[Blog] El hierro afila el hierro
dentroEn la gran historia del deporte, pocas rivalidades han fascinado tanto como la de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. El primero superó recientemente la barrera de los 900 goles en su carrera, lo que refleja no solo su talento, sino también su insaciable búsqueda de la excelencia.
Desde sus humildes comienzos en las calles de Madeira hasta convertirse en uno de los mejores deportistas de todos los tiempos (y en una de las personas más seguidas del mundo en las redes sociales, con más de mil millones de seguidores), la carrera de Cristiano Ronaldo es una oda a las cotas que alguien es capaz de alcanzar, mediante la dedicación y el compromiso. Pero no lo hizo solo.
Desde el primer momento en que coincidieron sobre el terreno de juego, quedó claro que Ronaldo y Messi no eran solo rivales, sino catalizadores del éxito del otro. Cada uno no dejaba de empujar al otro cada vez más alto, lo que les permitía pulverizar récord tras récord. Cuando Messi marcaba un gol sublime, Ronaldo respondía con otra obra maestra. Si Messi marcaba un doblete el sábado, Ronaldo hacía el triplete el domingo. Durante casi veinte años, el fútbol vivió al ritmo de los mágicos vaivenes entre estos dos genios, que ampliaron cada vez más los límites de la realidad.
Juntos llegaremos más alto
Su rivalidad debería servirnos para recordar el valor de rodearnos de personas con talento. Igual que un herrero afila el hierro con hierro, nosotros nos fortalecemos como individuos compitiendo con rivales de alto rendimiento. Para aspirar al éxito, debemos recurrir a quienes nos inspiran, nos desafían y nos motivan a evolucionar.
Al principio de mi carrera, era un lobo solitario. Pasaba incontables horas solo en mi habitación, jugando,... Seguir leyendo