[Antes de leer: Musta nos envió su blog antes de saber que Francia y Marruecos competirían por un puesto en la final. Esperamos que tenga la oportunidad de dar a este blog un seguimiento aún mejor]

Ciao ragazzi! Han pasado muchas cosas desde mi último blog. Ahora toca ponerse al día.

A principios de septiembre fui a Chipre con un muy buen amigo para jugar las Triton Super High Roller Series. Tuve muy buenas sensaciones allí, hubo buen ambiente en la mesa durante toda la semana. Ya había jugado allí una vez y me gusta mucho el lugar: hay una mezcla de culturas mediterráneas, buena comida y siempre hace buen tiempo.

Llegué justo a tiempo para entrar en el Día 2 de uno de los torneos más bonitos del festival, el Highroller de 5.300 $. Llegué a la mesa final nada menos que como líder en fichas, pero cuando quedaban tres jugadores, desafortunadamente perdí una mano crucial: 1010 míos contra AA de mi oponente. ¡Eliminado! Pero al menos me llevé 83.400 $. Por supuesto, cuando uno se encuentra en este tipo de situación, siempre quiere ir a por todas. Pero aquí no pude sino decir "GG y bien hecho". También jugué el Evento Principal de 3.300 $ justo después... ¡y me clasifiqué para una segunda mesa final! En ese me quedé 5º por algo menos de 100.000 $. ¡Un viaje provechoso!

Ventajas de la doble nacionalidad

Después, mis amigos me convencieron para que dejara las cartas unos días y me fuera a Dubai. Una muy buena idea para lo que fue un muy buen momento. Tengo bastantes amigos que viven allí y fue muy agradable irse hasta el calorcito. Además, como al mismo tiempo se celebraba la Copa del Mundo en Catar, a sólo una hora de avión, aproveché para ir al estadio a apoyar a uno de mis equipos nacionales. Como ya sabréis, soy italo-marroquí. Mis padres son marroquíes, pero yo nací y crecí en Italia. A la pregunta "¿Te sientes más italiano o más marroquí?", siempre respondo que siento el mismo apego por mis dos nacionalidades. Es una oportunidad de comprender desde muy pequeños que en el mundo hay diferentes culturas y formas de pensar.

¡Vi algunos partidos del Mundial en Dubai y me dieron ganas de ir yo también! Así que compré entradas para el partido de Octavos de Final entre España y Marruecos. Valió la pena. Viví una experiencia increíble, llena de recuerdos que nunca olvidaré. Como en el póker, en el fútbol puedes ganar o perder, pero también recuerdas el ambiente y el lugar en sí. Y en Catar fue fantástico. La ciudad es una mezcla de arquitectura hipermoderna y estilo árabe tradicional. Había gente de todo el mundo. Se podía sentir la energía típica de los grandes acontecimientos internacionales.

Volviendo al partido, fue enorme... y no solo por el resultado. El estadio estaba lleno y el 90% de la gente apoyaba a Marruecos. Sentíamos que jugábamos en casa, y los chicos sobre el terreno de juego no nos decepcionaron. Fue un partido tácticamente perfecto. Demostró que con un grupo unido y muy centrado, todo es posible.

Musta también sabe hacer apuestas deportivas...

Fue un día especial, pero pueden imaginarse mi estrés durante el partido. Normalmente, en el Mundial, siempre voy con Italia, y esto no es diferente: sólo importa la victoria, cualquier otro resultado se considera un fracaso. Con Marruecos es lo mismo. Ganar a España parecía una misión imposible, pero luchando desde el primer hasta el último minuto con un espíritu de sacrificio inquebrantable, el grupo jugó en igualdad de condiciones. Marruecos tiene una forma diferente de interpretar el juego, y debo admitirlo: me impresionaron. Yo ya creía en ellos incluso antes de que empezara la competición, a pesar de tener un grupo muy duro (Bélgica, Croacia y Canadá), hasta el punto de que había apostado en Winamax a que Marruecos se clasificaría para Cuartos... ¡a cuota 11 €! Llámalo un acto de fe o un golpe de locura.

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¡Pero no podía irme después de eso! Mientras escribo esto, he decidido ir a Doha para ver el Argentina-Holanda y el Marruecos-Portugal. Sí, apoyaré a los chicos in situ al menos una vez más. Al final, me di cuenta de que en la vida, las experiencias que vives y los recuerdos que tienes valen mucho. En el futuro, no recordaré mi nuevo iPhone o mi nuevo par de zapatos, pero ¿ver a Marruecos convertirse en Campeón del Mundo ante mis ojos? Pues no ocurrirá. Pero si lo hace...

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Por supuesto, también deseo buena suerte a la selección francesa, que siempre me ha encantado. Mi jugador favorito siempre ha sido Zizou (sí, sí, incluso después de la final contra Italia en 2006). Francia es un ejemplo de éxito correlacionado con la diversidad cultural.

¡Forza Marocco y allez les Bleus!

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