[Blog] ¿Un año en blanco?
Por General Torneos Live
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Ahora que se acerca el final de la temporada y ya podemos empezar a soñar con los regalos de Papá Noel es momento de hacer balance de lo que ha dado de sí mi primer año como integrante del Team Winamax. Y lo sé, yo también me hago la misma pregunta: ¿qué voy a analizar si no he jugado ni un solo torneo en vivo? Aunque nadie se podía imaginar este escenario hace unos meses, lo cierto es que seguramente ni mi homólogo español ni este servidor tocaremos las cartas este año como w rojas.
No hay mal que por bien no venga
Obviamente, lo que se dice satisfecho no estoy. De hecho, a menudo pienso en aquellos colectivos especialmente afectados por la pandemia. En este sentido, el naipe ha salido mejor parado. Entre el minibum del póker en línea durante el confinamiento y la posibilidad de jugar home-games nuestra vida profesional se ha visto menos impactada, así que no podemos quejarnos. Pero qué duda cabe de que estoy deseando lucir los colores de la casa lo más pronto posible. ¡Seguro que las sensaciones son increíbles! No todos los días puede uno representar a un equipo tan prestigioso como el Team Winamax.
Todo preparado
Paradójicamente, el 2020 venía cargado de oportunidades para lucir palmito con el parche de la w por bandera. De entrada, a finales de enero, mi colega François Robert me propuso acompañarle a Madrid con motivo de un festival. Sin embargo, al final un problema familiar me obligó a volver a Francia urgentemente. Después me planteé unirme a la expedición de la w roja en el WPT Deepstacks de Bruselas y, un poco más tarde, en el WPT Deepstacks de París, un festival que no para de crecer. Era la ocasión perfecta para debutar con mis nuevos compañeros de equipo.
No obstante, decidí no precipitarme, ya que sobre el papel la temporada iba a ser intensa. Por otro lado, a pesar de mi primera plaza en la Top Shark Academy, el 2019 no fue para tirar cohetes. Aunque alcancé los 50.000 € de beneficios en Winamax, tuve bastantes problemas de sueño y mis hábitos de vida no fueron los idóneos para al alcanzar el volumen que me había marcado como objetivo previamente, así que, de cara a 2020, tenía que planificar minuciosamente la hoja de ruta de las citas en vivo, tanto en lo que se refería a lo incluido en el contrato como a lo que saldría de mi propio bolsillo (otros 50.000 € aproximadamente): side events varios, reentradas y, sobre todo, ¡Las Vegas! El WPT de Barcelona, previsto para el 27 de abril, estaba marcado en rojo en el calendario. Ya lo disputé en 2019, con un Main Event a 3.300 € y una estructura magnífica. Como anécdota, decir que Pierre Calamusa me propuso comprarme parte del torneo, aunque decliné la oferta. Un resultado que por desgracia nunca aparecerá en mi perfil de Hendon Mob…
Tras este evento el planning continuaría su curso con las Winamax Series, que coincidirían con el último tramo del festival catalán. ¡Unos días intensos sobre el papel, pero excitantes! Por eso mismo juego al póker. Me gusta navegar de festival en festival (en línea o en vivo) y gestionar periodos de estrés que eventualmente pueden cambiarte la vida. Por desgracia, al final todo se canceló por razones que todavía están de actualidad.
Por aquellos días todo el mundo pensaba que el parón sería temporal. Yo mismo me veía jugando más tarde o más temprano el resto de competiciones, como el EPT de Montecarlo. ¿Qué hay mejor que Mónaco para escapar del cielo encapotado de Porto y a su vez disfrutar del Mediterráneo? El año pasado ya estuve en la famosa Sala de las estrellas monegasca y no me dejó indiferente.
