[Blog] La gratitud
Por LIFE STYLE
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A lo largo de mi vida, más de una vez he experimentado una sensación de pesadumbre, de frustración. A veces, esto me ha impedido disfrutar del presente, ¡incluso cuando todo iba bien! No creo que sea el único. De hecho, seguramente este fenómeno está más extendido de lo que pensamos. ¿Pero por qué ocurre? ¿Por qué nos comemos la cabeza sin razón aparente? Todo está conectado con nuestras emociones, estado mental e inquietudes. En conjunto es lo que nos impide de estar al 100 %, de tener los cinco sentidos en el ahora. ¡Quién no echa de menos la infancia y sus momentos de despreocupación total! Jugar y jugar sin pensar en el mañana, en eso consistía aquella época.
De un tiempo a esta parte me intereso bastante por todas las cuestiones ligadas al desarrollo personal, así como al bien estar. En este sentido, hay un término que me llama especialmente la atención: la gratitud. La gratitud aumentaría nuestra felicidad en un 25 %, mejoraría el ambiente de muchas empresas, el buen rollo entre las parejas, la autoconfianza… A bote pronto parece sencillo, pero ¿cómo podemos sacarle el partido que comento? ¿Cómo ponerla en práctica en el día a día?
El concepto “gratitud” viene del latín gralamusum pierum y significa “comer en restaurantes Michelin todos los días y terminar en cabeza al final de cada Día 1”. O casi. Bromas sobre Pierre Calamusa aparte, lo cierto es que la palabra viene del latín gratitudinem, que expresa agradecimiento, reconocimiento. Podemos empezar dando las gracias por disfrutar la vida que vivimos o cada vez que alguien hace algo por nosotros. Mirar alrededor y reflexionar sobre lo que hemos conseguido con el paso del paso de los años ayuda a ser agradecido. Debemos apreciar aquello e ignorar en la medida de lo posible lo que nos falta. Esto es fundamental para completar la transición entre “Para ser feliz quiero…” y “Soy feliz de tener…”. A continuación, os explico maneras para que sea más fácil.
Es de bien nacido...
Podemos empezar por tener un “diario de gratitud” en el que apuntar antes de acostarnos qué cosas nos han hecho feliz durante el día. Con quince minutos bastará. Un olor, un sabor, un encuentro, una situación, unas palabras, una melodía… Son pequeños momentos de felicidad que acaban sumando. Ponerlos por escrito nos ayuda a terminar el día positivamente y soñar con los angelitos. Lo hago desde hace un mes y, sinceramente, veo las cosas de otro color. El poder releer anotaciones antiguas me recuerda la suerte que tengo. Son cotidianidades que proporcionan un punto de autoestima. Es sobre todo un trabajo de introspección. Con él decimos adiós a la envidia, al agravio, a la comparación con el prójimo, a los complejos de inferioridad, etc.Otro consejo. Si os da pereza tener que hacer lo anterior todas las noches, hacerlo de manera más espaciada y general preguntándoos qué os alegra el día o valoráis en este momento de vuestras vidas (¿la salud? ¿El amor? ¿Una foto en particular? ¿Un buen vino?).
Meditar tampoco es mal asunto. Lo típico de cerrar los ojos y respirar profundamente favorece a la creatividad, la tranquilidad y, sobre todo, desestresa. Contamos con una especie de “músculo de la gratitud” en nuestro cerebro que podemos entrenar con ejercicios prácticos. Cuanto más nos esforcemos más naturalmente vendrá.
Por no hablar de las imágenes. Ya sabéis que valen más de mil palabras, así que tener fotos de momentos mágicos a la vista nos traslada a instantes de placidez. ¿A quién no le gusta revivir ese viaje de ensueño o ver a los seres queridos de un vistazo? ¡Eso siempre sienta bien!Sin embargo, para apreciar esos instantes de felicidad también hay que pasar por circunstancias adversas, algo que nos ayuda a crecer. Relativizar y ver las cosas en positivo es parte del desafío. En el póker la injusticia es el pan de cada día. Nadie se libra de un bad-beat o downsizing. Cuanto antes lo aceptemos mejor será. Tanto es así que os puede hacer ganar o perder dinero. Yo trato de ver los errores como oportunidades de mejora, independientemente de la esfera.
... ser agradecido
En definitiva, es crucial rodearse de personas optimistas y agradecidas. He tenido la suerte de conocer a este tipo de gente y os puedo asegurar que todo se ve de otra manera. Como suelen decir, somos la media de las cinco personas con las que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Nos influyen e influimos. Recibir un regalo, un agradecimiento, una sonrisa o un gesto de cariño (el que sea) vale más de lo que pensamos. ¿Por qué no intentar ser así? En esta línea, hay dos citas que me representan bastante:
“El éxito no es la clave de la felicidad, la felicidad es la clave del éxito; basta con amar lo que uno hace”.
“Mi bienestar no debe depender de la consecución de mis objetivos o de la resolución de mis dificultades, pues estos pueden coexistir si dejo espacio a lo que viene”.
El ser humano es capaz de hacer grandes cosas. ¿Qué me separa de mi mejor versión? Los pequeños detalles, la voluntad, el entusiasmo y la gratitud.
Espero que esta entrada os anime a introducir cambios en vuestras rutinas, tal y como yo lo he hecho, y mejore vuestra calidad de vida. ¡No os cortéis en hacerme llegar vuestras impresiones!