[Blog] La más colectiva de las actividades individuales

Por dentro

[Blog] La más colectiva de las actividades individuales

En mi nueva entrada quiero hablar de la importancia del entorno en la carrera de un jugador de póker. Más concretamente: del factor humano. Supongo que no hace falta que te diga que quedarse sentado en un rincón no es la mejor manera conseguir cosas. Al mismo tiempo, tampoco podemos obviar que el póker de élite es ante todo una práctica individualista, algo que ha seducido y sigue seduciendo a miles de almas autodidactas, pues un jugador es por naturaleza su propio jefe. Libre, independiente, juega donde quiere, cuando quiere, toma sus decisiones solo y asume las consecuencias solo. Hoy en día, este arquetipo ya no es del todo cierto. Poco a poco, los profesionales han comprendido los beneficios del colectivo y del trabajo en grupo. Con todo, muchos se encuentran solos, sin un grupo cercano en el que apoyarse. Y estoy convencido de que esto tendrá un impacto negativo en sus resultados, e incluso en su estado mental.

Yo, por suerte, he estado bien acompañado desde el día que me lancé seriamente a los tapetes hace casi diez años. Es una de las razones (si no LA razón) por la que he podido alcanzar algunos de mis objetivos. Mi experiencia a través de diferentes grupos sucesivos, y cómo estos grupos me enriquecieron, es lo que compartiré en este artículo.

Descubrí las cartas de la misma manera que muchos: con amigos, durante una fiesta. Algunos de ellos ya soñaban con convertirse en profesionales. Apenas me estaba familiarizando con el juego, pero dar mis primeros pasos en compañía de jugadores experimentados me permitió progresar mucho más rápido que si hubiera aprendido solo. Sobre todo, porque en aquella época había mucho menos contenido técnico interesante en Internet y la mayoría de los libros disponibles ya estaban anticuados.

G.D.En el momento de tomar mi decisión ("Vale, ahora el póker va en serio"), me encontraba en un entorno perfecto para profundizar en mis conocimientos. Dos de mis amigos (saludos a Michael y Xavier) que tenían más experiencia estaban jugando los mismos buy-ins que yo (y a veces más caros) de forma regular, con las mismas ganas de progresar y el mismo sueño de jugar algún día en los torneos en vivo más prestigiosos. Así fue como, durante unos años, aprendimos juntos y compartimos nuestros errores e inquietudes a diario.

Cuando alguien estaba decaído, los otros dos siempre estaban ahí para motivarlo. Nos pasamos los días (y buena parte de las noches) discutiendo sobre las manos y los lances, pensando en cómo ser mejores y, sobre todo, ¡compartiendo victorias y derrotas juntos! Fue un periodo de dudas para los tres, pero constructivo: cuestionamos nuestra forma de jugar, la manera de enfocar nuestra carrera y, en general, nuestra capacidad para estar algún día entre los mejores. Estoy seguro de ello: si hubiera tenido que pasar por este periodo solo, sin apoyo, habría renunciado a mi sueño muy pronto. Además, estos instantes fueron una aventura humana única que fortalecieron nuestra amistad a base de recuerdos y anécdotas inolvidables.

La erótica del parche

En 20124 me uní al Team Winamax y descubrí un entorno y una rutina totalmente nuevos. Participé en una serie de grandes torneos en vivo con jugadores que formaban parte del top mundial, además de ser personas exquisitas e inspiradoras. Como joven de 22 años, lo estaba gozando.

Ya sea con mis compañeros de equipo, el entrenador o los miembros del personal de Winamax, aprendía de cada conversación. Me asombraban las historias de Michel, Bruno o Benjo. Bebía las palabras de Davidi cuando explicaba sus razonamientos. En definitiva, me encontraba rodeado de gente estupenda que me ayudaban a evolucionar a una velocidad de locos en un ambiente familiar que se asemejaba al que había conocido años atrás en mis inicios con mis colegas. Incluso recuerdo que me sorprendió la sencillez con la que me acogieron y la rapidez con la que me integraron en el clan. Lo sentí desde mi primer torneo, el EPT de Deauville, cuando Benjo y Michel se rieron conmigo por mi traje de novato, cuando Stéphane y Guignol permanecieron en el rail hasta muy tarde para seguir mi primera mesa final, o cuando Gaëlle y Ludo me felicitaron efusivamente tras mi primera victoria (porque sí, gané).

GDiaz
Sin el apoyo que recibí, la ayuda y la amabilidad que me mostraron todos, los momentos difíciles de mi carrera habrían sido aún más difíciles y las victorias no habrían tenido el mismo sabor. Y, sobre todo, hoy sería una persona completamente diferente.

Más allá de la familia Winamax, otra gran familia se abrió ante mí durante mis primeros años en el circuito en vivo: la de los jugadores francófonos en su conjunto. En cuanto al equipo, conocí a personas excepcionales y entablé una gran amistad con muchas de ellas. Algunos de ellos incluso se convirtieron en mis compañeros de piso. Y ahí también, estar rodeado a diario de personas solidarias que comparten el mismo objetivo que tú es una fuerza motriz increíble.

El valor del grupo

Vivir solo en Londres o Praga habría sido una experiencia completamente diferente. Ni siquiera creo que hubiera sido capaz de resistir mentalmente si hubiera estado solo en mi apartamento grindando todos los días. El jugador de póker es un animal extraño al que le cuesta compartir sus sentimientos y vacilaciones con alguien que no juega.  Pero hacerlo con otros jugadores que también son amigos es muy gratificante. Aprendí mucho tratando de ayudar a Romain o a Louis cuando estaban de capa caída; asimismo, también me apoyaron cuando no era capaz de entender lo que estaba mal. Nuestras charlas existenciales, nuestros orígenes, nuestros sentimientos han sido fuente inagotable de conocimiento y motivación. Igual que las del equipo Winamax, igual que las de Michael y Xavier cuando empecé. Nunca podré agradecerles lo suficiente todo lo que me han dado.

wptCuento todo esto porque tengo la impresión de que muchos jugadores que están empezando se encuentran en un entorno que no es necesariamente propicio para el progreso. Me imagino que es lo mismo para muchos otros deportes individuales. Pocos pueden estar rodeados desde el principio de gente con los mismos objetivos.

Cuidado, no estoy diciendo que haya que estar siempre con jugadores de póker, pero a menudo es complicado estar en la misma onda que alguien que no vive el mismo día a día que tú.

Prueba de ello es la proliferación grupos de trabajo, plataformas de coaching grupal y grind houses. En este sentido, y siempre con el objetivo de ayudar a los jugadores al principio de su carrera a crear una red, Romain tuvo la excelente idea de fundar un grupo de trabajo para orientar a amateurs. Juntos tratamos de ayudarles a estructurar su trabajo y avanzar en la misma dirección.

Y hablando de ayudar. Me despido. Mi chica, que está a punto de dar a luz, ¡me necesita! Cuida de ti mismo y de tus seres queridos. ¡Un abrazo!

Guillaume «Volatile38» Diaz

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El ganador de la tercera edición de la Top Shark Academy posee uno de los palmareses más impresionantes de Winamax.

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