Una de las expresiones más repetidas en el póker de alta competición es “It will work in the long run”, que en español viene a decir algo como “Funcionará a largo plazo” cuando hablamos de una mano que puede no haber salido bien en un determinado momento, pero que acabará dándonos buenos resultados a la larga. Cuando nos decimos estas palabras, ganamos confianza, incluso si el balance final no es positivo. Tenemos que tener en mente que se trata de una estrategia que requiere tiempo, así que no hay que mirar solo el resultado más inmediato.

Comprender que no todas las buenas decisiones derivarán en resultados positivos y que algunas malas decisiones pueden a veces darnos alegrías es transcendental para entender el póker.  Comprender cómo funciona la varianza será de igual manera útil en vuestra carrera dentro de este mundillo.

¿Cuántos hemos creído conveniente cambiar estrategias a priori correctas porque nuestra confianza bajó durante una fase de mala varianza? ¿Cuántos hemos cuestionado en algún momento nuestro juego porque tenemos una mala racha? ¿Cuántas veces nos hemos dado cuenta de nuestros errores solo tras pasar una tendencia negativa? ¿Cuántos de nosotros nos hemos relajado demasiado cuando la suerte nos ha acompañado? Ten fe en el camino que tomas, en lo que aprendiste, y cree en lo que viene.

En nuestro día a día, ¿cuántos de entre nosotros han optado por cambiar lo que hacen, cómo lo hacen o cómo lidian con sus amistades? Todo ello con base en experiencias negativas. Considero que hay que ser amable. Incluso cuando siempre habrá alguien con ganas de aprovecharse de ello, la mayor parte de la gente apreciará esta actitud y te apoyará. Ser una persona fiable y en la que se puede confiar es clave, aunque eso no quita que puedas toparte con personas menos legales. Trata de ser honesto contigo mismo, y actúa siempre en base a lo que creas que es lo correcto. Es decir, comprométete con la persona que eres y eliges ser.

Una de las cosas que nunca entenderá la gente ajena al póker es que tomar decisiones correctas no siempre asegura resultados positivos. Pero conviene no olvidar que, aunque el resultado no haya acompañado en un momento dado, la decisión fue la idónea. Y debemos persistir en esa línea, ya que hay casos en que no es tanto la decisión en sí sino el contexto en el que se toma. Tarde o temprano funcionará. Solo hay que creer en tus metas y no separase de ellas. Sé fiel al camino que tomas.

Entre las principales cualidades de la gente exitosa, ya sean jugadores de póker o no, destaca la cabezonería. No estoy hablando de esos que se encuentran en circunstancias increíbles y a los que parece salirle todo bien, ya que no aprenden demasiado. Estoy hablando de los que logran alcanzar el éxito a través del trabajo duro; de los que eligen un camino, fijan un objetivo y van a por él. Se comprometen para llegar ahí, sin importar los sacrificios que se ven obligados a hacer.

Una canción de rap me enseñó que “sin lucha, no hay progreso”. Aprendí a disfrutar de los malos momentos, a apreciar los obstáculos y aprovecharlos como si se trataran de bendiciones, porque son los que te hacen crecer. La prueba más importante es la del tiempo. No seas impaciente. No te desanimes. Elige tu camino y disfruta el momento.

Nunca lo olvides, el camino es largo. Y solo por el hecho de que se atrase, no quiere decir que esté negado.