[Blog] Las Vegas a flor de piel
Por General
dentroRecuerdo que intenté sobre todo sustentar mi planificación sobre tres pilares: la gestión de la planificación, la selección de los eventos y evaluación de mis objetivos, con objeto de optimizar mi esfuerzo.
Es importante fijarse unos objetivos, aunque no es un asunto menor hacer un balance a posteriori. Conozco a muchos jugadores que se ponen metas para un torneo determinado y que luego olvidan el análisis posevento. Eso es un error. Lo suyo es tomarse unos días para echar la vista atrás y estudiar qué ha funcionado y qué no, algo que cobra especial importancia en citas como las de las World Series of Poker. En esta entrega haré un poco de todo: analizaré mi participación en las Series Mundiales, los resultados que he conseguido y os explicaré cómo encararé los próximos torneos, como la parada del European Poker Tour de Barcelona o el Winamax Poker Open de finales de septiembre. ¡Allá vamos!
Descansar bien para rendir bien
El 50º aniversario de las WSOP ha sido mi tercera participación en el festival. Con el tiempo he ganado en experiencia y ya controlo mucho más sobre la gestión del sueño, los efectos del jet lag, lo importante de ir bien abrigado en el casino Río… Lo cierto es que el año pasado cometí el error de no prestar atención al tema del descanso durante las Series Mundiales, algo que me pasó factura. Sin embargo, esta vez hice varias escapadas: visité el parque Zion, el Gran Cañón, la reserva North Rim y otros enclaves naturales del mismo estilo.
En los viajes me acompañaron Ivan Deyra y César, un colega de la facultad que estaba viajando por los Estados Unidos en ese momento. Aunque este viaje de cinco días de duración fue algo extraordinario, la verdad es que ha había pensado pillarme un día de descanso por cada semana en la Ciudad del Pecado. Lo cumplí a rajatabla y esa dinámica me ayudó a visualizar claramente los torneos más destacados de mi calendario: el $10K del Aria, el $5K 6-max, el $3K online y, cómo no, EL Main Event. Una dinámica que fue como la seda hasta mi eliminación en el Evento Principal. Mi salida del torneo me afectó anímicamente.
Ya no me encontraba en la “zona” y esta pérdida de concentración me impedía probar suerte en otros torneos de menor buy-in. Estaba, en pocas palabras, de bajón. Solo me lancé a por el Little One Drop, el 800 $ online y el 3.000 $, así que descansé unos días para llegar al $10K 6-max fresco. Aún sigo sin entender a qué se debió este impase de negatividad, así que en cuanto comience septiembre llamaré a Pier (preparador mental) para contar con su perspectiva y conseguir despejar la incógnita.
Planificación de los torneos
Es este sentido fui bastante práctico: conté desde el primer día con un documento Excel en el que tenía marcado los eventos que me interesaban y sus datos principales. Parece una obviedad, pero no sabéis la cantidad de energía que ahorramos cuando en sin simple abrir y cerrar de ojos vemos lo que nos espera. Son pequeños detalles que nos facilitan mucho la vida en este tipo de citas. Con respecto a la organización de mi día a día, ha sido la primera vez que he seguido una rutina específica:- Levantarse a tres horas y media antes del comienzo del torneo.
- Desayunar en treinta minutos.
- Ponerme con el japonés durante una hora.
- Preparar todo para la jornada.
- Treinta minutos para repasar los objetivos y meditar.
También añadí otro margen de treinta minutos de comodín para ir a la piscina, tomar el sol, cocinarme algo especial… Puedo decir que funcionó bastante bien en términos globales y que estoy satisfecho de la disciplina que me demostré a mí mismo. La única pega que pondría es que no conseguí practicar ejercicio con regularidad. Hice sesiones, sí, pero no logré integrarlo del todo en mi cotidianidad. Habrá que trabajar este aspecto.
Consecución de objetivos
Mis objetivos durante las últimas World Series of Poker giraban sobre todo alrededor del tema mental. Controlar mis emociones, estar atento a lo que ocurre sobre y alrededor del tapete, registrar momentos destacados, fijarme más en los tels, abordar el “pospartido”… La intención es añadir más puntos a la lista con objeto de consolidar mi juego y ser un adversario más completo.El tema de la pasta
¿Y el dinero? Contando con las reentradas he jugado 31 torneos por unos 81.111 $ (2.616 $ de buy-in medio), en los que he ganado 63.612 $, gracias principalmente a dos mesas finales (una de en las WSOP). Estos ingresos los he podido complementar con swaps (participaciones) de otros eventos. Independientemente de que financieramente me haya ido bien, lo más importante para mí ha sido cómo he desplegado mi juego, tema que trataré a continuación.
Un buen recuerdo
De entrada, tener la oportunidad de hacer una mesa final en las Series Mundiales es una experiencia única. Aunque no pude pasar de la octava plaza, di lo mejor que tenía y no tengo nada que reprocharme, simplemente no tuve la suerte de cara. Recuerdo que estaba supernervioso. ¡Y eso que conté con veinte horas para prepararme mentalmente! Solo tenía ganas de sentarme en la mesa e ir a buscar el ansiado brazalete. Para ello, le pedí a mis compañeros del Team Winamax pensáramos en los distintos escenarios que se podían dar en una FT en la que todo el mundo partía con el mismo stack. Pero pasó lo que pasó. ¡Otra vez será!
También me gustaría destacar la cantidad de rails galos que he podido presenciar este año. Thomas Cazayous, Jérémy Saderne y el resto de franceses que han demostrado que venimos pisando fuerte en esto del póker de élite. Y, obviamente, dar la enhorabuena a mis compañeros del Team Winamax. Esa mesa final del $5K con Pierre Calamusa y el flamante brazalete Joao Vieira dándolo todo, el deeprun de Romain Lewis en el Main Event, Ivan Deyra, mentor y amigo desde el comienzo de esto, ganando su primer brazalete de las WSOP... ¡tras colarse previamente en otra mesa final! Y paro aquí, ¡que si ponemos todo lo que ha dado de sí la aventura del Team en las WSOP no acabaré nunca!
Todo ello ha hecho que esta pasada edición de las WSOP haya sido inolvidable. Hay margen de mejora, sí, pero creo que estoy por el buen camino. ¡Nos vemos pronto en el EPT de Barcelona!