[Blog] Running Up That Hill
Por Torneos Live
dentroEl problema de iniciar un programa tan exclusivo es que hay que llegar al 100 %. Y ese no ha sido mi caso este año. Empecé a sospecharlo cuando la parte posterior de mi garganta cosquilleó en el avión. Luego, rápidamente se aclaró sobre el terreno. No obstante, 24 horas después de mi llegada a La Ciudad del Pecado, ocurrió la tragedia. Estaba lista para estrenarme en el Ladies Event, un torneo que espero impaciente cada año, sin embargo, horas antes me desperté en un gran charco de sudor en la cama. 41° de fiebre, escalofríos, un enorme dolor de cabeza... Si no era COVID, lo parecía. Durante los dos primeros días, no podía ni comer ni beber nada sin morirme de dolor.
Shuffle up and deal
Así que, después de cinco días (y un test negativo), por fin pude sacar la nariz al exterior y disfrutar de los 45 grados de Las Vegas. Bueno, ¡sobre todo del aire acondicionado de la sala del Paris! Y tengo que decirte que el cambio de casino me parece bastante positivo. La organización sigue siendo tan buena como siempre, el lugar es muy acogedor, las posibilidades de comer se multiplican y, sobre todo, hay vida. Sigue siendo agradable tener algunas zonas para charlar con jugadores y tomar una copa después de los torneos sin tener que coger el coche. Personalmente, me instalé en el Vdara y establecí mi pequeña rutina: caminar hasta el casino, pasando por la mitad del Strip y el Cosmopolitan, con los auriculares puestos (sonido ambiente: Kate Bush - Running up that hill, aunque no sea fan de Stranger Things...) y volver en coche con Harper, reportero de Winamax, cuando nuestros horarios coincidieran.
Finalmente, empecé por el 1.000 $ Mystery Bounty. Puede que ya hayas oído hablar de este concepto, pero si las innovaciones del póker se detuvieron en el torneo Revolution para ti, se trata de un torneo en el que ganas recompensas al azar cuando eliminas a tus oponentes. El aspecto competitivo de un torneo con la adrenalina de un Expresso, básicamente. Excepto que las recompensas misteriosas solo comenzaron en el Día 2... Y solo el 5 % de los jugadores tuvo acceso a ellas. Así que estaba desesperada por meter cabeza, sobre todo porque había una sorpresita de un kilo entre los premios. Puedes imaginarte la estructura que se maneja: un buen torneo turbo en el que había que ganar muchos all-in preflop para terminar en el vagón correcto. Probé suerte cinco veces, sin éxito. Y entre la enfermedad y este torneo, solo pensaba en el Main Event.Del sueño...
Ahí sí que está prohibido llegar tarde. Recuerdo que un año, un jugador de mi mesa tenía el orden de las manos escrito en un papelito al lado y lo consultaba durante las jugadas. ¿Escalera es más fuerte que trío? Andaba hecho un lío. Había ganado su entrada enviando "POKER" a un concurso. Only in America! Pero, por desgracia, no había rastro de tal espécimen en mi primera mesa. Me enfrentaba a jugadores que se pasan el día hablando de GTO en Discord, en lugar de enviar mensajes de texto a una emisora de radio local para ganar premios.Mi jornada empezó bien. Todavía me siento cómoda en este torneo. Perder fichas es normal en este tipo de citas, por eso no me estresé mucho cuando terminé con la mitad de la pila inicial. Aproveché el día libre para relajarme en la piscina y volver a la lucha, no sin antes estudiar el perfil de los jugadores de mi mesa. Si hay un torneo en el que hay que planificar todo de antemano, es el Main. Bingo. Multiplico mi stack por diez en menos de seis horas. Una mezcla de buenos calls, buenos folds y una buena dosis de buena racha. Olé yo.
Terminé el Día 3 con un stack medio, aún fuera del dinero. Empiezan las primeras entrevistas a cargo de la CBS, que compró los derechos a ESPN. Las cámaras empiezan a escudriñar mi mesa todo el tiempo en el Día 4: ¡menos mal que estoy jugando el póker de mi vida! Buenos calls con Rey alto, con As alto, faroles exitosos... ¿Conoces esa sensación de invencibilidad? Qué alegría. Los jugadores que tenía delante acabaron por no querer jugar conmigo... También tuve una bonito setup AA vs. KK y subí a 1,7 millones de fichas, casi tres veces la media... rumbo a la tercera mesa televisada.
... a la pesadilla
Y luego: el desastre: perdí el 60 % de mi plástico tras una una serie de catastróficas desdichas que no paro de repasar cuando vuelvo a mi cama. Con todo, ¡estoy en el Día 5 del Main Event por tercera vez en mi carrera! Quedan 380 jugadores de los 8.663 iniciales y solo 8 mujeres. Tengo la oportunidad de terminar Last woman standing por tercera vez, lo que sería un récord. No es un fin en sí mismo, pero siempre es bueno dejar huella en la disciplina en la que juegas. Cuando llegué al vestíbulo, tenía un pequeño nudo en el estómago. Los organizadores me habían puesto en la mesa televisada... por desgracia. Nunca disfruto estando allí. Y hay jugadores que se transforman delante de las cámaras. Este es el caso de Aaron Zhang, a quien no conocía antes del torneo, pero que tiene una imagen extremadamente suelta y agresiva en la mesa.Será contra él con quien tenga que tomar la decisión más difícil del torneo. Tras abrir en UTG con AK
y ver que él paga en UTG+2, la BB también defiende. Hago una c-bet de 1⁄3 del bote en un flop 8
4
2
. Aaron es el único que paga. Sale un 5
en el turn, donde opto por jugar check-call. Luego cae un 9
en el river en el que apuesta 480.000 puntos en 600.000. Claro, solo tengo As alto aquí, pero su apuesta indica una mano muy polarizada. Tiene una imagen muy tight de mí y no me lo imagino apostando un 8 o un 9. En mi cabeza creo que voy a pagar, pero me tomo el tiempo de analizar la situación con más detalle. Si foldeo, me quedo con 25 ciegas, un stack bastante cómodo teniendo en cuenta que estamos en el Día 5 del Main Event; si me equivoco, me quedo con 8 BB, lo que sería catastrófico. Si sigo mi corazonada y tengo razón, vuelvo a tener 43 ciegas. Excepto porque él podría estar faroleando con una mano mejor que la mía, como una pareja pequeña... Y tengo la impresión de que encaja en este perfil.
Después de tres minutos, termino finalmente por pasar, pensando más en la importancia de mantener mi stack. Más tarde me enteraría de que tenía K-6, un farol (y, también, un call preflop bastante original). Mi torneo acabaría unas manos más tarde en un set-up AK vs. KK del que no pude salir victoriosa. Terminé la 302ª. Asqueada. Ya es bastante duro ser eliminada del Main Event, pero es aún peor cuando sientes que podrías haberlo hecho mejor en una mano. Me embolsé 40.900 $ en el proceso, haciendo que mis WSOP terminasen en positivo. Pero, de nuevo, es difícil. Tras unas cuantas horas deprimida, me llevo a Harper a cenar al Atelier Robuchon, que lo cura todo. A continuación, nos reunimos con Sarah Herzali y algunos otros amigos en el Rhum Bar para bailar un poco mientras disfrutamos de la vida.
Del resto de torneos en los que participé no hay mucho que contar. Con todo, estoy deseando volver al desierto de Nevada. Hasta entonces, me tomaré un descanso de tres semanas y luego iré a Barcelona para el European Poker Tour. ¡He puesto todo el programa en mi calendario!