Only in Las Vegas
No obstante, nada de eso sucedió. Tocaba centrarse en las World Series of Poker de Las Vegas, festival en el que nunca había participado. Recuerdo que de mi entorno era uno de los pocos dispuesto a viajar hasta el otro lado del globo para jugar en el Main Event de las WSOP. Un sueño que data de mi juventud: durante la edición de 2009 mi flechazo por el Texas Hold’em se vio reforzado por la epopeya de aquel estudiante bretón clasificado por un puñado de dólares para el torneo más prestigioso del mundo. El resto de la historia es de sobra conocido: este joven francés llamado Antoine Saout consigue quedar tercero en una mesa final compartida con Phil Ivey, Joe Cada o el bueno de Darvin Moon. Un sueño que me prometí perseguir… Y para prepararme bien para este periplo me adelanto y reservo todo en marzo. Pretendía alquilar una villa equipada con piscina y gimnasio a cinco minutos del casino Río con mi amigo "X9 THIS EVE", un sospechoso conocido en las mesas de Winamax. ¡Nuestra intención era permanecer todo un mes! Un plan bastante ambicioso para nuestro primer viaje a la Ciudad del pecado. ¡Aunque sonaba de maravilla! El programa de los torneos también estaba cuadrado al detalle con la ayuda de varios foros franceses.
Quería descubrir todos los rincones de Las Vegas e impregnarme de su particular ambiente de película. Es una ciudad que siempre me ha fascinado y pensaba compartir en las redes sociales mi día a día con fotos, vídeos, blogs, etc. Sin embargo… “Vamos a ver cómo evoluciona, pero soy poco optimista para 2020”. Stéphane Matheu, coach del Team Winamax, ya lo advirtió antes que nadie: la anulación de las WSOP era probable. Rápidamente los pronósticos surgieron como setas. Distintas personalidades del póker como Mike McDonald o Doug Polk lanzaban la apuesta: ¿se celebrarían las WSOP 2020? Yo me aferraba a la idea de que todo mejoraría con el buen tiempo. Por otro lado, la anulación del festival me abriría las puertas de un nuevo hobby administrativo: rellenar en línea formularios de compañías aéreas con objeto de obtener el reembolso en cupones de billetes que nunca podría utilizar.
Tras Las Vegas tan solo quedaba en pie el WPTDS Marrackech, que debería estar disputándose en estos momentos. En el visor tengo actualmente el APO 2500 de diciembre en París, que sería una buena ocasión para coincidir con los compañeros del Team. Pero ya veremos. Siento ser víctima de una maldición y parece que nunca podré estrenar la camiseta. Esperemos que me equivoque.
Vaso mediolleno
Pero volvamos al planteamiento inicial: no hay mal que por bien no venga. Sinceramente, quizás no estaba lo suficientemente preparado como para afrontar un calendario de tal calibre. Salía de una temporada delicada y mi mudanza había trastocado un poco mi estilo de vida. Me quedaban varios aspectos que mejorar: la optimización del tiempo, el tema de la actividad física y mis habilidades en MTT. La parte positiva de este año de transición es que me ha permitido subir de nivel en todos los sentidos. Estoy más en forma, como de manera equilibrada y sigo atentamente los consejos de mi coach portugués. ¡Puntos fundamentales para aguantar el ritmo del circuito profesional!
Técnicamente, y a pesar de los resultados catastróficos durante las últimas Winamax Series, me siento muy bien en mi juego MTT. A veces me pregunto cómo hubiera sido mi actuación en la TSA con mi nivel de juego actuales. ¿Se me hubiera dado mejor o hubiera evitado los spots high-variance que me permitieron salir victorioso?
Asimismo, ahora que represento a una marca tan exitosa como Winamax la organización es primordial. Entre mis desplazamientos para las emisiones en las que participo, los directos en Twitch y la producción de contenidos para mis blogs me queda un programa bastante cargado.
Sin olvidarnos de las sesiones de grinding diarias, tan densas como polivalentes. Ya no solo juego en MTT durante las Winamax Series. Cada día intento alternar entre mi disciplina de toda la vida, esto es, el cash-game con los torneos y los Expresso Nitro. Resumiendo: ¡una vida poco sedentaria! ¡Espero que nos veamos en 2021!