[Blog] Buen run: ¡precaución peligro!
Por Torneos Live
dentroHan pasado un par de meses desde que me dejé caer por última vez por el blog del Team, y como seguramente todos sabréis, han sido dos meses de frenética actividad, y en los que los resultados me han acompañado (y mucho) tanto en las mesas online como en las mesas en vivo.
Por primera vez desde que me dedico al póker de forma profesional, me perdí (por decisión mía) el EPT Barcelona, mi festival preferido por celebrarse “en casa” y por ser también una excusa para encontrarme con un montón de amigos y amigas que a lo largo del año, es difícil coincidir. La buena noticia, en este sentido, es que los festivales a los que acudí una vez acabado el verano, me han traído muy buenos resultados.
El EPT Chipre, por ejemplo, fue un gran descubrimiento. Ya conocía el lugar, pues he tenido varias ocasiones en el pasado de jugar festivales allí, pero fue la primera vez que el EPT celebraba una parada en la parte turca de Chipre, y creo que el feedback que se recogió sobre el terreno fue muy positivo, lo que me anima a pensar que esa etapa debería consolidarse en temporadas venideras en el calendario. Esto, para mí y para todos los que jugamos torneos de alto buy-in, sería muy buena noticia, pues los fields acostumbran a estar muy bien, hay mucho dinero en esa zona del mapa y los torneos caros podrían crecer bastante. Este año me traje una victoria en un High Roller de 25.000 $, además de algunas cajas más para salir de allí en positivo, aunque algunos amigos de la armada española, se fueron todavía más contentos que yo. Desde aquí, mi enhorabuena a Juan y Vicente que se repartieron el Super High Roller de 50.000 $, y a Jose y Gerard, que lograron grandes resultados en el Main Event.
El segundo mejor resultado de mi carrera
Después de Chipre llegaron las Triton de Montecarlo, y ahí pegué el gran petardazo del año. Triton es siempre sinónimo de torneos caros y de tener preparada una gran cantidad de dinero para sufragar los buy-ins, algo que a cualquier jugador regular de torneos de alto buy-in hace que se nos agudicen las ganas de hacer un buen papel, de lo contrario el golpe puede ser muy duro. La verdad es que esta parada, no pudo salir mejor. Bueno, sí pudo, porque me quedé con una pequeña espinita clavada, pero se me pasó rápido al pasar por el mostrador de cobros.
Como ya sabréis, me refiero a mi segunda posición en el Main Event de 132.000 $ de buy-in, un torneazo con más de 100 entradas, y donde entré en mesa final con una ventaja gigante sobre mis rivales. El desenlace, ya lo sabréis: acabé segundo, después de pacto con Matthias Eibinger en el heads-up, un mano a mano que se me atragantó teniendo ventaja de 8:1, pero en el que las manos clave no salieron a mi favor, por eso acabamos pactando. Me jodió un poco no llevarme el trofeo y la victoria, pues no tengo ninguno de Triton en mi palmarés, pero al fin al cabo, se trata del segundo mayor resultado de mi carrera por más de 3,1 millones de dólares, solo por detrás de mi brazalete en el 250.000 $ de 2021. ¿Qué puedo decir? Una alegría enorme, que además fue doble porque por primera vez en mi carrera, tuve en el rail de una mesa final importante a alguien muy especial y de quien heredo mi primer apellido.
