[Blog] Bajo una sala estrellada

Por dentro

anderoMe gustaría escribir acerca de cómo fue mi primera experiencia en un gran torneo en vivo. La idea es transmitir la vivencia desde el prisma de una persona que puede contar con los dedos de una mano los eventos en los que ha participado; un completo amateur en términos de tells, calcular sizings en función del bote, observar las tendencias de cada jugador... Pero vayamos por partes.

En primer lugar, voy a hablar sobre lo que se genera alrededor de un evento como el EPT de Montecarlo: la oferta programática, el clima que se respira, la ilusión totalmente palpable en el ambiente... Para un jugador como yo, que no está acostumbrado a despegar los ojos de la pantalla, poder vivir un festival de estas dimensiones es único. Bien es cierto que los precios dificultan jugar tanto como uno quisiera. Nada que ver con los festivales nacionales que, desde mi punto de vista, son más asequibles, así que jugar un torneo EPT significa asumir que se tocará menos plástico. ¡Pero todo se andará!

Asimismo, se suele decir que el nivel general del field en torneos en vivo suele ser más bajo. No fue esta mi experiencia en Montecarlo, donde tuve mesas durísimas todos los días en las que fui capaz de mantenerme con vida en la competición. Me supe adaptar bien a ellas y conseguí firmar un deep run en el Main Event. ¡Todo un sueño!

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El andaluz, junto a su compañero Adrián Mateos, en el Winamax Poker Open de Madrid.

Todo lo contrario que mi primer Main Event de la mágica Praga, que casi no pude saborearlo, ya que apenas duré un par de niveles. ¡Menos mal que poco después llegaría una oportunidad de redimirme y mejorar el amargo sabor de boca que te deja un pronta eliminación! Las estructuras de la cita monegasca ayudan a poder desarrollar mejor tu juego, los largos niveles hacen de la paciencia tu mejor aliada y simplemente has de esperar a que vengan situaciones favorables y sacar el máximo rédito de las mismas.

El Día 1 fue quizás el más complicado: compartí mesa con el vigente campeón del torneo, un jugador de high stakes de un nivel superlativo y otros tantos jugadores que parecían bastante experimentados y cometían muy pocos fallos. Aquí interviene lo que anteriormente he mencionado. Toca tirar de paciencia, esperar el momento. Casi no tuve botes grandes ni complicados, todo fueron botes pequeños que iban haciendo crecer mi stack poco a poco. Conseguí finalizar el primer día con algo más de dos stacks iniciales. Sin correr pero con paso firme.

ept moncao
Tras pasar la odiada burbuja sin demasiados sobresaltos, llegó la montaña rusa del Día 3. Me repartieron muchísimas manos premium las cuales me hicieron subir y bajar de fichas de una forma frenética. En mi cabeza ya había cumplido, todo lo que viniera a partir de ahí iba a ser un regalo y mi único objetivo era disfrutarlo al máximo. Y así lo hice. Consiguí terminar en un noveno puesto. ¡Una mesa final de un Main Event de un EPT! El sabor amargo de Praga se endulzó mucho más de lo que yo hubiera imaginado.

Lo mejor sin duda de esta experiencia es conocer a tanta gente que comparten tu misma pasión y a la que has visto muchas veces a través de la pantalla, pero nunca en persona. Ahora toca poner rumbo a la meca del naipe, Las Vegas, y luchar por ganar un brazalete. I have a dream!

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And1ero

Una bala tirada en la Top Shark Academy, una bala directa al estrellato: este guadijeño de 29 años llega dispuesto a sacarle todo el lustre posible al parche de Team Pro.

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