[Blog] Brazalete en mano... ¿Y ahora qué?

Por dentro

[Blog] Brazalete en mano... ¿Y ahora qué?

Desde el momento en que descubrí las World Series of Poker en YouTube hasta el momento en que gané mi primer brazalete de campeón del mundo han pasado quince años. Quince años que han transcurrido en un abrir y cerrar de ojos y que, al mismo tiempo, representan más de la mitad de mi vida. Todo ese tiempo he estado fascinado por este juego de 52 cartas, viajando por el mundo en busca de mi próximo éxito. Lo sabes al menos tan bien como yo: es difícil ganar un torneo. El que sea. 

Hasta el pasado verano, había protagonizado más de un deep-run destacable, pero no en términos monetarios. Después de siete años en el circuito -y eso parece mucho y poco tiempo a la vez-, seguía persiguiendo un título "de verdad". Obviamente, había disfrutado como un enano con las victorias de mis compañeros y en ningún momento sentí una sensación de derrota, a pesar de mis resultados imperfectos. Por el contrario, seguí siendo positivo y bastante feliz. Muy feliz, de hecho. Que te eliminen antes de jugar la última mano de un evento ocurre el 99 % de las veces; jugarla, ganarla y celebrarla rodeado de tus seres queridos ocurre el resto del tiempo. Como aquel 17 de noviembre en Las Vegas. 

Es casi una lástima que no celebremos más los segundos y terceros puestos, porque ese sabor a asignatura pendiente es palpable en todos. También es lo que hace que la victoria sea aún más hermosa. Y luego, la euforia. Una historia con final feliz. Ahora empiezo a darme cuenta de lo lejos que he llegado, ahora empiezo a darme cuenta de que he cumplido uno de mis sueños de la infancia. Brazalete en mano... ¿Y ahora qué? 

Un título y muchas preguntas

romain lewisss
Cojo cita con nuestro entrenador Stéphane Matheu unos días después de la mencionada final. El objetivo es sencillo: centrarse en el siguiente paso. Tenemos que fijar nuevas metas para no permanecer demasiado tiempo en este estado de confusión posterior a la victoria. A veces, todavía me pongo a bailar solo cuando rememoro aquella noche, pero la mayor parte de la adrenalina se ha agotado y tengo los pies en la tierra. Más rápido de lo que pensaba; más rápido que después de mi segundo y tercer puesto en 2018 en la Ciudad del pecado. 

Con todo, una extraña sensación me invade: ¿era este mi sueño? La mitad de mi vida ha estado guiada por el deseo de conseguir lo que acabo de hacer... Un título, en sí mismo, no es más que eso. Le doy vueltas en mi cabeza mientras doy vueltas en mi habitación. Me hago un sinfín de preguntas. Necesito darle sentido a mi alegría. Vivimos en una sociedad que nos pide constantemente más y en donde descansar en nuestros logros parece ser la mayor debilidad. Las preguntas dan paso a la presión. ¿Qué hacer ahora? ¿Ganar un segundo título? Te dan ganas, pero no tanto como la idea de ganar el primero. ¿Por qué no he estado saltando durante más días? ¿Por qué no he estado de fiesta por el Strip con todos mis amigos? La idea de celebrar mi victoria entra en conflicto con el inmenso cansancio que siento después de seis semanas de trabajo duro en el desierto de Nevada. Unos cuantos buenos restaurantes con pequeños grupos de amigos elegidos a dedo serán suficientes. Es perfecto. No soy el único que siente esta fatiga. Es bonito. Mis amigos no esperan demasiado de mí, no me obligan a hacer nada. Esto es exactamente lo que quería. Me doy cuenta de que la vida hizo bien en unirnos: nos entendemos de verdad.

Stéphane llama a mi puerta y este encuentro tiene sabor a nuevo. Me doy cuenta de lo lejos que he llegado desde que me uní al Team Winamax. Sin duda, el más auténtico del mundo. Tengo un flashback después del SISMIX 2017, donde el entrenador me llama para decirme que he sido aceptado. Esta función de embajador que me parecía más importante que cualquier otra cosa, la abracé plenamente y hoy me doy cuenta de lo tortuoso, pero no menos magnífico, que ha sido el camino. Todo esto me empujó a profesionalizarme, a empezar a escribir y a poner reglas a mi vida. Nadie iba a hacerlo por mí. Si decidí dejar Burdeos (Francia) con 19 años fue para poder construirme poco a poco. Representar a la W roja me ha permitido encontrar un sentido, un por qué a todo lo que hacía. Vengo de este mundo amateur en el que mucha gente tiene grandes sueños y grandes esperanzas, así que, si puedo ayudar a algunos de ellos a tener una visión diferente de un mundo demonizado por toda una parte de la población, y potencialmente cambiar sus vidas como ha cambiado la mía, entonces he ganado.

