[Blog] El sueño australiano
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Por primera vez desde que me dedico a esto profesionalmente me desplazaré hasta Melbourne (Australia) para jugar el Aussie Millions a principios de 2020. Aunque no será la primera vez para un Team Winamax. Como sabéis, tanto Mustapha Kanit como Romain Lewis ya jugaron esta cita el enero pasado. El festival, que tiene una duración de tres semanas, cuenta con torneos de entidad programados para todas las jornadas como, por ejemplo, el Main Event de 10.000 $ ¡que garantiza más de 1.5 millones de dólares para el ganador! Por no mencionar el enclave y las temperaturas veraniegas que suelen caracterizar a este país situado en el hemisferio sur. Con semejante carta de presentación alguno se preguntará qué me ha impedido participar en él… Sí, lo admito, las 20 horas de vuelo me echaban un poco para atrás, si bien sí he estado por esos lares de turismo…
Con Simon Legat empezó todo
Hace nueve años conocí al jugador francés de póker Simon Legat (en la foto) mientras trabajaba a tiempo parcial en un campo de golf de la localidad gala de Aix-les-bains, limítrofe con Lyon. Por aquel entonces no lo sabía, pero con el tiempo descubrí que pasé mucho tiempo con uno de los jugadores más en forma del panorama live de este mundillo. Hablamos de todo y de nada, aunque principalmente era yo quien le escuchaba anécdotas sobre sus viajes a Colombia, Tailandia, la India… Sus historias me apasionaban y alimentaban mi deseo de echarme a la carretera de la misma forma. En esa época yo ya empezaba a ganar un poco dinero con el naipe, pero no el suficiente para costearme un viaje de varios meses. Mi objetivo era empezar por Latinoamérica, región de la que estoy enamorado. En este sentido y tras haber recopilado información al respecto, me puse manos a la obra para poner rumbo a la región a principios de 2012, con la idea de que mis amigos se uniesen a la aventura poco después.Sin embargo, los planes se torcieron antes de lo previsto. Lo cierto es que no ahorré tanto como pretendía y el Cono Sur no es el sitio más indicado para poder currar, reunir y seguir viajando. Tras un periodo de reflexión elegimos Sídney (Australia) como destino preferencial y trampolín para conocer el resto del país, así como el Sudeste Asiático. Hasta allí volé con un pasaporte que aseguraba que tenía 20 años, una cuanta mochila y unos cientos de euros en la cuenta corriente. La paradisíaca playa de Bondy Beach fue la primera parada del periplo. Allí nos perdimos, vital y económicamente, así que no nos quedó otra que ponernos a buscar trabajo utilizando como campo base un apartamento bastante céntrico en la ciudad de Sídney. A mí colega pastelero de profesión no le resultó complicado (por razones obvias). Lo mío fue harina de otro costal. Durante semanas encadené trabajos más o menos precarios sin solución de continuidad. Nada de ensueño como podréis imaginar.
2/5 $ para abrir boca
Con todo y con eso tuve la oportunidad de conocer a gente de todos los rincones del mundo, así como de experimentar un sentimiento de libertad total en la otra punta del mundo. Al mismo tiempo, el viaje coincidió con la época en la que comencé a jugar al póker de manera seria. No solo buscaba ganar un poco de pasta, sino dedicarme a ello. Aún recuerdo la primera vez que entré en el Sídney, uno de los más lujosos que he visto. Tenía la buena costumbre de acercarme por la tarde-noche para jugar partidas en cash 2/5 $, ya que las mañanas las dedicaba a trabajar. También recuerdo como si fuera ayer esa sacudida postsesión tras salir de la sala. La sensación de estar completamente desconectado de la cotidianidad mientras le daba vueltas a los botes y las manos de las partidas.Jugaba partidas de cash por defecto porque en aquella época no había torneos regulares en la ciudad, así que los torneos (mi verdadera pasión) los jugaba en línea. Cada noche escuchaba a los jugadores hablar de los torneos del casino de Melbourne y del Aussie Millions. Con todo lujo de detalles me describían el ambiente que allí se vivía, detalles que hacían salivar. Hasta hoy. Dentro de poco cogeré el avión camino de Melbourne para poner en práctica las enseñanzas del primer libro sobre estrategia que cayó en mis manos. ¿Queréis saber de qué se trata? ¡Pues del triunfo de Gus Hansen en este mismo torneo en 2007! En él el danés detalla con pelos y señales cómo se hizo con el título y repasa cada mano que jugó. Ahora me toca a mí.