Espero que todo os vaya bien desde el WPO de Bratislava. Como de costumbre, fue genial ver a tanta gente en un festival Winamax. Además, esta edición 2024 tuvo un sabor especial para mí, ¡ya que por fin gané mi primer título Winamax después de ocho años con el Team!

No fue el torneo más grande. Solo éramos 64 jugadores. Pero cuando realmente quieres ganar, la sensación de llevarte 18.000 € puede ser mucho más satisfactoria que una victoria mayor cuando estás en un estado mental más complicado. Esto nos lleva de nuevo a la importancia de lo que pasa por tu cabeza, el aspecto mental del juego que tanto me fascina. Ya he hablado mucho de esto en artículos anteriores, pero esta vez voy a comparar la importancia de la cantidad del volumen de juego con la calidad en diferentes momentos de nuestro proceso de aprendizaje. Hay una cosa que me ha fascinado durante muchos años en este mundillo (ya sea para mí mismo o para mis amigos): los resultados en la mesa, que se supone que sufren enormes variaciones a corto plazo, parecen estar muy correlacionados con nuestro estado de bienestar mental.

La pregunta que trato de responder es: ¿por qué debemos priorizar la cantidad de horas o torneos jugados al principio de nuestra carrera cuando, con el tiempo, cada vez es más importante priorizar la calidad sobre la cantidad?

Novato = cantidad

Al principio de una carrera profesional en el póker, es fundamental centrarse en la cantidad más que en la calidad de las partidas jugadas. Este enfoque tiene varias ventajas. En primer lugar, permite acumular una valiosa experiencia. El póker es un juego complejo que requiere habilidades matemáticas, psicológicas y estratégicas. Al jugar un gran número de manos, te encuentras con una gran variedad de situaciones que te permiten aprender los fundamentos, descubrir la dinámica del juego y perfeccionar tu estilo.

Cuanto más juegas, más desarrollas los reflejos y la intuición que son esenciales para comprender rápidamente las diferentes estrategias y procesos de pensamiento, identificar los estilos de los jugadores y ajustar tus decisiones en consecuencia.Más que adaptar estrategias, creo que es muy importante tener un conocimiento real de uno mismo y de cómo reaccionamos ante los muchos golpes duros a los que nos enfrentamos como jugador de póker. Así podemos evaluar nuestra propia capacidad para resistir a los numerosos swings que impone el juego.

Hablando de varianza, un alto volumen de partidas ayuda a reducirla. En el póker, incluso los mejores jugadores del mundo pueden perder a corto plazo por culpa de la mala suerte. Al jugar mucho, suavizas las fluctuaciones aleatorias, lo que te permite obtener resultados más fiables y distinguir si estás ganando gracias a tu habilidad o si simplemente eres un jugador perdedor. No pasa nada por perder. Es difícil ganar a largo plazo, necesita tiempo. Centrarse en la cantidad también ayuda a desarrollar la disciplina mental y la resistencia necesarias para enfrentarse a los retos emocionales inherentes al póker de torneos.

Experimentado = Calidad

Sin embargo, a medida que se progresa y se gana experiencia, resulta más pertinente pasar de un enfoque cuantitativo a uno cualitativo. Dar prioridad a la calidad mejora el rendimiento general y preserva el bienestar personal. En la segunda mitad de nuestra carrera, este equilibrio es crucial. Un volumen elevado de partidas puede provocar fatiga mental, lo que afecta a la concentración, la toma de decisiones y la capacidad de leer a otros jugadores, así como a nuestra calidad de vida lejos de las mesas. A un nivel más avanzado, los pequeños edge pueden tener un impacto considerable en los resultados.

Para algunos jugadores, la calidad se define por la elección de los viajes o los torneos online que deciden jugar. Para otros, la calidad la define su bienestar interior. Personalmente, es una mezcla de ambos. Si un enfoque más cualitativo te permite mantener un equilibrio vital saludable, evitando el agotamiento y permitiéndote dedicar tiempo al desarrollo personal, inevitablemente te viene bien cuando vuelves a las mesas.

Al final, el éxito

Llevo tiempo dándole vueltas a esta idea. Puedo decir que no solo mi año 2024 es uno de los mejores que he tenido, sino que mi disfrute en las mesas, ya sea en torneos de 500 € en Bratislava o Marrakech o de 25.000 $ en las Bahamas, es muy similar, lo que no era necesariamente el caso en mis años en los que ganaba más dinero.

La estadística que más me llama la atención cuando repaso lo que va de año es que es la primera vez -en diez años de póker en vivo- que he ganado dinero en todos mis viajes. Solo he estado en siete festivales, pero ya sea en Marrakech (x2), París (x2), Montecarlo, Las Vegas o Bratislava, he salido en verde de todos ellos. ¿Cuestión de varianza, puede ser? Es cierto que no he sufrido ningún bad run... pero me gusta este nuevo enfoque sin torneos "forzados".

Así es como veo el resto de mi carrera en el póker: siempre intentando estar en el momento y cuando voy a un festival, estar allí al 100 %. Probablemente os hable del próximo gran viaje en el próximo blog. Voy a intentar conseguir un brazalete en pleno invierno, en el calor de las Bahamas. Ya estoy deseando contarlo todo en el Blog del Team.