Las Vegas. 17 de julio de 2024, 18:22. Abre el jugador en el cut-off, voy all-in por 15 ciegas con AT y me paga KJ. Flop 5-6-7. Turn 10. River K. Me levanto, como hago después de cada eliminación. Pero esta es especial: marca el final de 46 días de intensa competición. Sé entonces que no seré campeón del mundo este verano. Cuando me levante mañana por la mañana, no volveré a salir a jugar. Tienes que gestionar esa frustración. El póker es un juego en el que, por desgracia, no siempre se puede ganar.

Sí, se acabó. Después de 35 torneos, 12 reentradas, 11 puestos pagados en vivo y ocho más online, incluida una mesa final en sexta posición. Mi mayor deep run se produjo en el Mystery Bounty de 10.000 $, en el que caí eliminado perdiendo un coin flip que me habría colocado tercero en fichas cuando quedaban 14 jugadores de un total de 965. Había un millón para el ganador y me llevé 85.000 $, bounties incluidos. Además, terminé el Día 3 del Main Event con mucha diversión. En concreto, conseguí seguir mis instintos en dos spots complicados, un hero fold y un hero call, y ambos fueron buenos. Siempre es emocionante tomar las decisiones correctas cuando tu supervivencia está en juego en un torneo, especialmente en EL torneo más importante del año.

Así que fue un verano desigual en cuanto a resultados, pero que a pesar de todo terminé en positivo. Sabía que sería difícil hacerlo mejor que el año pasado (un brazalete en línea y dos mesas finales), aunque ese era uno de mis objetivos.

Desconexión y reconexión

Sin embargo, lo que no te esperas como competidor, hasta que lo has experimentado, es ese desgaste de energía. Ese vacío, ese enorme cansancio que te golpea después. Algunas personas tardan una semana o incluso quince días en recuperarse de las horas pasadas en la mesa. No nos damos cuenta de la cantidad de energía que se gasta durante casi cincuenta días de juego prácticamente ininterrumpido. Cada decisión puede repercutir en el conjunto de Las Vegas. Éste es el único festival en el que uno puede hacerse millonario en más de diez torneos.

En lo que a mí respecta, lo importante es poder cortar del todo con el "trabajo". Sabemos que algunas manos nos van a rondar la cabeza durante varios días. Queremos pensar en los spots, ya estamos pensando en los próximos eventos...

Pero en ese momento, lo más importante es la recuperación física y mental: hay que despejar la cabeza. Por eso este año decidí hacer un road trip en Estados Unidos para disfrutar de los magníficos paisajes del parque de Yosemite y el lago Tahoe, con largas caminatas salpicadas de baños en este espléndido lugar, o incluso paseos en bicicleta. Es esencial volver a hacer ejercicio después de 45 días sentado a la mesa. Es muy importante volver a conectar con las cosas sencillas de la vida, con la naturaleza.

Hablando de naturaleza, ¡tuve la suerte de cruzarme con un oso en el bosque de Yosemite! Tengo que admitir que no me importó demasiado. En estos casos, nos dicen que levantemos los brazos para hacernos más altos y que hablemos con el animal. Ah, sí, ¿por qué no contarle unas cuantas historias de bad beats, tranquilamente? Ya lo creo, lo único que quería era convertirme en Usain Bolt y ¡CORRER! Pero, al parecer, esa es la mejor manera de excitarlo lo suficiente como para que venga a masticar ese cuerpo lleno de hamburguesas... Así que me quedé detrás de mi novia (tranquilo, estoy de broma) y le dijimos amablemente que era bastante guapo, pero que no queríamos verlo más de cerca. Todo esto mientras nos alejábamos t̶r̶a̶n̶q̶u̶i̶l̶a̶m̶e̶n̶t̶e̶ rápidamente en silencio antes de continuar nuestro camino con un bonito recuerdo en el bolsillo.

Reanudación en Barcelona

Lo más importante para cada uno es encontrar lo que más te convenga. Sin interrogatorios, sin segundas intenciones, sin póker, solo diversión, recuperación y sencillez.

Después de estas dos semanas, pasé unos días en París viendo los Juegos Olímpicos, ¡es tan emocionante que se celebren en Francia! -. El año pasado compré entradas para baloncesto, balonmano, voleibol y fútbol. Mientras que los jugadores de balonmano rindieron mucho menos de lo esperado, a mí me encantó llegar en pleno jet-lag para el voleibol, después de haber pasado solo unas horas en Londres: llegué a casa el 6 de agosto por la tarde, ¡para salir hacia París al día siguiente a mediodía, con el partido a las 16:00 h! Me pasé el fin de semana cantando la Marsellesa... Luego me fui una semana a Barcelona con mi familia, para recargar las pilas.

Cuando acaben estas últimas vacaciones, ya estaré pensando en prepararme para los próximos eventos, empezando por mi etapa favorita del año: el EPT Barcelona. Me encantan estos destinos que combinan playa, sol y póker. Después, el WPO de Bratislava, un evento que estoy deseando descubrir.

Mientras tanto, cuídate y recupérate bien, porque lo mejor está por llegar. ¡Y va a ser intenso!