Me gustaría hablar de un concepto que muchos jugadores y entrenadores suelen ignorar con demasiada frecuencia. Es un concepto que constituye el punto fuerte de muchos jugadores experimentados en vivo, una parte integral de la estrategia de los jugadores "tricky" y, por supuesto, tenido en cuenta por los mejores profesionales del circuito.

La mayoría de los jugadores de póker saben adaptarse a sus oponentes. Explotar los puntos débiles del otro jugador o, por el contrario, evitar sus puntos fuertes: eso es lo básico. En cambio, son menos los jugadores capaces de sacar partido de su imagen, reflejada en sus oponentes.

Yo llamo a este concepto... (redoble de tambores, el público contiene la respiración)...

Explotar su propia imagen.

Partamos de la premisa de que: 1/ Tus rivales siempre intentarán explotar tus puntos débiles y 2/ Muy pocos jugadores GTO juegan exactamente igual independientemente de sus oponentes.

Si tienes una idea de la estrategia de tu rival, puedes contrarrestarla haciendo lo contrario de lo que él espera que hagas. Si tu oponente cree que vas a farolear demasiado, farolearás menos y preferirás hacer apuestas de valor con un rango más amplio de manos. Y viceversa, si tu oponente cree que no vas a farolear lo suficiente.

¿Cuántas veces me he encontrado con jugadores demasiado tight, los "nits", como se les llama, que nunca aprovechan su imagen de "cerrojo"? Sin embargo, los rivales a menudo "overfoldean", es decir, abandonan más a menudo de lo que deberían. En este contexto, resubir light o intentar pequeños faroles en el river ¡les permitiría ganar mucho dinero! Pero estos jugadores tight no saben aprovecharse de ello.

Explotar tu propia imagen: parece muy fácil sobre el papel... En realidad, ¡es un concepto bastante difícil de poner en práctica!

Un concepto tanto psicológico...

Porque sacar partido de su propia imagen requiere cualidades difíciles de enseñar. Requiere aptitudes que son casi innatas. Facultades que están más ligadas a nuestra educación y a nuestro entorno que al aprendizaje consciente. Explotar su propia imagen requiere una buena dosis de inteligencia emocional y una gran empatía con el rival, para comprender/anticipar lo que los demás jugadores de la mesa piensan de ti.

... como técnico.

Para muchos jugadores, no es fácil salir de su zona de confort y aventurarse en un estilo de juego con el que se sienten menos cómodos. Transformarse como un camaleón para adaptarse a nuestra imagen, alternando sin esfuerzo entre un juego muy agresivo y otro muy pasivo: esto requiere una base técnica muy sólida, para que podamos desviarnos fácilmente de nuestras tendencias naturales, añadiendo/quitando manos en nuestros rangos GTO en función de la situación.

Si dominas tanto la psicología como la técnica, es decir, si eres consciente de tu imagen percibida y tienes las herramientas para aprovecharla, en muchas situaciones ya no será necesario jugar equilibrado. Las desviaciones de la norma pueden incluso ser extremas... con (por ejemplo) ¡100 % de faroles en un punto determinado, o 0 % en otro! Todo esto, por supuesto, siempre que sepas reajustarte después según la nueva información que recibas.

Tu rango vs tu rango percibido

La mayoría de los jugadores se conforman con razonar en términos de rango. Se olvidan de tener en cuenta también su rango percibido. Cuántas veces he oído este tipo de cosas de regs en el circuito profesional: "Aquí, mi rango es un 20 % farol y un 80 % valor, ¿cómo me pudo hacer call, en serio?" Cada vez, me dan ganas de responder: "A quién le importa tu rango, tu oponente no lo sabe, y tienes una imagen de jugador loco, debe pensar que tienes un 80 % de farol y un 20 % de valor. Así que tu farol es malísimo, tío." En lugar de eso, la mayoría de las veces sólo digo: "Está claro tío, esta mano fue una locura, mala suerte."

Es importantísimo pensar en términos de rango percibido en lugar de sólo rango. El rango que más cuenta no es el tuyo, es el que tu rival te atribuye. Si puedes adivinarlo (o al menos estimarlo correctamente), puedes explotarlo de forma muy provechosa.

Si dominas el uso de tu imagen, puedes incluso divertirte con tus rangos para engañar a tus rivales, contándoles historias que no esperan oír. Por ejemplo, decidiendo hacer 3-bet con manos que nuestro rival espera que vamos call... o call con manos que él cree que vamos a 3-betear. Esto hará que sea imposible saber que cartas tienes durante toda la mano, lo que inevitablemente provocará errores en la estrategia de explotación de tus oponentes.

¡Nos vemos!

Kitbul