¡La cuenta atrás para Las Vegas ha comenzado! Mientras escribo estas líneas, falta menos de un mes para el inicio de la temporada 2024 de las WSOP (unos días a la hora de publicar, NDLR), y jugar todo el verano en las enormes salas del Horseshoe no es algo que se puede improvisar. Por eso he decidido compartir contigo un poco de mi rutina de preparación que, si todo va bien, me permitirá llegar a la Ciudad del Pecado en las mejores condiciones posibles.

El mes pasado, viví una experiencia extraordinaria. Dos semanas aislada del mundo (¡pronto te lo contaré todo, te lo prometo!) que afectaron un poco a mi resistencia física al esfuerzo. Así que lo primero que tuve que hacer para prepararme lo mejor posible, mantener la concentración y poder afrontar largas jornadas de juego, fue volver a una rutina sana y equilibrada que le hiciera bien a mi cuerpo.

Como antes de cada gran festival, empiezo a regular mi sueño lo antes posible. Apago las pantallas al menos una hora antes de acostarme. Me acuesto no más tarde de las 23.00 h y me despierto sin alarma en cuanto he descansado lo suficiente. Como el sueño es la base de tu equilibrio, es imposible empezar bien un festival si estás cansado. Las largas jornadas de torneos ponen a prueba los nervios y la energía. Además, no es raro tener que trasnochar varios días seguidos, por lo que es vital no llegar a Las Vegas con horas de sueño que recuperar.

Un cuerpo sano

Junto a este reajuste, estoy volviendo a poner en marcha mis rutinas deportivas diarias y estoy prestando mucha atención a mi dieta. Siempre con la idea de que en Las Vegas probablemente no tendré la oportunidad de mantener la rutina debido al ritmo, así que es mejor darle a mi cuerpo todo lo que necesita en este momento. Me gusta imaginar que esto es una "reserva de bienestar".

En cuanto a la preparación técnica, todos los jugadores tienen sus propios hábitos. Personalmente, con mi perfil tan académico, me siento más cómoda llegando a una competición sabiendo lo máximo posible sobre mi materia. Nunca he sido el tipo de estudiante que se presenta a un examen sin haber repasado. Era más bien el tipo de estudiante que tendía a memorizar todas las lecciones del semestre.

Por eso, dos, o incluso tres semanas antes del comienzo de la maratón, prefiero reducir la frecuencia de mis repasos en línea y concentrarme en los aspectos teóricos que me faltan, para tener más confianza en las mesas. Para ello no hay ningún secreto: reviews y resoluciones de spots, ver vídeos y masterclasses, trabajar situaciones para explotar el field de jugadores que me espera y profundizar en ciertos spots muy concretos hasta que dejan de tener secretos para mí. En resumen, creo mi propio "bootcamp" con temas variados en función de mis leaks, y me concentro en mi progreso teórico. Porque una vez allí, no habrá tiempo para aprender.

Un espíritu sano

El último punto: el aspecto mental. Los festivales pueden poner a prueba la mente, y cuanto más duran, más pueden alterar el equilibrio emocional. Por eso trabajo mucho en la gestión y comprensión de mis emociones (un tema que probablemente merecería un artículo propio). En mi opinión, el punto más importante que hay que abordar para poder estar lo menos estresado posible es el de aliviar la carga mental. No hay que dejar casi nada al azar cuando se tiene la oportunidad. El alojamiento, el viaje, el pago de los buy-ins, el calendario del torneo, los descansos y días de recuperación, el presupuesto... todo tiene que estar cuidadosamente preparado para no tener que pensar en ello cuando esté allí, perdiendo tiempo y energía innecesariamente en cosas que pueden solucionarse de antemano.

Como puedes ver, el objetivo de esta preparación es garantizar que, una vez en Las Vegas, pueda concentrarme en el juego y en nada más. De este modo, aumento mis posibilidades de forzar la suerte en esta edición de 2024. ¡Ahora depende de mí!