Cinco meses han transcurrido desde que gané la Top Shark Academy. Desde entonces han pasado muchas cosas poco corrientes en mi vida. Por eso he decidido responder a una pregunta que me habéis hecho muchas veces: "¿Qué se siente al pertenecer al Team Winamax? ". 

La atención mediática sobre mi persona creció de la noche a la mañana. Solicitudes de entrevistas de todas las partes: periódicos regionales, prensa especializada, el programa galo RMC Poker Show, la serie And the Winner is, Club Poker Mag, Dans le Carré, youtubers/streamers de todo pelaje... Dicho interés no me impidió seguir trabajando y esforzándome para alcanzar mis objetivos. Después de las Winamax Series invernales, que se saldaron con dos títulos, pude aprovechar el hermoso logotipo rojo bajo mi apodo para enriquecer mi palmarés con varias mesas finales en el Purple y en el HighRoller, un primer puesto en el Gladiator... ¡Vaya run! Lo cierto es que lucir la W roja te cambia la vida dentro y fuera de los tapetes. Me di cuenta de que varios jugadores querían jugar conmigo, dominarme, tirarme un farol, hacer un hero call o, más sencillamente, meterse conmigo. Un verdadero placer, las cosas como son.

Después os propuse un challenge dentro del marco de las Winamax Series de abril.  El reto consistía en reunir el mayor número posible de entradas para los distintos torneos. Soy una persona muy competitiva, ¡así que me lo tomé tan en serio que acabé en lo más alto de la clasificación! Más allá de los resultados, la experiencia fue muy enriquecedora, pues me permitió intercambiar pareceres con la comunidad a traves del chat y de las redes sociales. Felicidades de nuevo a todos, especialmente a los diez primeros, ¡porque no era tan fácil! 

Los mosqueteros

Entonces llegó el momento tan esperado: el seminario en Biarritz con el Team Winamax. Nos hospedamos en un magnífico hotel con vistas al océano. Increíble. Todos son muy amables, humildes y muy accesibles. Deporte, buenas comidas, trabajo mental, trabajo técnico (incluida la revisión de un torneo de 25.000 € por parte de Adrián Mateos, que estuvo disponible para responder a cualquier pregunta), veladas festivas... Todos los parámetros se unieron para optimizar el éxito de todos. Más tarde puse rumbo a Disneyland Paris para jugar el Winamax Club Trophy, un torneo especialmente pensado para jugadores recreacionales. Fue un gran evento, porque el personal de Winamax hizo un gran trabajo. Risas, fotos, heads-up vía tablets... Disfruté tanto que ni siquiera me paré durante las pausas. Por si fuera poco, Winamax también reservó tres atracciones del parque de Walt Disney: la Torre del Terror, la Atracción Nemo y la Atracción Ratatouille. La fiesta terminó en un enorme salón con todos los invitados. Una noche inolvidable, sin duda. 

En resumen, estaba a tope. Sobre todo, estaba preparado para las Winamax Series de abril, que empezaron al día siguiente. Y toda esta preparación fue muy beneficiosa porque el festival fue, simplemente, de lujo: tres finales, una victoria por 19.000 € en un evento de 50 € (y el nuevo monopatín que pronto recibiré) y un bonito 5º puesto en una cita de 250 € por 8.000 €... ¿Qué más se puede pedir? Creo que voy a crear una bodega de champán especial para los Magnums de Winamax. Circuito en vivo, allá voy. Empiezo jugando en casa: las WSOP de Cannes. Busteo 20º al término del Día 2. Poca cosa. Después vendría Mónaco. Más de lo mismo. Y el Winamax Poker Open de Madrid.  

La WinaLife

Nunca había asistido a un evento de Winamax. Y como se anunció, es un ambiente diferente, mucho más jovial, mucho más festivo. De entrada, los precios son accesibles: el Main Event cuesta 500 €, el Highroller no supera los 1.000 €, hay muchos torneos de 200 €... Esto permite a los grinders tentar su suerte fuera de las pantallas. En lo que a mí respecta, me lo pasé muy bien porque tuve la oportunidad de conocer a muchos de los jugadores tomando unas copas. Es una ventaja de ser un Team Winamax: la gente viene a hablar contigo o a hacerte preguntas regularmente. Y eso es realmente genial. En cuanto al póker, el nivel del Main Event me pareció más alto que el del EPT Montecarlo.

Hay mucha gente joven en la mesa, sobre todo jugadores online que tienen un buen conocimiento teórico del póker, de los sizings... Se ven menos regadas. En general, cuando hay muchos jóvenes en la mesa, tengo la impresión de que nunca es una buena señal... Dicho esto, presencié alguna que otra locura. En mi mesa, un jugador americano muy bueno fue all-in en cada mano 30 minutos antes del final del día... por más de 70 BB cada vez (dos veces la media). Todos nos quedamos perplejos en la mesa, y acabó explicando que su vuelo estaba previsto para el día siguiente y que su estrategia era sencilla: o se hacía con un montón de dinero para quedarse en Madrid, ¡o se iba a casa! Al final, se quedó, run mediante. Por eso digo que los eventos con el sello Winamax son diferentes. Este ambiente no se encuentra en ningún otro sitio. La guinda del pastel fue que conocí al influencer francés Momo Henni. ¡Estaba en el asiento número uno de mi mesa de 6-Max soñada! ¿Qué se siente al pertenecer al Team Winamax? Basta tan solo con decir que estoy viviendo momentos mágicos e inolvidables... Por cierto, ¡en breve me voy a Las Vegas para disputar mis primeras World Series of Poker!

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