[Blog] One shot en el One Drop
Por Torneos Live
dentroYa estamos en 2024, un año que, como todos los anteriores, afronto con un montón de proyectos, metas y objetivos, siempre con optimismo y muchas ganas de seguir rindiendo a un gran nivel.
En mi última entrada en el blog en la que os hablé de los “peligros” que pueden aparecer al atravesar un momento de buen run, os avancé que tenía prácticamente confirmada mi participación en el One Drop, el torneo del millón de dólares celebrado en el Wynn a finales de año. Como seguramente ya sabréis, esa participación se acabó consumando, por lo que hoy, en esta nueva entrada, he pensado que sería un buen asunto a compartir, teniendo en cuenta que no todos los días se juega un torneo tan caro. De hecho, se han celebrado muy pocos a lo largo de la historia, y esta era la segunda vez que jugaba un torneo de semejante buy-in.
No cabe duda que el One Drop, con un buy-in de 1.000.000 $ de los cuales 40.000 $ iban destinados a obras benéficas y otros 10.000 $ en concepto de rake, era un torneo especial. Eso es algo que se respiraba en el ambiente. Diría que todos los que participamos, acudimos un poco más arreglados que de costumbre, sabedores de que íbamos a ser el centro de atención, que nos iban a hacer muchas fotos y nos iban a solicitar un montón de entrevistas, como así ocurrió. Además, la organización situó las mesas del One Drop en todo el medio de la poker-room, intentando dar un punto extra de notoriedad al torneo. En los descansos, mucha gente se acercaba a nosotros, prensa y público en general, para conocer impresiones, situaciones particulares, etc. Como digo, se respiraba un aire distinto, especial, propio de las grandes ocasiones, lo cual me pareció completamente normal y lógico.
Una buena inversión
En lo que se refiere al field, pudiera parecer que fue un poco decepcionante en cuanto a los números, pues 17 entradas, que fueron las que se registraron definitivamente, no fueron muchas, pero para mí, el field fue más que aceptable si tenemos en cuenta, por una parte, el elevado buy-in (no todo el mundo puede desembolsar esa cantidad de dinero) y por otra la calidad del mismo visto con los ojos de un jugador profesional de alto nivel como yo me considero. El ratio entre jugadores profesionales y jugadores recreacionales era bueno, lo cual para mí, hizo que fuera rentable la inversión.Una vez “in-game”, y aunque como sabréis no conseguí meterme en posiciones premiadas, me sentí cómodo en todo momento. Sí noté que a algunos jugadores con los que estoy acostumbrado a jugar habitualmente, la circunstancia del alto buy-in les hizo alterar ligeramente su estilo de juego: manos que normalmente se abren y en esta circunstancia, no se abrieron, calls que podían ser marginales y se tendía por la línea más pasiva… En definitiva, que en este caso, sí noté que el tamaño (del buy-in) importaba. Yo por mi parte, procuré mantenerme fiel a mi estilo de juego, a mis estrategias, a mis lecturas y eso es algo que, pese a no entrar en premios, me hizo salir del torneo satisfecho de mi actuación y mi juego. Esta es una máxima que siempre procuro respetar, y podría decirse que en el One Drop, también la cumplí.
Otra cosa que también me tranquiliza en torneos tan caros, es saber que la acción que vendí (lo cual no es un secreto, es vox populi que se vende acción para torneos tan costosos), la vendí entre (en su mayoría) jugadores que entienden perfectamente cómo funcionan los torneos de póker, cuáles son los riesgos y también cuál es el ratio inversión-beneficio. No hay secretos en este sentido: el 80% de las veces (en el mejor de los casos) que jugamos un torneo, no vamos a entrar en premios, y el One Drop no era una excepción. Por lo tanto, a mi salida, pude tener la conciencia perfectamente tranquila, sabiendo que quienes habían confiado en mí, entendían completamente que era una posibilidad que podía ocurrir. De hecho, y esto es un consejo para todo aquel que me lea, no aceptaría dinero de inversores sin tener clara esta premisa, pues de lo contrario, el juego de cada uno se vería afectado, no pudiendo, por tanto, dar la mejor versión.
Un millón para aprender
Retrocediendo a los días previos a la celebración del torneo, la pregunta que más a menudo me encuentro cuando hablo de este tema, es si realicé algún tipo de preparación especial para encarar un torneo de esta magnitud. Es cierto que cuando llegas a un torneo de esta importancia, digamos que la preparación que un jugador de élite necesita, debe llevarla ya lista desde casa, pero sí es cierto que dado que se trataba de un torneo de un aire especial, sí que tuve una charla con Steph, el coach del Team Winamax, antes de comenzar. Steph, y creo que es algo que se ha podido ver en muchos episodios de En la Mente de un Pro, es de gran ayuda para centrar el foco y poner los pensamientos en orden. Al tratarse de un evento dentro del calendario del World Poker Tour, coincidió que Steph también se había desplazado a Las Vegas, así que nos reunimos unas horas antes de empezar, para tener una de esas charlas que tanto ayudan a encontrar la concentración y la preparación mental óptima. Esto, sumado a las rutinas que he conseguido alcanzar y mantener ahora que he llegado a una edad y a un momento de mi carrera más maduro, hizo que mentalmente, llegara al torneo en las mejores condiciones.Al final, el ganador acabó siendo Mikita Badziakouski, lo cual a estas alturas no debe sorprender a nadie. Mikita es un gran jugador, sin duda uno de los que se encuentra entre la élite mundial. Ha tenido un gran año y ha ganado un montón de torneos de alto buy-in a lo largo de su carrera. La enhorabuena para él, y para los otros tres que consiguieron entrar en posiciones premiadas con premios de entre 1,2 y 7,1 millones de dólares.
¿Volvería a participar en el One Drop? Si se vuelven a dar las mismas circunstancias, lo volvería a hacer. Fue una pequeña “cornada” en el balance de mi año, pero pese a ello, acabé 2023 como el mejor año de mi carrera, no solo en resultados, sino también en sensaciones, tanto en lo que se refiere a torneos en vivo como en torneos online, por lo que me tomo esta experiencia como un aprendizaje más y una vivencia que el día de mañana, podré contar a mi familia.Dicho esto, encaro 2024, como decía antes, con muchas ganas de seguir rindiendo al mismo nivel. Mi primera cita en vivo será en casa, en Madrid, con motivo de la Gran Final del Winamax Poker Tour. Quien me conoce, ya sabe que no iré allí de paseo. Iré con ganas de hacer un buen papel y ponérselo muy difícil a los muchos aspirantes que seguro querrán participar en esta gran fiesta de la mano de Winamax, así que os invito a todos a vernos en el Casino Gran Madrid, un casino que me trae muy buenos recuerdos, pues fue allí donde arrancó y despegó mi carrera.
¡Suerte a todos y nos vemos en Madrid!