[Blog] ¡Que viva México!
Antes que nada: este blog no trata de un viaje iniciático o de una aventura espiritual típica tópica. Este blog va sobre mi vuelta a casa, es decir, a México. "¿Pero si tanto te gustan los nachos por qué no te dejas caer por Taco Bell en vez de exiliarte a la otra punta del mundo?", te preguntarás. Nada que ver. Me instalaré en la región de Quintana Roo a partir del mes de abril. Y esta decisión cambiará mi carrera para siempre.
Es importante que me explique sobre las razones de tal expatriación, porque aparte de mi sorprendente parecido con Oscar de la Hoya, pocas cosas me acercan a este país sobre el papel. Voy a la ciudad más popular de los grinders americanos, Playa Del Carmen, un encantador balneario situado a 50 kilómetros de Cancún.
Imagina una ciudad en la que temperatura fluctúa entre los 28 y 33 grados todo el año, en el centro de Centroamérica, cerca de La Habana, Miami, Nassau o San José. Un destino tan exótico como acuático, bordeado por el Mar Caribe (no menos de 26 grados todo el año), con lagunas azules hasta donde alcanza la vista y donde las piscinas coronan absolutamente todos los edificios. Pero esta región es, sobre todo, una tierra de historia para ser explorada y descubierta con fabulosos sitios mayas, como el complejo de Chichén Itzá, una de las nuevas siete maravillas del mundo.
En resumen, podría seguir enumerando cualidades, pero esto no es una guía turística, sino un blog sobre el naipe, ¿o no? Porque sí, ir a México no es sólo vivir en una postal de tamaño real. Al instalarme en un destino tan exótico como este, ¿estoy poniendo en peligro mi carrera a lo Andy Delort? Todo lo contrario.
Anteriormente abordé con la ayuda de Adrien Delmas las dificultades de conciliar la vida de un prolífico... Seguir leyendo