obligó a introducir un poco de cardio en mis entrenamientos. Los comienzos fueron duros y tras cinco minutos abandonaba. Ahora puedo tirarme corriendo una hora sin apenas despeinarme y los cinco kilómetros me los hago en 27'. ¡Nada mal para un debutante! El secreto está en no plantearse correr de A a B, sino en fijarse tramos temporales. Yo empecé marcando cinco minutos y acabé haciendo una hora. Bueno, dicho así parece más sencillo de lo que fue... Por cierto, de nada sirve el ponerse a esprintar como un loco. ¡Hay que ir poco a poco! Y equiparse con unas buenas zapatillas y un cronómetro, claro está.

2) Sincronizar mi alimentación con mis necesidades

Uno de mis grandes desafíos, sobre todo porque me abusaba de las proteínas y casi no comía legumbres y fruta. Aunque al final di con la tecla. Ahora encargo cada semana dos cestas de frutas y legumbres. Esta rutina me obliga a cocinar todos los días y a poner a prueba mi inventiva a la hora de buscar recetas que me permitan consumir lo que pido. Además, cuento con todo lo necesario para prepararme unos deliciosos smoothies mañaneros, que acompañados de una buena rodaja de pan y dos huevos me aportan los nutrientes que necesito. 

3) No dejar para mañana lo que pueda hacer hoy
 

Quien le siga por Instagram sabrá que el francés es un comidista de morro fino. 

Esta es probablemente la regla de conducta más importante, tiene un impacto real en mi vida cotidiana. No dejo nada para el día siguiente. ¿Está lleno el cubo de basura? Lo sacaré ahora mismo. ¿Falta algo de pan? Voy a la panadería y compro. ¿El suelo está sucio? Saco el recogedor, la escoba y la aspiradora. ¿Pereza para salir a correr o para trabajar mi póker? Me pongo un cronómetro de 15 minutos, me sirvo una buena taza de café, me pongo las zapatillas o enciendo mi ordenador y me pongo en marcha. Los resultados son instantáneos y muy gratificantes. Una buena rutina en un apartamento limpio y ordenado, todo salpicado de buena nutrición y práctica regular. Al final, todo el mundo conoce más o menos las recetas para el éxito.

Para mí, implica casi nunca desviarme de mis tres nuevos principios de vida.Y luego, por supuesto, una noche a la semana, para apreciar los esfuerzos realizados hay que permitirse una buena comida que te guste, y luego, cuando el coronavirus no sea más que un recuerdo lejano, de vez en cuando retomar esas tardes locas con los amigos, los restaurantes con la parienta e íntimos, y disfrutar de la vida a la luz de los progresos realizados. 

P.D.: Pronto estrenaré canal en Youtube. ¡Y hasta aquí puedo contar!

Pierre "LeVietF0u" Calamusa