Mucha gente me preguntó cómo me las arreglaba para gestionar mi vida de pareja/familiar y las relaciones sociales junto con el póker. Así que voy a intentar darte la mejor visión de lo que a mí me funciona, con la esperanza de que pueda ayudarte.

En primer lugar, es fundamental distinguir los dos perfiles de jugador existentes: el jugador recreativo, para el que el póker es un pasatiempo, y el profesional (o el que está a punto de serlo).

Empecemos por el jugador recreativo: en primer lugar, tienes que entender y hacer entender a tus amigos y familiares que el póker es sin duda un hobby que puede resultar caro. Pero también es un placer, igual que ir a un partido de fútbol, jugar al pádel, tocar el piano, escalar, jugar al golf o lo que sea. He elegido estas actividades porque todas ellas pueden ser muy caras. Teniendo en cuenta que una sesión online con buy-ins pequeños puede costar entre 50 y 100 €, si eliges jugar dos horas al pádel en París, o cualquier ciudad equivalente, gastarás unos 100 €. Es importante asegurarte de que esta actividad no ocupe tu mente cuando estás con tu familia. Comprométete a fondo con todo lo que haces. Esto te permitirá tener tu momento para ti, ya sea online o en vivo.

Ahora bien, soy consciente de que todo esto es un poco esquemático. Pero no te preocupes, vamos a entrar en mucho más detalle en la parte 2, que está dedicada al jugador de póker profesional, al que puedo comparar con un deportista de alto nivel. Voy a dividirlo en tres partes:

La Explicación

Es vital que tu pareja sepa y entienda al detalle lo que estás haciendo. Con el miedo a lo desconocido, cuanto menos sepa, más probabilidades tendrá de asustarse. Eso significa explicarle los presupuestos, la varianza y la importancia de una buena gestión del bankroll. Esto es lo que tranquilizará a tu familia o a tu pareja. Muestra tus ganancias y tus pérdidas y, sobre todo, no intentes mentir a tus seres queridos ni a ti mismo. Es importante entender que cuanto más transparente seas, más fácil será gestionar la situación. Es un poco como dirigir una empresa. Entrará dinero, pero también saldrá. Y lo más difícil de todo esto, cuando haces balance de tu año, es conseguir dejar de lado el aspecto emocional para que no afecte a tu día a día y a tu forma de jugar.

La Implicación

Compartir tu pasión puede hacer que tu pareja te apoye más. Si tu pareja siente que eres feliz y te sientes realizado, será mucho más propenso a apoyarte. En mi opinión, la mejor manera de ganar es que te apoyen y te tengan en cuenta en lo que haces. Al compartir todo esto con él/ella, le haces partícipe de tu éxito y se siente parte de él. A menudo oigo a gente que me dice: "Ah, no pasa nada, la última vez le regalé un bolso con mis ganancias, ya puede dejarme en paz". Es un poco como intentar mimar a tu hijo para que te deje en paz.

No funciona así, porque en mi opinión no se puede comprar la tranquilidad, de lo contrario no te saldrás con la tuya. A los problemas anteriores se añadirán otros. En mi opinión, es esencial que tu pareja sea parte integrante de tu vida diaria. Involúcrate y da lo mejor de ti en todos los aspectos de tu progreso. Ya sea en el juego, en el aspecto mental o en la comunicación dentro de la pareja, escuchar es más que necesario.

La Devoción

Ahora llegamos al tema principal: el aspecto emocional. Cuando juegas al póker, lo haces al 100 %. Cuando estás con tu pareja o tu familia, estás al 100 %. Se suele decir que para mantener un buen equilibrio en tu relación, es mejor dejar los problemas de la oficina en la oficina. Pues con el póker pasa lo mismo. Estamos hablando de un juego que genera muchas emociones y que, pase lo que pase, te llevará a pasar buenos momentos, pero también, y sobre todo, malos momentos. Por eso es importante y necesario aprender a gestionarlas. Y por eso es necesario que tu pareja esté al tanto de todo lo que ocurre, para que pueda entenderlo y anticiparse. No sirve de nada esconderse: solo hay que adaptarse a la situación sin dejar de ser capaz de gestionar las emociones. Esto puede resultar difícil al principio, pero sigue siendo la clave de la comunicación.

Por ejemplo: "Cariño, quería decirte que no estoy en mi mejor momento. Anoche tuve un gran downswing, pero voy a hacer todo lo posible para dejarlo atrás y disfrutar del restaurante contigo". Este tipo de situaciones es normal que te ocurran al principio. Pero lo más importante que debes recordar es que el objetivo principal es dejar de verte afectado por todo ello. Es tu vida, tu elección de trabajo, y todo forma parte de los altibajos de un trabajo que TÚ, y nadie más, has elegido. Te toca a ti aceptar las consecuencias. Tu pareja no está para aguantar tu mal humor y tu mal genio. Esa es la mejor manera de romper una relación.

Y te puedo garantizar que si tu pareja lo sabe todo, si estás trabajando tus emociones y te encuentras en un momento difícil, ella será la primera en apoyarte y ayudarte a centrarte para que puedas rendir. ¿Te preguntarás por qué no hablo de concesiones en las relaciones? Sencillamente, porque es tu trabajo y no existen las concesiones. En función de tus objetivos, tendrás que jugar y trabajar el juego seis, ocho o incluso diez horas al día, igual que en un trabajo "más normal". Encuentra un equilibrio sin olvidar que tu salud mental debe primar sobre todo lo demás. Para estar bien mentalmente, tienes que darte días de descanso a toda costa, igual que harías en el trabajo tomándote días libres. Al fin y al cabo, tenemos el lujo de ser libres para trabajar cuando queramos. Así que tómate unos días libres y ve a ver a tus amigos, haz deporte, vive la vida. No te quedes encerrado todo el día en tus solvers y mantendrás el placer que te dan las mesas y en casa.

Te voy a contar una experiencia que tuve en 2017. Por aquella época ganaba algo de dinero al póker, pero tenía un bloqueo. Me sentía medio invertido, jugaba para no perder, tenía miedo a hacienda, buscaba excusas para no ganar y finalmente fue mi novia la que me empujó a intentar de verdad la aventura y convertirme en profesional. Así que me tomé un año sabático y me mudé a Londres. Y hoy se lo agradezco de todo corazón, porque puedo asegurar que no estaría donde estoy si ella no hubiera estado ahí para aconsejarme.

Me enorgullece decir que ella es parte integrante de mi éxito. Hay que reconocer que no siempre ha sido fácil, con todos los viajes y la distancia. Pero el hecho de que siempre me haya apoyado y yo fuera transparente con ella, es la razón por la que llevamos juntos casi 10 años. Y a nivel profesional, me ha permitido convertirme en el número 1 francés de la clasificación GPI, campeón del mundo y Team Pro de Winamax, todo ello con el espíritu de compartir. Y si hay algo que recordar de todo ello, es que no hay nada más vibrante que poder vivir tus emociones con las personas que quieres.

En resumen, es vital conocerse a uno mismo, comunicarse, compartir y ser transparente.

Espero que esto te ayude a sentirte más realizado en tu vida y, por tanto, a tener más éxito en las mesas. ¡Un saludo!