Recuerdo mis primeras sesiones de coaching: la mera idea de establecer objetivos a cinco o diez años me sobrepasaba. Steph encontró sus notas de nuestra primera reunión de este tipo, en Las Vegas en 2017. Recuerdo que estaba totalmente aturdido. Cuando veo que casi todos mis objetivos decenales se han cumplido, me llena de alegría, pero al mismo tiempo no puedo evitar fijarme en mi evolución personal: me hace sonreír ver lo mucho que he cambiado en algunos aspectos. Por ejemplo, cuando me preguntaron "¿Cuál sería un posible obstáculo para lograr todo lo anterior?", respondí claramente: "Una pareja". ¡Es una locura! Hoy me río de ello.

Recuerdo que también tenía una visión de la vida mucho menos madura. No he tenido tiempo de disfrutar todo. No voy a mentir, mola viajar por todas partes y no pasar más de dos semanas seguidas en el mismo sitio durante años, pero dificulta un encuentro estable o duradero. Perfecto para un veinteañero, quizá no tanto para el yo de hoy que se acerca peligrosamente a los 30. Bueno, peligrosamente... Ya sabes lo que quiero decir.

No importa la edad que tengamos, todos estamos en constante evolución y revisar algunos de los escritos del pasado solo puede hacernos bien. Si tienes la oportunidad de hacerte con este tipo de material, te lo recomiendo de todo corazón. Y no solo cuando te sientas deprimido o nostálgico, sino todo lo contrario. A partir de ahora puedes escribir por qué eres feliz y cómo te sientes por dentro: la gratitud es algo que se puede trabajar y puede ser contagiosa. También puede ser útil escribir lo que quieres. En este encuentro con Steph, los objetivos eran profesionales, pero también se puede dedicar tiempo a sentarse y escribir sobre cualquier cosa. Un poco como un diario después de todo. Para ti. Para tu futuro tú, para ayudarle a encontrar algo de sentido en un momento en que carece de él.

El camino es lo importante

romain lewissss
Hoy, estoy contento con los últimos años. No porque el título haya validado lo que hago, ni mucho menos. Por el contrario, es el camino que he recorrido y el entorno que he construido lo que da sentido a mi vida. He sentado las bases de una vida feliz al establecer los primeros momentos de mi vida adulta con personas excepcionales, que se han convertido en amigos para toda la vida. Me alegro de no haberme sacrificado más de la cuenta y de no haberme cerrado demasiado. E incluso si se acepta que el jugador de póker es un lobo solitario -lo cual es discutible-, no me conviene estar demasiado solo, y esta mezcla es perfecta.

La reunión termina con Steph. Nos despedimos con un abrazo. Creo que hice que el entrenador se sintiera orgulloso. En su momento se arriesgó a coger a un chico del que no sabía mucho. Gracias a la estructura y el apoyo que creó en torno al equipo, ayudó a convertir al niño que yo era en un joven adulto. Puedes estar orgulloso, coach: has hecho un gran papel. Si hoy me siento tan bien es porque has conseguido cautivar y unificar a un grupo de seres humanos de diferentes orígenes en un equipo unido que va mucho más allá del simple deseo de jugar bien y ganar y jugar al póker.

Lo que nos une es un conjunto de valores y una visión global de la vida. Algunos de los jugadores del equipo son ahora mis mejores amigos, lo que va mucho más allá del simple marco del póker. Así que quiero aprovechar este blog para dar las gracias no sólo al entrenador, sino también a todos los que me han ayudado en algún momento. Sí, incluso tú que alguna vez me enviaste un mensajito de ánimo o de felicitación en las redes. Es tan poderoso que no tienes ni idea. Repito, no es el final lo que cuenta, sino el camino y lo que creas mientras estás en él. Ahora lo sé y eso es lo que llena el vacío que sentí después de mi victoria. ¿Y ahora qué? Esto no es una carrera. Miremos a nuestro alrededor, respiremos. Hay muchas oportunidades: debemos darnos tiempo para aprovecharlas.

Por último, como en cada uno de mis últimos párrafos del blog desde hace casi dos años, espero que tengamos la oportunidad de encontrarnos pronto querido lector... pero ahora presiento que sí, ¿verdad? ¿No es así? Bueno, ten un poco de fe y nos vemos en unas semanas. Por ejemplo, en Praga o Madrid...

¡Síguenos!

t in f wtv


rLewis

Estrella en ciernes de su generación, el de Burdeos ha confirmado todas las esperanzas puestas en él en 2021 ganando su primer brazalete de las WSOP.

Suivez rLewis sur FacebookSuivez rLewis sur TwitterSuivez rLewis sur Instagram