Como sabes, diciembre ha sido un mes ajetreado. El 2 de diciembre, me fui a las Bahamas para jugar en las World Series of Poker. Así que me instalé en Nassau, y más concretamente en el Atlantis, un lugar al que le tengo especial cariño porque he participado varias veces en la PCA. Tengo tantos buenos recuerdos que es como mi segunda casa.

En primer lugar, participé en un torneo bounty de 1.650 $ en el que terminé en el puesto 82. Este MTT ofrecía enormes primas. La mayor, de 500.000 $, la ganó el tipo que me eliminó. Jugué mi mejor póker y tuve buenas sensaciones, pero por desgracia perdí varios all-in por bounties y un enorme coin flip con QQ contra AK. Quería olvidar esta decepción lo antes posible y pasar al siguiente torneo, un 6-Max de 3.000 $. Todo iba bien, pero en la burbuja perdí all-in preflop con AA. Poco después quedé eliminado. A pesar de ese golpe, seguía confiando en mi juego.

Así que llegó la hora del Main Event de 5.000 $, un fantástico torneo con un primer premio de 2.000.000 $. Fue un comienzo duro para mí, pero en la burbuja las cosas empezaron a mejorar. Gracias a dos manos favorables al final del Día 1, estaba bien situado en el chipcount. Jugué mi primera mano basándome en una lectura de mi rival y eso me permitió detectar un signo de debilidad. El jugador en cuestión era un tipo que había estado bastante activo hasta ese momento, intentando hacer algunos faroles, pero siempre apostando pequeño.

Está en el cutoff y sube a 16.000 puntos en las ciegas 4.000/8.000. El jugador en el botón juega muy bien, al igual que el de la ciega pequeña, mientras que yo estoy en la ciega grande. Mis tres oponentes son jugadores bastante activos. El botón y la SB se retiran y decido pagar con A7, sin diamantes. El flop sale Q 8 6 con dos diamantes. Mi oponente apuesta 10.000 puntos y decido pagar porque tengo una overcard y un backdoor straight draw y creo que puedo dominarle en varias texturas entre el turn y el river. Y también porque su apuesta en el flop me parece bastante débil.

El turn es el 4 de diamantes y mi oponente apuesta 16.000 antes de su turno, lo que interpreto como una clara señal de debilidad. Según las reglas, si hago check, su apuesta sigue en pie. Estoy bastante seguro de que con una acción muy agresiva, voy a poner en apuros todo el rango de mi oponente y también espero varios folds de una top pair. Hago check, así que su apuesta se valida, luego subo a 58.000 y me paga. El ríver es un 2. Decido ir all-in con una overbet de 1,4 veces el bote. Mi rival foldea rápidamente. Está claro que este spot no es técnicamente correcto, pero cuando juegas en vivo, tienes mucha información extra, y a veces puedes tomar una decisión basándote más en esa información que en tus cartas, aunque yo no lo recomendaría.

Colorín colorado

Poco después, cambio de mesa. Sólo conozco a tres jugadores. A mi izquierda hay un tipo con un stack gordo. A primera vista, parece alguien que va a ser bastante desconfiado conmigo y, desde luego, dispuesto a dar guerra. Después de jugar unas cuantas manos, veo que, aparte del chico en cuestión, que parece confirmar mis sentimientos, los demás están jugando un póker bastante sencillo y con pocos faroles. Gano algunos botes y me pongo con un stack de 700.000 puntos.

Poco después, el joven chico abre desde el cutoff y decido pagar con A7 desde el botón, ya que los jugadores en las ciegas son muy pasivos y tengo una buena mano para jugar en posición. El jugador de BB también hace call. El flop es T92. Tengo un proyecto de color. Ambos jugadores hacen check y opto por hacer check también para sub-representar mi mano, especialmente si ligo mi color. Además, me aseguro de jugar mi equity y siempre puedo inventar algo en el turn o en el ríver si no mejoro mi mano.

El turn es el 6. Así que tengo las nuts. BB apuesta 25.000 y el cutoff paga. También decido pagar porque una subida aquí no parece natural. Y si luego hago raise en el ríver, mi acción me hace bastante difícil de leer. Al mismo tiempo, si mis dos oponentes checkean el ríver, puedo sacar mucho valor porque es una línea un poco extraña que puede poner en dificultades a los otros jugadores. El ríver es un As, que no es una buena carta para mí. El bote es de 168.000 y mis dos oponentes pasan. Decido apostar 280.000, en una gran overbet, porque con este tipo de tamaño, puedo meter al cutoff en grandes apuros. Espero que me bluffcatcheen a menudo en esta situación. Con razón, la BB se retira y el cutoff, tras un largo periodo de reflexión, decide pagar con J9 (jota de picas). Justo después, estalló la burbuja y pude jugar el Día 2 con uno de los stacks más gordos. El segundo día fue un poco complicado, pero me clasifiqué para el Día 3 para terminar en el puesto 46, tras un último coin flip perdido, AJ contra 44.

Provocar la suerte

Justo después del Main, seguí con el High Roller de 25.000 $. Este torneo fue un auténtico suplicio, aunque jugué bien. Estuve short stack durante mucho tiempo antes de encontrar algo de esperanza, volviendo a un stack medio a 60 puestos del dinero. Sin embargo, un bad beat final, QQ contra AT, acabó con mi racha y me envió a Las Vegas para el WPT.

En general, creo que jugué un póker excelente y, con un poco más de suerte en los momentos importantes, sin duda habría tenido algo que decir. Pero ya sabes cómo funciona el póker. Tienes que trazar una línea y concentrarte en el próximo torneo, aprendiendo de tus propios errores y tratando siempre de jugar tu mejor juego, sin entrar en consideraciones negativas innecesarias.

Tengo mucha confianza en 2024 y muchas sensaciones positivas. El 24 de enero jugaré una serie de torneos en Río de Janeiro. Por primera vez jugaré al póker en América del Sur y, francamente, ¡me muero de ganas! Ese mismo día también celebraré mi cumpleaños y me gusta pensar que todos los sudamericanos se han organizado para hacerme un bonito regalo.

Espero veros en las mesas durante 2024 y ¡buena suerte a todos en las Winamax Series!

Ciao !