Noviembre de 2022. Regresé de una escapadita a Galicia con mis amigas. Hacía una eternidad que no salía de Mallorca por otros motivos que no fueran el póker o la familia. Este viaje me hizo reflexionar sobre muchas cosas, y es que durante diez años me dediqué exclusivamente a esas dos cosas. Me olvidé de mis amigos, de mis pasatiempos y lo más importante, de mi salud. No fue por obligación, sino más bien por falta de ganas de hacer otras cosas.

Conocí el póker poco después de ser madre. Puede parecer difícil combinar el juego con la maternidad, pero en realidad es más difícil conciliar la familia con mi vida previa: trabajo inestable, fiestas y viajes. El poker me cautivó, me abdujo. Nunca presté mucha atención a mi salud o apariencia física, pero antes de convertirme en un bot jugador de cartas, me gustaba el deporte y las relaciones sociales. No he sido infeliz, pero después de este pequeño viaje me di cuenta de que estaba dejando de lado muchas cosas. Diez años y treinta kilos más tarde ya era hora de salir de esta rutina en la que me había acomodado.

Pensé que debería establecer un horario de estudio, hacer deporte, quizá cambiar a la modalidad Expresso y sobre todo, obligarme a tener un día libre a la semana (a menudo he pasado tres meses seguidos sin librar). Dicen que hubo un confinamiento (¿eso qué es?), yo ni noté la diferencia. De hecho, he tenido más relaciones sociales gracias a los compañeros del póker online que antes del confinamiento.

Volviendo a las andadas

Hubo años en los que tuve buenos resultados en las mesas, pero el último fue muy justito. Incluso consideré la posibilidad de volver a un trabajo más convencional... pero es que, en realidad, ¡la sola idea me horripila! Durante este período de incertidumbre y algo de desconfianza en mí misma, logré ganar una entrada a la Top Shark Academy. Sé que algunos candidatos saltaron de alegría al entrar, pero a mí en el momento me invadió la duda: ¡pensaba que tenía cero probabilidades de quedar primera! Estaba por encima de mis expectativas... ¡Pobre hasta para pedir! Es obvio que quería ganar, pero al tener un perfil muy diferente a los otros jugadores, dudaba de cómo sería recibida en las pruebas teóricas. Decidí mostrarme tal y como soy, ya que no puedo competir en tener la apariencia del típico jugador de póker. 

Durante la competición, pasé de semana en semana sin creérmelo. Hasta la última prueba antes de la final, en la que fui nominada. Una vez más, pensé que no tenía ninguna posibilidad de ganar las votaciones, y menos concretamente contra el candidato que era para mí el mejor. Sin embargo y para mi sorpresa, tuve un respaldo increíble que me llevó a la final. Puede que me haya emocionado más al sentir tanto apoyo que cuando gané la Top Shark. Otra vez, gracias a todos.

Formar parte del Team Pro presentará nuevos desafíos que requieren salir de mi zona de confort, desarrollando habilidades a las que no estoy acostumbrada. Por ejemplo, hacer streamings mientras explico mi juego me hará mejorar el mismo. ¡Me espera un año a tope! ¡El objetivo de romper mi rutina demasiado sedentaria ya se está cumpliendo! Se avecinan nuevas experiencias y mucho póker. Me encanta y estoy impaciente de poder contároslo: ¡Estoy entusiasmada por el futuro y por no dejar escapar las oportunidades que me esperan!

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