Aquí estamos de nuevo. Nuestro planeta ha vuelto a completar su baile alrededor del Sol. Toca fijar los objetivos anuales, dejar de fumar y (re)inscribirnos al gimnasio..., que quizás abandonemos en marzo. Pero antes mirar hacia el 2022, es importante echar la vista atrás. En lo que a mí respecta, 2021 transcurrió a dos velocidades: los primeros seis meses fueron increíbles mientras que la segunda mitad fue mediocre. Pero vayamos por partes. 

Como digo, 2021 comenzó especialmente prometedor, sobre todo en Internet. En cuestión de días, conseguí las dos victorias más abultadas de mi carrera, añadí otros pinchazos de entidad a mi Top 10 y me colgué de lo más alto de la Online All Time Money List, algo que me valió para ser portada de la prestigiosa revista Card Player. Todo iba como la seda para completar una temporada de ensueño. Fueron unas semanas increíbles, aunque luego las cosas se calmaron significativamente... En junio apenas jugué. Julio fue el mes de las WSOP-Online, en las que alcancé dos mesas finales. Entre agosto y septiembre obtuve un título en los distintos festivales online, pero mi balance terminó en rojo por primera vez en varios años. En mi defensa he de decir que contraje la COVID-19 por aquellas fechas, justo antes de las World Series of Poker. De hecho, el bicho puso en peligro mi participación. Afortunadamente, logré sobreponerme a tiempo.

Durante las WSOP, luché y jugué duro: quince ITM y cuatro finales dan fe de ello; no obstante, nunca conseguí recuperar mi concentración y el nivel de juego del primer semestre. Para mí, las WSOP acabaron el 22 de noviembre. Totalmente agotado puse fin a la temporada. En definitiva, tuve el mejor año de mi vida en los primeros seis meses..., pero apenas conseguí una victoria en los cuatro siguientes. También siento que perdí varias oportunidades de cash-in debido a la falta de energía y precisión en los momentos adecuados. En la segunda mitad del año, creo que acabé pagando el precio, física y mentalmente, de esa primera mitad tan intensa. 

Torneo a torneo

Con esto en mente, y de cara a 2022, me aseguraré de organizarme mejor. Las WSOP también deberían volver a sus fechas tradicionales de junio-julio, lo que probablemente resolverá el problema de llegar a Las Vegas ya quemado. He decidido saltarme el EPT de Praga, que tendrá lugar a mediados de marzo, para prepararme de cara al resto del año y llegar a tope a las Winamax Series y el resto de festivales online (abril), el EPT de Mónaco (entre finales de abril y principios de mayo), el festival de Winamax de Madrid después y, finalmente, las Series Mundiales. Las Vegas es mi principal objetivo del año, ya que creo que aumentará mis posibilidades de ganar otro brazalete y el premio de Player of the Year. 

Si todo va según lo previsto, el verano terminará con el EPT de Barcelona (finales de agosto o principios de septiembre) y otra oleada de festivales en Internet. Optaré por hacer una temporada de diez meses, uno menos que en 2021. Este año será el más difícil de mi carrera. Mi objetivo como jugador es siempre tener un año mejor que el anterior y está claro que los resultados de 2021 van a ser complicados de superar. Pero ese es el tipo de desafío para el que estoy aquí, por eso amo lo que hago. En el póker, como en la vida, siempre hay que intentar ser la mejor versión de uno mismo. Día tras día.

Estoy más preparado que nunca. Dispuesto a cortar cabezas, y, sobre todo, la del João de 2021. ¡Ojito! 

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