El buen run me llevó a Rozvadov
Después de Montecarlo, que por cierto es una ciudad que siempre me trae muy buenos recuerdos y muy buenos resultados, conseguí un gran resultado online, justo antes de desplazarme a Rozvadov para participar en las WSOPE. No estaba en mis planes inicialmente, pero un poco llevado por el “buen run” del momento, decidí a última hora preparar el viaje y desplazarme a República Checa para jugar el High Roller de 50.000 € y el Main Event. En el primero, nada, agua, pero en el segundo por lo menos conseguí entrar en premios y caer en 42ª posición. Por un momento, cuando construí un buen stack en el Día 3, llegué a soñar con repetir victoria en el Main Event de WSOPE 10 años después de lograrlo en París, pero al final la cosa se torció. No nos vamos a quejar a estas alturas…
En definitiva, cuento todo esto como introducción a lo que verdaderamente quiero comentar en esta entrada del blog, y es el “peligro” (bendito peligro, eso sí) que puede suponer surfear la cresta de la ola sin darnos cuenta que ese no es (o no debería ser) nuestro sitio natural, que los “buenos runs” son pasajeros, y que si no nos damos cuenta de ello, podemos cometer errores de bulto. A continuación, me gustaría destacar algunos de ellos, algunos de los cuales incluso yo he llegado a cometer en algún momento de mi carrera:
1. Saltar a un buy-in superior cuando no toca
Todos los que hemos conseguido un pinchazo gordo que ha supuesto un cambio en nuestras vidas, hemos tenido la tentación de dar un salto en el buy-in que acostumbramos a jugar, yo el primero, y ojo, no veo mal hacer alguna intentona para comprobar qué tal está el nivel en torneos que se supone son más duros o exigentes, pero hay que tener cuidado con esto. No sobre evaluarnos es una característica que cualquier jugador de torneos debe tener, y debemos saber en qué buy-in estamos afianzados, algo que nos permitirá desarrollar nuestro A-Game. De lo contrario, el miedo a perder una cantidad de dinero que resulte importante para nuestra banca, nos hará tomar decisiones incorrectas, no farolear cuando toque o no hacer ese “call” que en condiciones normales haríamos, pero que a ese precio, nos escuece más de la cuenta. Un poquito de gambling está bien, pero con moderación, ya sabes…2. Pensar que todo el monte es orégano
Dice el refranero que “no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista”. Pues bien, en el sentido positivo, tampoco lo hay. Hemos experimentado un “buen run”, ok. Hemos logrado varios buenos resultados que nos han llenado de alegría y confianza. Todo eso está muy bien, pero mi consejo en este punto es mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por las emociones. A veces la varianza puede ser caprichosa, pero eso no debe significar que nos vaya a acompañar para siempre. Por lo tanto, si tenemos la suerte de atravesar un buen run, el consejo es saborearlo bien y disfrutarlo, pero intentando tener los pies en la Tierra para evitar tortazos innecesarios.
3. Acomodarse no es una opción
A veces sucede que tras un buen run, llega un mal run casi de forma automática. A mí mismo me ha pasado. Alguna vez, en sesión de streaming o incluso en alguna entrevista, lo he dicho públicamente. En mis inicios, todos sabréis que tuve la suerte de cosechar varios resultados importantes en poco tiempo, lo que me permitió dar el salto a torneos más caros y poco a poco, ir haciéndome con un sitio entre la élite a nivel mundial. Cuando juegas contra los mejores, los detalles marcan las diferencias, a veces detalles mínimos, pero que contra lo más TOP del mundo, pueden ser decisivos. Y esto es algo que ahora sé, después de la experiencia vivida en primera persona. Hubo un momento de mi carrera, un pequeño momento, en que mirando hacia atrás, reconozco que me acomodé. No estudié con la misma intensidad que debía hacerlo, no le metía el volumen online que debía meterle y en definitiva, yo me quedé en un punto, mientras mis rivales (repito, los mejores del mundo) seguían mejorando y mejorando. Como podréis imaginar, esta situación, cuando juegas buy-ins gigantes todos los días, puede llevarse por delante la carrera de cualquiera. Por suerte para mí, lo supe detectar a tiempo, y por eso ahora estoy en disposición de dar este consejo: no os acomodéis, no os relajéis, seguid trabajando tanto o más.Según escribo esto, me doy cuenta de que intento aplicar estos consejos a mí mismo en mi día a día. Sin ir más lejos, encaro ahora la recta final del año, una recta final que se presenta apasionante y que tengo muchas ganas de afrontar: primero unas semanas de mucho grind online para afinar los sentidos, antes de dos viajes que llegarán uno seguido del otro: Bahamas y luego Las Vegas para jugar WSOP y WPT en el Wynn. ¡Se vienen cositas!
Como adelanto, os diré que estoy haciendo gestiones para (tal vez) participar en el torneo del millón de dólares que se jugará en el Wynn. No es seguro en este punto, porque hay demasiados astros que se deben alinear, pero sí os puedo adelantar que me gustaría jugarlo, así que nadie descarte que acabe jugando mi segundo torneo de siete dígitos de buy-in.
Por ahora, nada más. Espero en mi próxima entrada en el blog, poder narrar nuevos resultados. Eso sería, como suelo decir, “muy buenas noticias para mí”.
¡Un abrazo!