¡Ya hace bastante desde la última vez que os di novedades sobre mi vida a través del blog! Por ello, me gustaría aprovechar ahora para haceros un pequeño resumen sobre mi año 2018 y comentaros los proyectos que se me presentan de cara a la nueva temporada.

Para resumir mi 2018 en el circuito live, podríamos decir que es mi peor año en términos de resultados desde 2014 (cuando comencé a hacer la transición de cash game hacia los torneos, tras mi mesa final en el Main Event de las WSOP). En todo el año no he conseguido hacer ni una mesa final, a pesar de tener un volumen de juego bastante correcto. Sí que he tenido bastantes buenas actuaciones en semifinales, especialmente la 18ª posición que conseguí en el Main Event de las WSOP, así como varias burbujas en varios torneos con buy-ins altos. Este año no he tenido la suerte de mi lado en los famosos Highrollers.

Un river sin vuelta de hoja.

El nivel es bastante elevado, los edges son débiles y la varianza puede hacer bastante daño. Pero siempre soy honesto conmigo mismo y sé que durante meses no trabajé todo lo que debería, mientras que otros jugadores no cesaban en su empeño de mejorar. Me puse a mejorar los aspectos técnicos de mi juego muy en serio con una rutina muy sólida, para ser lo más competitivo posible. Lo mejor de todo es que simplemente con solamente un poco más de éxito mi año podría haberse transformado en un año excelente (con una mesa final en el Main Event, por ejemplo).

Si nos centramos en lo positivo, la buena noticia es que mi motivación sigue intacta y me produce el mismo placer estudiar el juego que sentarme en una mesa. He podido compartir el éxito de mis amigos y estoy seguro de que llegarán nuevas victorias. En 2018 también pude aprovechar para intercambiar impresiones con mis nuevos compañeros/amigos del Team y ahí es donde podemos aprender que cada uno de este equipo tiene algo que aportar y todos podemos aprender de los demás.

2019: ¡con las pilas cargadas!

Con una buena parte del Team en las Bahamas

El año 2019 comenzó por todo lo alto con la tradicional cita en las Bahamas para jugar el excepcional PSPC, un torneo con un buy-in de 25.000 € en el que 300 jugadores se clasificaron a través de diversas promociones. Sin ninguna duda, resultó un gran acierto ver la mezcla de jugadores pros con jugadores menos experimentados. Aunque el festival no ha sido un éxito para mí, al menos pude disfrutar de este paradisiaco lugar. No hay ninguna manera mejor de prepararse que ir a la playa y nadar bajo el sol antes de un torneo.

Desde mi regreso me he tomado el grind online muy en serio, jugando todos los formatos posibles en Winamax: PLO, NLHE, Short-Track, Expresso… Una mezcla de grind y estudio del juego que me resulta muy beneficioso en estos periodos lejos del circuito. He hecho mucho volumen y me ha ido bien en todos los formatos, lo que resulta muy positivo tras un mal run en vivo.

Siempre con la vista puesta en el circuito.

Además, también he aprovechado para descansar e irme de vacaciones a Islandia con mi chica. Sin duda, ha sido uno de los viajes más alucinantes que pude hacer, entre las auroras boreales, los paseos en motoski o el descubrimiento de algunos paisajes que podrían ser el escenario perfecto para rodar unas escenas de Juego de Tronos…

Otro viaje que apunta bastante bien es el de Brasil, el próximo mes. Me encanta la idea de ir a Brasil y aunque no tenga mucho tiempo para visitar el país estoy seguro de que Copacabana y los brasileños con su sangre caliente van a convertir este torneo en un gran éxito.

Nos vemos pronto, ya sea en Mónaco en abril, en España en mayo para el SISMIX o quizás en la WSOP el 8 de junio.